Andalucía quiere su propia interprofesional citrícola Exportaciones por valor de 325 millones de euros
▸ Tras el fracaso de Intercitrus, el sector y la Junta inician los trámites
Hace más de dos años que el sector citrícola andaluz decidió desligarse de Intercitrus, la Interprofesional, por considerar que la organización estaba «estancada». Y no es la única: Cooperativas Agro-alimentarias de España solicitó, hace unas semanas, su baja oficial de la misma. «La interprofesional se encuentra en un bucle: no homologamos un contrato que sin embargo utilizamos generalizadamente, y condicionamos el relanzamiento de la actividad promocional a la existencia de esa homologación, imposibilitando así emprender la iniciativa que todo el sector considera que es prioritario», aseguraba Cirilo Arnandis, presidente del Grupo de Trabajo de Cítricos de la federación.
En medio de esta espantada generalizada, los citricultores que componen la Mesa Andaluza de los Cítricos, junto a la Consejería de Agricultura, han iniciado los primeros pasos para constituir una interprofesional autonómica del sector, lo que terminaría de arrinconar la escasa actividad de Intercitrus, pues Andalucía produce más de un tercio de los cítricos a nivel nacional.
En la última reunión de la Mesa de los Cítricos, en la que se trató este asunto, el secretario general de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Manuel Gómez, ha subrayado que «esta herramienta sería una figura de utilidad en la puesta en marcha de las acciones que precisa el sector de los cítricos de Andalucía para afrontar su futuro con garantías».
De esta forma, con el voto unánime de todos los componentes, la Mesa Andaluza de los Cítricos acordó la creación de este equipo de trabajo, encargado de los trámites necesarios para constituir la nueva interprofesional regional. La reunión contó con la asistencia de representantes de las organizaciones profesionales agrarias mayoritarias (Asaja, COAG y UPA), de Cooperativas Agro-alimentarias, de la Asociación de Citricultores de la Provincia de Huelva, de Palmanaranja (Palma del Río, Córdoba) y de Asociafruit.
Por parte de la Junta, acompañaron al secretario general de Agricultura los directores generales de Industrias, Innovación y Cadena Agroalimentaria, Cristina de Toro; y de la Producción Agrícola y Ganadera, Daniel Quesada; entre otras personas.
En su intervención, Manuel Gómez subrayó que «el objetivo final de las organizaciones interprofesionales agroalimentarias es contribuir a la ordenación y mejora de la oferta de los productos de este sector potenciando su posición en los mercados». Para ello, los representantes de organiza
La región andaluza produce actualmente más de un tercio de los cítricos de España. Por especies, cerca de la mitad de la naranja nacional tiene origen andaluz; más del 25% de la mandarina procede de esta región; y el 40% del pomelo se culiva aquí. En concreto, cuenta con 90.000 hectáreas y más de 6.000 explotaciones dedicadas al cultivo de cítricos, principalmente en Huelva, Sevilla y Córdoba. En 2020, generó cerca de seis millones de jornales; y la producción de 2022 alcanzó un valor de 670 millones de euros. Con una vocación claramente internacional, esta región exporta cítricos por valor de más de 325 millones de euros cada año. Entre los principales destinos de estas frutas andaluzas destacan Alemania, Francia y Portugal.
La importante bajada del consumo en los últimos años es otro de los retos a los que se enfrenta el sector
ciones de diferentes categorías profesionales implicadas en la actividad agroalimentaria (productores, industrias transformadoras y comercializadores) participan voluntariamente en estas entidades.
Respecto a otros retos del sector que también tuvieron hueco en la reunión, el secretario general de Agricultura se refirió a la bajada del consumo de cítricos que se viene observando, tanto a nivel autonómico como nacional, en los últimos años. De hecho, según un reciente estudio recogido por Asaja Sevilla, en los últimos 13 años se ha pasado de 22 kilos de naranja consumidos por persona y año a poco más de 13, una reducción del consumo ‘per cápita’ de casi 8,5 kilogramos. Esta tendencia a la baja en el consumo tan sólo se rompió en el ejercicio de 2020, cuando por el efecto del confinamiento, y de las características saludables de los cítricos, ricos en vitamina C, se incremento el consumo de naranjas, que repuntó hasta los 17,4 kilos por persona.
Al respecto, Manuel Gómez apuntó la necesidad de «trabajar en el ámbito de la promoción de estas frutas para lograr que los consumidores amplíen su compra». «Se trata de un alimento saludable y básico en la dieta mediterránea que caracteriza a esta zona», comentó, añadiendo «la importancia de llegar al público más joven para así garantizar la entrada de los cítricos en los hogares de hoy y de mañana».
Balance de campaña
Por otro lado, durante la reunión de la Mesa Andaluza de los Cítricos se llevó a cabo un balance de la campaña que finaliza ahora. Entre las conclusiones de este análisis, destaca que la producción final de cítricos en 20232024 se acerca a los dos millones de toneladas, una cantidad similar a la obtenida en Andalucía en la campaña anterior. En cuanto a la medida de las últimas cuatro temporadas, este volumen supone una reducción del 16,4% debido, principalmente, a los efectos de la sequía que viene sufriendo la comunidad autónoma.
Por variedades, la producción de naranja dulce desciende un 2% respecto a la campaña pasada. La mandarina, por su parte, se mantiene en niveles similares; y el limón aumenta un 31% frente al año anterior.
Atendiendo a las diferentes provincias andaluzas, se registran descensos en las producciones de Sevilla (12,7%) y Córdoba (3%); mientras que Málaga y Almería aumentan en más de un 30% respecto a la campaña 20222023. En el caso de Huelva, la producción aumenta un 5%.
En otro orden, la Mesa Andaluza de los Cítricos también analizó las importaciones de la Unión Europea de frutas procedentes de países terceros. El estudio de estos valores muestra un aumento de la entrada de naranjas procedentes, principalmente, de Egipto y Sudáfrica, territorios que se sitúan como principales competidores de Andalucía en el mercado comunitario.