ABC (Sevilla)

Sergio Ramos, fin a otro ciclo efímero en Nervión El presidente le deja abiertas las puertas del club

▸Su segunda etapa se queda en 37 partidos tras los 50 de la primera: «Ni vine por dinero ni me voy por dinero» ▸Rechazó renovar al alza y ahora decide entre Estados Unidos y Arabia: «El que dude de mi sevillismo está perdido»

- F. MONTES DE OCA / CANDELA VÁZQUEZ

La segunda etapa de Sergio Ramos en el Sevilla FC ha sido más efímera incluso que la primera. Si antes de partir al Real Madrid allá por 2005 defendió la elástica del primer equipo de Nervión en 50 ocasiones, esta vez lo ha hecho en 37 partidos. Ramos no quedará en la historia del club blanquirro­jo como un símbolo, ni como capitán y canterano que levantó títulos o batió récords de encuentros disputados. Nada de eso. Pero en su hoja de servicios siempre aparecerá un rendimient­o notable y la defensa del escudo hasta la última gota de sudor en cada uno de esos 87 partidos. Si en su primer periodo ofreció ya dichos atributos con una juventud exultante, dejando además en la caja del Sevilla FC la portentosa cifra de 27 millones de euros con su venta al Madrid, en la campaña de su vuelta al Sánchez-Pizjuán, la 2023-2024, ha cumplido con creces su promesa de dejarse la piel por la camiseta y erigirse en el líder del equipo. No vino a darse un capricho ni por mero gusto personal. A sus 38 años, Ramos fue el segundo jugador que más minutos disputó en la temporada (3.301), sólo superado por Lucas Ocampos (3.621), y su incidencia en el equipo, particular­mente desde la llegada de Quique Sánchez Flores, resultó crucial para evitar la hecatombe deportiva del descenso a Segunda división.

Ramos no continúa. Así lo han decidido el camero y el club. El defensa internacio­nal se despidió ayer en la sala de prensa del estadio sevillista emocionado, acompañado por su familia, pero sobre todo muy agradecido a la institució­n por permitirle cumplir el reto y el sueño de volver a la casa en la que se crio. Todos contentos. O, mejor dicho, casi todos, ya que entre la afición sigue y seguirá existiendo un sector cargado de argumentos que nunca le perdonará sus feos gestos y provocacio­nes cuando le tocó visitar Nervión con la camiseta del Real Madrid. A todos ellos les sobró el acto de ayer. A otros muchos, no. Sergio despierta adeptos y detractore­s. En su adiós rogó que nadie dude de su sevillismo. «Nunca». El tiempo dirá si su salida termina convirtién­dose en un problema para el Sevilla o si por el contrario resulta intrascend­ente.

En su comparecen­cia, Sergio Ramos no quiso entrar a valorar la oferta económica que el Sevilla le puso por delante para renovar y que mejoraba de forma considerab­le el millón de euros neto que ha ganado en el club hispalense en el último curso. La propuesta sevillista casi duplicaba esa cantidad. «No renuevo en el Sevilla por una cuestión personal y familiar. Agradezco los intentos del club en el que me formé, pero vine hace un año para cerrar una herida con la afición con mi rendimient­o y para saldar una deuda con mis abuelos, mi padre, Antonio Puerta y José Antonio Reyes. Esa deuda ha sido saldada y se trata de una etapa cerrada. Ni vine por dinero ni me voy por dinero. Agradezco al Sevilla su interés, pero la etapa está concluida. He ayudado en el vestuario para que aparezca un nuevo liderazgo en el Sevilla, que está atravesand­o una situación difícil», sentenció Ramos.

«La herida quedó cerrada. No puedo gustar a todo el mundo. El que dude de mi sevillismo con el rendimient­o que he dado en este año es que está perdido», insistió el camero, que apareció ante los medios de comunicaci­ón con dos números tatuados en su cabeza, el 93 y el 15. El primero es el minuto en el que le marcó el famoso gol de cabeza al Atlético de Madrid en la final de la Champions celebrada en Lisboa. El segundo, el número con el que fue campeón del mundo y de Europa con la selección española. La leyenda del fútbol patrio deja el vestuario del Sevilla en manos de su amigo y también canterano Jesús Navas,

Etapa cerrada «Saldo una deuda con mis abuelos, mi padre, Antonio Puerta y José Antonio Reyes»

División entre el sevillismo Parte de la afición sigue sin perdonarlo y no entiende el acto de ayer para despedirlo

El presidente, José María del Nido Carrasco, acompañó a Ramos en su despedida y se deshizo en elogios hacia el camero: «Gracias por tu profesiona­lidad, por tus 37 partidos, por tu liderazgo, por tirar del carro en un año tan duro, por tu valentía. Gracias por renunciar a un contrato que multiplica­ba por mucho lo que has cobrado en el Sevilla, gracias por pedir el brazalete de capitán cuando venían mal dadas. Gracias por esperarnos hasta el día después del cierre del mercado, con el riesgo de quedarte sin equipo… tienes las puertas abiertas para volver». además de otros dos pesos pesados a los que citó específica­mente en su discurso de despedida: «Jesús va a seguir y otros jugadores como Lucas Ocampos y Nemanja Gudelj deben dar un paso adelante para liderar el vestuario. Otros llegarán y eso es ley de vida. No sé qué pasará, pero hay en el vestuario jugadores con conocimien­to de sobra para dar un paso al frente en esta transforma­ción del club. Nada es eterno», reflexionó el central.

Pero Ramos no cuelga las botas. Ni mucho menos. Se dispone a iniciar una nueva etapa con 38 años. Su carrera

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