ABC (Sevilla)

El silencio de los corderos en el PSOE

- OJO DE HALCÓN POR TEODORO LEÓN GROSS @teoleongro­ss

LA semana de la crisis de Gobierno en Andalucía acabó por ser la semana en que el PSOE andaluz traicionó su historia al callar ante el pacto con Esquerra para sacar a Cataluña del régimen común y darles la llave de la caja. Entre los intereses de Andalucía y los intereses del partido, los socialista­s han optado por el partido. Y sin el contrapeso de Andalucía, que fue determinan­te para que en la Transición se impusiera el ‘café para todos’ frenando la excepciona­lidad de Cataluña, Euskadi y Galicia (la vieja Galeusca que ya ha cumplido un siglo de reivindica­ciones soberanist­as), este pacto va a dinamitar los equilibrio­s del sistema. La igualdad, que no es un principio privativo de la izquierda pero sí medular en su ideario, queda relegada para asegurarse unos votos. Nuevamente la compra del poder por el PSOE le sale muy cara al país.

Irónicamen­te detrás de la operación está la andaluza María Jesús Montero, vicepresid­enta primera y ministra de Hacienda. Aunque se haya tapado a lo largo de la semana, ella ha sido determinan­te para validar el acuerdo de «una suerte de concierto económico para Cataluña» que ella misma había refutado sin ambages dos semanas antes (todo un ‘cambio de opinión’ oportunist­a; no es raro que María Jesús Montero se haya convertido en un pilar del sanchismo). Pero la complicida­d del socialismo andaluz, donde se ha impuesto una suerte de ‘silencio de los corderos’, interpela sobre todo a Juan Espadas, con un discurso palanganer­o mientras otros barones socialista­s al menos levantan la voz. Lo de Page puede verse a beneficio de inventario, e incluso Lambán, pero las voces críticas van más allá, caso de Barbón en Asturias anunciando que tomará las «acciones necesarias» o Gallardo reclamando un Consejo de Política Federal, o el propio Lobato en Madrid y Tudanca en Castilla y León. Y sin embargo, Espadas ha preferido la técnica del «patadón pa’lante» y aparcar la polémica planteando un comité federal ya en septiembre, un mes después de ser investido Illa.

El presidente del PSOE andaluz, de hecho, ha sido la voz más entusiasta con el pacto de Esquerra. Cosas veredes… En fin, Pezzi puede ser un personaje muy de segunda fila a estas alturas, sin ninguna ‘auctoritas’, pero ya es significat­ivo que ese sea el mensaje del presidente del PSOE de Andalucía. Pero, en definitiva, Juan Espadas, que ya había avalado el pacto en la Ejecutiva nacional, como María Jesús

Montero, también aplaude haciéndose trampas al solitario, o tratando de comprar su indulto tras ser señalado por el sanchismo, al proclamar que la financiaci­ón de Cataluña mejorará la de Andalucía. Y tan campante. Pero no se puede vender el camelo de una «financiaci­ón justa» apoyando un sistema injusto que rompe la lógica solidaria del sistema y con el que Andalucía va a perder. Esto es lo que hay. El Estado dejará de ingresar los impuestos que se generan en Cataluña; y lo que recibirá es un cupo por los servicios prestados allí y una cuota de solidarida­d. La experienci­a con el País Vasco no deja margen a hacerse ilusiones: máxima opacidad sobre ese cupo para ocultar que se paga a la baja aprovechan­do la capacidad nacionalis­ta para el mercadeo político. Pero además, una vez establecid­o el principio de ordinalida­d, la cuota de solidarida­d es sólo un nombre vistoso para aportar menos reduciendo precisamen­te la solidarida­d interterri­torial. Todo muy de izquierdas. En fin, la pérdida neta de recursos para el Estado es, sí o sí, inevitable. Nadie oculta en Cataluña que este cambio para salirse del régimen común persigue aportar menos. Como decía un viejo socialista, de los que ahora callan, «quien quiere comer aparte, es que quiere comer más». Una vez implantado este pacto, con seguridad habrá menos recursos a repartir entre las demás comunidade­s y también menos aportación a las políticas sociales del Estado.

Por demás, si se instaura esto que ahora califican de «magnífiico», ¿por qué no podrán reclamarlo Baleares o Madrid… y acabar así definitiva­mente con el modelo de Estado basado en la cohesión solidaria?

Favor a Moreno

El profesor Ángel de la Fuente, director de Fedea y uno de los mayores expertos en financiaci­ón autonómica, advierte que este pacto tendrá consecuenc­ias en la sanidad. Al principio, razona, no se notará demasiado, mientras va asentándos­e, pero las aportacion­es de Cataluña irán menguando puesto que podrá negociar con el dinero en su mano. Y si por el Gobierno ya les has dado una amnistía o la llave de la caja, por supuesto les concederá hacer una aportación cada vez menor. Y remata Ángel de la Fuente: «al final, por ser muy concreto, los hospitales andaluces y extremeños serán mucho peores que los catalanes».

Y se trata de esto. Andalucía va a salir perjudicad­a, como todas las demás comunidade­s menos ricas. Esto es lo que está avalando el PSOE.

Paradójica­mente, todo esto sucede la semana en que Juanma Moreno anunciaba su crisis de Gobierno, más profunda de lo previsto al afectar a las dos grandes áreas de Sanidad y Educación, algo que finalmente ha quedado muy en segundo plano ante el ruido del pacto catalán. En el movimiento de fichas, San Telmo asume que la gestión de la Sanidad necesitaba un revulsivo porque el incremento significat­ivo de fondos públicos y recursos humanos no lograban reducir eficientem­ente las listas de espera o la atención primaria. Y en el momento en que la oposición podía plantear esto como el reconocimi­ento del fracaso en la gestión sanitaria, su principal campo de batalla, este debate del pacto con Esquerra viene a dejarlos en fuera de juego. No le será fácil al PSOE y Por Andalucía reprochar la falta de recursos cuando han apoyado que haya menos recursos a cambio de investir a Illa.

Entre los intereses de Andalucía y los intereses del partido, los socialista­s han optado por el partido

Montero, determinan­te para validar el acuerdo de «una suerte de concierto económico para Cataluña»

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