El general que perdió la guerra del dolor
▸Graziano, una de las figuras más reputadas de la defensa italiana y europea, se suicida incapaz de soportar la muerte de su esposa
Claudio Graziano Expresidente del Comité Militar de la UE y presidente del grupo naval Fincantieri
PERFIL
La noticia del suicidio del general Claudio Graziano (Turín, 70 años), el militar italiano más conocido y de mayor prestigio, conmocionó ayer a Italia y a las instituciones europeas. Graziano fue una de las figuras más importantes en la transformación de la defensa italiana y europea y alcanzó los niveles más altos de la carrera militar. Actualmente, era presidente de Fincantieri, el grupo naval más importante de Europa.
El cuerpo del general fue descubierto en el dormitorio de su domicilio, en el centro de Roma, por uno de los escoltas policiales que tenía una llave de su casa. El año pasado falleció de cáncer su esposa, Marisa, pérdida que le afectó profundamente. De hecho, sus últimas palabras fueron para ella.
Al lado del cuerpo se encontró una pistola y una nota escrita por el general, con referencias a la pérdida de sentido de la vida tras la desaparición de su pareja, una separación de la que nunca se recuperó. «Después de la muerte de Marisa, he perdido el camino», se lee en la breve nota encontrada junto al general, dada a conocer por la agencia de noticias Radiocor.
Servidor del Estado
El militar «ha perdido la guerra del dolor», tituló en su primera página ‘ La Repubblica’. Al periodista experto en Defensa de ese periódico le había hecho hace una semana esta confidencia en el puente del portaaviones Garibaldi: «Habría muchas cosas que escribir para ‘La Repubblica’, el mundo se está desmoronando. Pero ahora me fatigo por la noche y me siento vacío...».
El general Graziano se definía como «un servidor del Estado». Entre otros muchos cargos, fue jefe del Estado Mayor del Ejército y después de todas las fuerzas armadas. En Bruselas, fue presidente del Comité Militar de los 27 miembros de la Unión Europea. Era también un experto en diplomacia y estuvo de agregado militar de la embajada de Italia en Washington. Fue responsable de difíciles misiones militares en el extranjero, principalmente las de Mozambique, Afganistán y el Líbano, en las que se combinaron tareas de defensa con iniciativas humanitarias, de socorro y de reconstrucción, en apoyo de la población local.
Como presidente del Comité Militar de Bruselas, el general Graziano también defendió con firmeza la necesidad de acelerar la creación de un ejército europeo. En poco tiempo, el general puso en marcha el primer y único embrión de la defensa europea, con 5.000 soldados. Además, con su experiencia internacional desde que fue nombrado en 2022 presidente de Fincantieri, estaba dando un nuevo impulso y dirección al coloso naval.
Infinidad han sido los mensajes de pésame del mundo político y empresarial, comenzando por el presidente de la República, Sergio Mattarella, que expresó «un profundo dolor» por la muerte del general y que recordó «su figura de hombre generoso y leal a las instituciones, capaz de poner siempre su competencia y profesionalidad al servicio de la República».
Competente y profesional
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, manifestó sentirse «conmocionada por la noticia de la trágica muerte» del militar. «Nos deja –añadió– un honesto servidor del Estado, que a lo largo de su vida ha honrado a la nación, a las Fuerzas Armadas y a las instituciones, con dedicación, competencia y profesionalismo».
Las condolencias traspasaron las fronteras italianas. «Estoy profundamente entristecido por la muerte del general Claudio Graziano. Como presidente del Comité Militar de la UE, ayudó a dar forma a una política de seguridad y defensa verdaderamente común. Ha sido un valioso asesor en momentos críticos para la seguridad de la UE. Echaré en falta su amistad», dijo ayer Josep Borrell, todavía jefe de la diplomacia de la Unión Europea.