Verbolario
Desgracia, f. Estímulo que deshace o hace a quien lo vive.
vechó la ocasión para coleccionar anfibios y reptiles. Viajó por China y Japón, una cultura que le fascinó. De hecho, se quedó a vivir en el país nipón varios meses, en los que intentó aprender el idioma y profundizar en sus tradiciones. En este viaje, surgió su afición por los fósiles y la paleontología.
Tras contraer matrimonio en 1914, Chapman y su esposa planearon una expedición a China con la ayuda de Henry Osborn, profesor de Columbia y presidente del Museum of Natural History. Osborn consiguió los patrocinios para el viaje que pretendía demostrar que el nacimiento del ‘homo sapiens’ se hallaba en el continente asiático, una tesis jamás corroborada.
Finalizada esta misión, Chapman inició una serie de viajes por Mongolia, partiendo con una flota de automóviles desde Pekín con financiación de los Rockefeller y los Morgan. Las expediciones sufrieron numerosos contratiempos, entre ellos, temperaturas polares y ataques de bandidos. Tuvo que interrumpir su periplo cuando fue acusado de espionaje por las autoridades.
En sus viajes por Mongolia y por China, Chapman nunca halló el eslabón perdido que demostrara que el hombre había surgido de Asia y no de África. Se topó, sin embargo, con el primer registro fósil de dinosaurios, que incluía huevos del gigante desaparecido hace millones de años. También descubrió restos óseos de mastodontes.
Tras divorciarse y casarse de nuevo, soñó con nuevas y ambiciosas expediciones para volver a explorar el desierto del Gobi. Pero le negaron los permisos y tampoco fue capaz de lograr financiación. En 1934, a los 50 años, Roy Chapman fue nombrado finalmente director del Museum en el que había trabajado de joven, poniendo fin a sus aventuras. Se dedicó a estudiar y a escribir, sin poder evitar la añoranza por los viajes. «Yo nací para ser explorador. Nunca pensé en otra alternativa. Es lo que me gustaba y lo que me reportó felicidad», dijo.
Quiso alistarse como soldado en la II Guerra Mundial, pero ya era demasiado viejo y tenía importantes secuelas físicas de sus aventuras. Al jubilarse, se retiró a Carmel, en California, donde redactó sus apasionantes memorias. Murió de un infarto a los 76 años. Sus restos fueron llevados a Beloit, su lugar de nacimiento, donde descansa en una sencilla tumba.