Rueda advierte sobre la división que alentará el PSOE con la financiación
▸Está convencido de que el Gobierno tratará de romper la unidad de las comunidades con promesas imposibles ▸Presume de haber desterrado los populismos de Galicia, donde ni Vox ni Sumar lograron representación el 18-F La empresa ENCE traslada su «compromis
El ‘sentidiño’ es una de esas palabras gallegas que no tienen traducción al castellano. Haciendo un esfuerzo, podría definirse algo así como sentido común o la capacidad de hacer las cosas bien. Un vocablo que sirve de filosofía de vida para muchos ciudadanos de Galicia y que el propio Alfonso Rueda, presidente de la Xunta, ha adoptado para su Gobierno, refrendado por las urnas hace justo cuatro meses con una mayoría absoluta que le permite trabajar sin ataduras. Ajeno a los extremos de uno y otro lado, ausentes ambos de un Parlamento gallego que expulsó a los populistas de izquierdas y que se resiste a dejar entrar a los de derechas. El ‘estilo Galicia’, que define Rueda con orgullo y que ayer él mismo explicaba en el Foro ABC.
«En este momento tan convulso en el que algunos están empeñados en el enfrentamiento constante, buscando siempre la crispación, nosotros somos el espíritu del consenso, del sentido común y de la tranquilidad para hacer las cosas. Importante: queremos hacer cosas. Y eso es precisamente lo que falla en la política española y en la europea, golpeada por esa irrupción de extremismos que no existen en la política gallega», desvelaba Rueda, como parte del secreto del éxito del Partido Popular en esa autonomía, donde acumulan mayorías absolutas desde 2009.
Un éxito que cimentó durante 13 años Alberto Núñez Feijóo, al que Rueda acompañó en todos sus gobiernos autonómicos. Fue entonces cuando «aprendió el conocimiento interno de la administración», como destacó Julián Quirós, que presentó el acto. El director de ABC elogió la figura del actual presidente de la Xunta como un hombre tranquilo, ‘de perfil bajo’, que ejerce de contrapeso entre las diferentes personalidades de los barones territoriales del PP. Un activo importante del futuro del partido, frenado en sus ansias de alcanzar el poder en España por el aumento de los extremismos, a los que en Galicia sí han conseguido poner freno.
El PP como «dique» contra los radicales. «En Galicia no somos amigos de los extremismos y eso se refleja en el resultado de las elecciones. El parlamento gallego fue el primero donde los extremismos se pegaron un batacazo. Ocurrió con el extremismo de izquierdas, que apareció, tuvo una presencia importante, pero ha desaparecido ya. No tienen representación ellos ni la tiene Vox, que se presentó a todas las elecciones desde que existe y solo tiene un concejal en toda la comunidad. Además, Se Acabó La Fiesta, el nuevo partido, ha tenido en las europeas en Galicia el segundo menor apoyo de todas las comunidades de España. Todo esto es consecuencia de cómo entendemos la vida los gallegos, que hacemos una política que huye de la polarización. Que no demonizamos a nadie ni nos enfrentamos los unos a los otros como forma de vivir todos los días», expuso Rueda, feliz por ha
Ignacio Colmenares, el presidente de ENCE –patrocinadora del Foro ABC–, resaltó la importancia de la estabilidad política en Galicia para las empresas e hizo públicos los resultados del informe encargado a la consultora Valora para medir el impacto de la empresa en esta comunidad autónoma. En total, 9.300 empleos radicados en Galicia, a cuyo PIB aporta 1.088 millones de euros. «Nuestro compromiso es también con el talento gallego», añadió Colmenares, que destacó la apuesta de ENCE con Galicia a través de su actividad ber alcanzado de nuevo una mayoría que le permite mirar al horizonte sin trabas tras haber «unido el voto». En ese sentido, Rueda reivindicó una política sin enfrentamientos. Centrada en los problemas de la gente. «A nosotros, la gente nos considera personas de fiar. Cree que llevamos a cabo una gestión rigurosa, que analizamos los problemas que hay y le buscamos soluciones sin perder tiempo en otras cosas. Lo hacemos desde la lealtad institucional. No vemos ninguna ventaja en una confrontación por sistema. No vemos ventaja en ir al choque por sistema. Cuando haya que reivindicar aquello a lo que tenemos derecho, lo haremos, pero el respeto al resto de las administraciones sean del color político que sean es imprescindible», afirmó. Todo lo contrario de lo que ocurre en la política nacional, donde Pedro Sánchez camina a golpe de las exigencias de sus socios.
Un gran engaño
La última, la de la financiación singular que reclama ERC como condición para apoyar la investidura de Salvador Illa en Cataluña. Un modelo fiscal único, que el PSOE ha calificado ya de «factible» y que ha provocado un aluvión de críticas entre el resto de comunidades autónomas, incluidas aquellas en las que gobiernan los socialistas. «Todo esto de la financiación singular es un gran engaño. Es intolerable porque es un trato único a una comunidad autónoma, sacando lo que le corresponde a las demás, sin hablar con ellas e intentado cumplir un objeen gestión forestal sostenible, de la biofábrica de Pontevedra, de la apuesta de futuro que supone el proyecto Pontevedra Avanza, para situar a esta instalación a la vanguardia de su sector en competitividad y cuidado del medioambiente y del entorno. También con el proyecto que el grupo va a desarrollar en As Pontes para producir por primera vez fibra celulósica reciclada y blanqueada de forma innovadora, incluyendo un proyecto piloto para el reciclado de fibra textil; y de los proyectos de desarrollo del biometano. tivo que es el apoyo parlamentario a Sánchez y la gobernabilidad en la Generalitat. Lo que están buscando con todo esto es, simplemente, un interés partidista y particular. Y el problema es que a Sánchez le han desmentido los propios separatistas catalanes, diciéndole que no se equivoque, que lo singular para todos es imposible. Porque singular es fuera del sistema común, que debería seguir existiendo, aunque sin una parte importante del plato. Sería una quiebra absoluta del Estado constitucional», denuncia.
Rueda tiene claro que el Ejecutivo actuará de nuevo enfrentando a unos con otros para imponer su propio beneficio, que no es otro que mantener el apoyo a Sánchez, aun a costa de romper con la igualdad de los territorios. «Tengo claro que el siguiente paso del Gobierno va a ser el ‘divide y vencerás’. Empezar a hablar con unos, y no hacerlo con otros y ponernos nerviosos. Decirle a uno que va a tener algo parecido a lo que van a tener los independentistas... Es algo que retrata al Gobierno central y creo que sería un inmenso error romper lo que estamos defendiendo, que es un trato multilateral y una negociación entre todos.