«El 95% de los alimentos depende de un suelo sano»
Apesar de que es uno de los grandes pilares del sector agrícola, y de la vida en general, la calidad del suelo es un concepto que pasa casi desapercibido. El investigador sevillano Manuel Delgado Baquerizo, del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla (Irnas-Csic), ha sido reconocido con el VII Premio a las Ciencias e Ingeniería de la Fundación del Banco de Sabadell, unos galardones que buscan poner en valor el trabajo de los jóvenes investigadores españoles y que se ha fijado en la larga carrera de Delgado estudiando el estado de los suelos del planeta y, sobre todo, cómo garantizar un futuro viable.
«Considero fundamental el estudio del suelo además, en un contexto en el que el cambio climático es imparable», explica el investigador, que hace hincapié en un dato, a veces, olvidado: «El 60% de las especies del planeta y el 95% de los alimentos que consumimos dependen, directa o indirectamente, de la buena salud del suelo».
Sin embargo, pese a esta aplastante realidad, «uno de cada tres suelos del planeta está altamente degradado», según datos de las Naciones Unidas. Por un lado, por el impacto de las acciones humanas, el aumento de microplásticos, metales pesados y fertilizantes y, por el otro, por el impacto directo del cambio climático, que está trayendo un aumento de temperatura global y ciclos distintos de precipitaciones.
Por ello, la investigación liderada por Manuel Delgado desde Sevilla se centra en proporcionar conocimiento innovador sobre el bioma del suelo y sobre las especies claves de mi
Uno de cada tres suelos del planeta se encuentra en un estado degradado, según datos de las Naciones Unidas
Las técnicas de agricultura sostenible y el uso eficiente de microorganismos son claves para mantener el buen estado del suelo
croorganismos para mantener el funcionamiento de ecosistemas terrestres a escala global. «No somos plenamente conscientes de que los recursos naturales no vuelven, de que un centímetro de suelo tarda miles de años en generarse y, lo que perdamos ahora no vamos a poder recuperarlo», insiste.
Agricultura sostenible
La investigación premiada tiene, desde sus inicios, un enfoque puramente divulgativo y científico, que no es otro que el de proporcionar conocimiento que permitan conservar los suelos, identificar las zonas de tierra más importantes de cara a su conservación, el funcionamiento de los ecosistemas y la captura de carbono, etc.
Pero, además, tiene una aplicación más directa: el fomento y el desarrollo de la agricultura sostenible. «También trabajamos con los probióticos, investigando qué microorganismos son interesantes de cara a la producción agrícola sostenible», detalla Delgado.
«Tradicionalmente se ha utilizado mucho fertilizante inorgánico, mucho arado y métodos no del todo respetuosos. Ahora, hay interés en intentar entender qué microorganismos del suelo son más interesantes de cara a esa agricultura sostenible que puede ayudar a llevar mejor, por ejemplo, fenómenos inevitables como la sequía», detalla.
Y es que la Península Ibérica es, precisamente, una de las zonas con el suelo más castigado: la aridez, la falta de precipitaciones y el uso que, durante siglos, se le ha dado a las distintas superficies, hace más importante que nunca «crear formas de cultivo más sostenibles y adaptadas a los recursos naturales de cada zona». «Los suelos españoles, y andaluces están cada vez más agotados, tienen menos nutrientes y biodiversidad, hace falta que actuemos», afirma Manuel Delgado.