El tenis se queda sin cabeza
▸A doce días de Roland Garros, el poco rodaje de Nadal, las malas sensaciones de Djokovic y las lesiones de Sinner y Alcaraz dejan un torneo lleno de incógnitas
Desde 1981 hasta el año 2004, Roland Garros tuvo 16 campeones. Desde el año 2005 hasta el pasado 2023, cuatro. Una drástica disminución de apellidos que tiene un responsable: Rafael Nadal. Ocupa todo el espectro de estas dos décadas con apenas tres espacios sin mordisco por problemas físicos: 2009 (perdió ante Soderling en octavos aquejado de anginas), 2016 (no se presentó en tercera ronda ante Granollers), 2023 (baja), o porque alguien obraba un milagro, como en 2015 (cuartos) y 2021 (semifinales) hizo Novak Djokovic.
El año pasado, la ausencia del balear abrió las puertas a los jóvenes, pero tenía el mando del tenis el serbio y nadie se lo discutió: tres de los cuatro Grand Slams, 24 en total. Sin embargo, en este 2024, Roland Garros es una incógnita. A doce días del inicio, nadie asoma como favorito, demasiadas dudas en quienes hasta hace nada copaban las quinielas.
La esperanzadora vuelta de Nadal sigue sin tener poso de realidad para aspirar a grandes hazañas, aunque se trata de Nadal y solo con su presencia de nuevo en la Philippe Chatrier, con todos los pasos que ha dado para construir una trayectoria única, ilusiona a propios y extraños y achica a muchos otros. «Ahora mismo no tengo una decisión tomada. Si tengo que decir lo que siento, digo que estoy más cerca de ir a
Roland Garros a darlo todo», fueron sus últimas palabras sobre este tema, tras caer en segunda ronda del Masters 1.000 de Roma este sábado ante Hurkacz.
Con todavía molestias físicas como confesó después, en la pista no le dio el nivel ante el polaco. Y deslizaba en Madrid que no puede ir a su París de cualquier forma, que ha sido un idilio magnífico, 115 partidos, 14 títulos, solo tres derrotas: «Después de todo lo que he vivido allí, no quiero sentirme según de qué manera en una pista tan importante». Y eso pasa por tener la «posibilidad de competir realmente, no como en Madrid o en Barcelona». No, no irá solo a saludar. Lo ha demostrado en cada ocasión y así lo saben sus rivales.
Esos que tampoco están en su mejor momento. «Tienen que mejorar mucho las cosas para tener una opción de ganar», concedía Djokovic tras perder en tercera ronda en Roma ante Tabilo (62 y 6-3). El número 1 defiende una corona que hubiera sido sorpresa mayúscula no haberla logrado: sin Nadal y con los calambres de Alcaraz en semifinales, no le pudo la presión. Pero en este 2024 suma números impropios de su trayectoria. Sin títulos hasta la fecha (solo le ha pasado una vez en veinte años), perdió en semifinales en Australia, en segunda ronda en Indian Wells, en semifinales en Montecarlo y en tercera ronda en Roma, ausente en Miami y en Madrid, y sin que las sensaciones sean mucho mejores que las del balear.
Situación que puede hacer peligrar su atalaya de la ATP: defiende 2.000 puntos de campeón y acecha Jannik Sinner, que solo sumó 45 puntos en 2023. De hecho, el italiano será número 1 virtual en cuanto comience el torneo y el serbio está obligado a llegar a semifinales, al menos, para permanecer en el trono.
No obstante, Nadal y Djokovic son, por números, historia y capacidad, los que saben ponerse el traje de campeones cuando llegan las fechas importantes, y pocas más importantes que esta.
Con las leyendas en su otoño, casi 37 años Djokovic, casi 38 Nadal, se esperaría el alivio de los jóvenes, horizonte despejado tras una hegemonía atroz, y con toda la potencia y la ambición que otorga la recién estrenada década de los veinte. Pero tampoco llegan firmes. Desaparecido en Montecarlo y Barcelona, a trompicones por ese músculo pronador que le impide ejecutar la derecha, su derecha, con confianza como para dar un paso más en París tras las semifinales del año pasado, Carlos Alcaraz apenas ha jugado cuatro partidos en tierra batida. Perdió en octavos ante Andrey Rublev en Madrid, pasó por su casa para celebrar su 21 cumpleaños y volvió a los entrenamientos, primero acondicionamiento físico, y solo desde ayer, raqueta en ristre. Vuelven a ser varios días sin peloteos, como ya pasó cuando decidió no jugar en Barcelona, para priorizar el descanso y la recuperación y no complicar más la lesión. Quiere llegar en plena forma, pero no hay garantías.
Tampoco el tenista más en forma de principio de curso ha mantenido el nivel físico en esta gira. Sinner, 28 triunfos de 30 partidos, ganó en Australia, Róterdam y Miami, pero en tierra batida se quedó en semifinales en Montecarlo y fue baja antes de cuartos en Madrid para protegerse la cadera, con molestias por la acumulación de partidos. El italiano tampoco estuvo en Roma. «Intentaré estar al 100% tan pronto como sea posible, ojalá para intentar jugar en París, Wimbledon y el resto de torneos. Pero nos tomaremos nuestro tiempo, no habrá prisas», comentó, más dudas.
Tras veinte años con un solo nombre en la cabeza por estas fechas, este Roland Garros es toda una incógnita.
Rafael Nadal Campeón de 14 Roland Garros «No tengo una decisión tomada. Si digo lo que siento, estoy más cerca de ir a París a darlo todo»
Novak Djokovic Número 1 del mundo «Tienen que cambiar muchas cosas para darme una oportunidad de ganar en Roland Garros»