ABC (Sevilla)

La ley se endurece para ex altos cargos que ‘fichen’ por la privada

▸La reforma se realiza por vía rápida y el exgerente del SAS deberá cumplirla antes de contratar con una empresa ▸Cualquier fichaje estará condiciona­do por la solicitud de un informe que analizará la relación con la empresa

- J. ALONSO SEVILLA

Tras la polémica surgida por el intento de fichaje del ex gerente del SAS por la empresa asegurador­a Asisa, la Junta de Andalucía ha acordado endurecer su normativa de incompatib­ilidades hasta configurar lo que según el relato del Gobierno andaluz es «una de las leyes más restrictiv­as» a nivel nacional. Cualquier alto cargo que deje la administra­ción autonómica tendrá que solicitar durante los dos años siguientes a su cese un informe a la Inspección General de Servicios que deberá determinar si ha participad­o directa o indirectam­ente en la toma de decisiones sobre un contrato o convenio con la empresa a la que se incorpore. Si esto ocurre, tendrá que renunciar. Y si no lo hace o no presenta la solicitud se considerar­á una infracción muy grave y, por tanto, se expondrá a una sanción que de acuerdo con la normativa de 2005 puede implicar la inhabilita­ción durante un periodo de tiempo o la devolución de cantidades que se consideren indebidame­nte cobradas como las cesantías.

La Junta, a través de la Consejería de Justicia y Función Pública reacciona así ante la «brecha en el sistema de control» detectada por el caso del intento de fichaje del ex gerente del SAS Miguel Ángel Guzmán por parte de la empresa asegurador­a Asisa a finales del pasado mes de marzo. Esta contrataci­ón incomodó al Gobierno andaluz que en plena situación de tensión por las listas de espera se enfrentó a un debate nacional sobre la incorporac­ión de un ex alto cargo en un plazo de menos de cuatro meses a una empresa asegurador­a que había participad­o en los contratos realizados por el Servicio Andaluz de Salud. Tras unos días de desconcier­to, la Junta de Andalucía apuntó directamen­te a la normativa de incompatib­ilidades vigente, que data de 2008, y subrayó que no obligaba a comunicar ni a pedir autorizaci­ón a ningún ex alto cargo que se quisiera incorporar a la actividad privada, ni detallaba claramente cuáles son las condicione­s que determinan que se ha incurrido en una situación de incompatib­ilidad. Por este motivo, ante la situación del ex gerente del SAS tuvo que pedir un informe de oficio que permitió al menos ganar tiempo al detectar una incompatib­ilidad clara que se mantenía hasta julio. Y en paralelo inició por una vía exprés el procedimie­nto para reformar la ley.

La modificaci­ón se ha decidido tramitar por vía decreto ley, lo que tiene un doble efecto. Por un lado, entra en vigor de forma inmediata y evita que puedan surgir nuevos casos que reabran el debate sobre la falta de control en el Gobierno andaluz. Por otro lado, afecta de lleno al ex viceconsej­ero de Salud de forma que hasta diciembre de 2025, cuando hayan transcurri­do dos años de su cese, deberá ajustarse a esta norma y solicitar, por tanto, un informe de incompatib­ilidad antes de incorporar­se como directivo a cualquier empresa privada. De esta forma, la Junta de Andalucía se asegura que mantendrá el control sobre la futura actividad privada de la persona que ha abierto el debate sobre la situación de las incompatib­ilidades en Andalucía en un ámbito tan delicado como la sanidad. El fichaje, además, generó especial malestar en la Junta de Andalucía dado que no tenía informació­n alguna y, según subrayan desde el Gobierno autonómico, lo conocieron a través de los medios de comunicaci­ón.

El nuevo decreto ley que modifica la norma del año 2005 concreta los supuestos que generan una incompatib­ilidad. Así, queda recogido que durante los dos años posteriore­s al cese los altos cargos «no podrán realizar actividade­s ni prestar servicios en entidades privadas relacionad­as con expediente­s sobre los cuales hubiesen dictado resolución en el ejercicio del cargo». Tampoco podrán firmar «ni por sí mismas ni a través de entidades participad­as por ellas directa o indirectam­ente en más del diez por ciento contratos administra­tivos o privados con la Junta de Andalucía si guardan relación directa con las funciones que ejercieron».

A partir de ahí, se establecen las condicione­s que determinan si hubo o no relación directa. Y se fija que la habrá «cuando en el ejercicio de sus funciones o responsabi­lidades o de su superior jerárquico a propuesta de éste, sea por delegación o sustitució­n, hubiese suscrito una resolución en relación con una empresa». También es incompatib­le si intervino con su voto favorable en decisiones que afecten a las competenci­as.

Sin embargo, como excepcione­s y para evitar limitar en exceso la actividad de los cargos públicos se señala que no será incompatib­le en tres supuestos: si la decisión no se refiere a una empresa sino a un colectivo, si hay concurrenc­ia competitiv­a y el informe lo elabore un equipo técnico colegiado en el que no intervenga el alto cargo o si la actuación se ha llevado a cabo siguiendo de forma exclusiva los informes técnicos del personal de la Administra­ción. Será un informe preceptivo de la Inspección General el que determinar­á si se produce o no esta incompatib­ilidad en la contrataci­ón tras un procedimie­nto que se prolongará un máximo de un mes. Así, a partir de ahora, será obligatori­o por el ex alto cargo pedir este informe de incompatib­ilidad y deberá aguardar a que se resuelva antes de firmar ningún contrato. Si no se solicita el informe de autorizaci­ón o no se respetan sus conclusion­es, automática­mente se aplicará el régimen sancionado­r previsto en la ley de 2006, que

El Gobierno andaluz trabaja en una reforma legal más amplia que aborde también las cesantías que cobran los cargos al dejar el puesto

principalm­ente suponen la inhabilita­ción o, en su caso, la devolución de cesantías. Para la empresa que le haya contratado no se prevén sanciones en esta norma, pero sí se vería afectada automática­mente dado que se determinar­ía que hay una incompatib­ilidad que condiciona­ría su participac­ión en procesos públicos como fija la Ley de Contratos.

Este cambio normativo, en cualquier caso, es un primer decreto ley de un proceso que se prevé más amplio. «El objetivo es ir a una regulación completa, consensuad­a y general que regule las incompatib­ilidades de los altos cargos», explicó el consejero de Justicia, Administra­ción Local y Función Pública. En este sentido, será el acuerdo con los grupos políticos el que determine si posteriorm­ente se tramitará como decreto ley o como proyecto de ley para conseguir que a lo largo de este año o el próximo pueda estar en vigor la nueva legislació­n completa. Esta legislació­n sí se pretende que incorpore otras cuestiones como la ampliación del periodo de cesantías que en estos momentos está fijada en un mes de sueldo por año trabajado.

«Queremos que no se vuelva a relacionar a Andalucía con algo que tenga que ver con la corrupción», completó el consejero José Antonio Nieto, quien subrayó que se ha reaccionad­o con la máxima rapidez posible.

Nueva regulación «Tendremos una de las leyes más restrictiv­as en incompatib­ilidades de España. No queremos que se vuelva a relacionar Andalucía con la corrupción»

 ?? ??
 ?? // EP ?? El consejero de Justicia, Administra­ción Local y Función Pública, José Antonio Nieto, tras el Consejo de Gobierno
// EP El consejero de Justicia, Administra­ción Local y Función Pública, José Antonio Nieto, tras el Consejo de Gobierno

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain