El obispo sedevacantista excomulgado que pide donativos en Instagram
▸ Relacionado con los lefebvrianos, no reconoce ningún Papa posterior a Pío XII
«Su Católica Grandeza Episcopal, de infante, como siempre sonriendo (sic)». El álbum de fotos que la web Pía Unión de San Pablo Apóstol dedica a su fundador lo describe así, en una imagen de niño, vestido con una camisa de cuello engolado y peto azul. Es la primera de más de un centenar de fotos que muestran a Pablo de Rojas SánchezFranco –el obispo sedevantista excomulgado por la Iglesia católica que ha «acogido» a las monjas que han roto con el Vaticano– en múltiples facetas.
Aparece casi siempre vestido con una impecable indumentaria eclesiástica propia de la Iglesia preconciliar. Así, su «Ilma. Rvdma.» se presenta ora en los toros –de bonete, sotana de cuello romano y llamativo pectoral–, ora en su recargado domicilio particular de Bilbao, vestido de morado y con roquete, «con su querido pastor alemán, de pedigrí rosa», o «tomando puntualmente su té en el Ritz, aprovechando que visita el centro de Londres».
No extraña que cuando El Correo le entrevistó en 2008 posara en su salón –tan recargado, ecléctico, grandilocuente y pretencioso que sólo puede encajar en el ‘estilo remordimiento español’–mientras tomaba el té, servido por su doncella de cofia y delantal y su mayordomo asiático de impecable chaqué. O que usara el plural mayestático cuando hablaba de sí mismo: «’Nos’ queremos darnos a conocer», justificaba la razón de haber la entrevista.
En realidad, Pablo de Rojas nació en Linares en 1981, en una familia de joyeros. De su linaje, destaca a su «querido y añorado abuelo», que fue «jefe provincial del Movimiento Nacional» de 1948 a 1955. Un pasado franquista, que por edad no pudo conocer en primera persona, pero que sigue haciendo presente en las redes de la pía unión. Según la web, «desde que tenía uso de razón manifestó vocación sacerdotal» y «asistía con fervor y piedad a las Misas Tridentinas», lo que acabaría derivando en un tránsito por varios seminarios tradicionalistas, hasta que fue ordenado presbítero (2005) y obispo (2006) por el antiguo jesuita Derek Schell (consagrado obispo en el Palmar de Troya en 1976). Una ceremonia que pareció saberle a poco, porque en 2010 volvió a recibir ‘sub conditione’ todos los grados del sacramento del orden de manos Ricardo Subirón. por lo que remonta su sucesión apostólica al obispo vietnamita Pierre Martin Ngô Dinh Thuc, que participó en las ordenaciones de los lefebvrianos.
A pesar de su pasado, afirma que «no ha tenido nunca nada que ver con la secta del Palmar de Troya ni con otras». En la práctica, lo que hizo De Rojas fue crear la Pía Unión con sede en Bilbao y con una actividad en apariencia católica, pero lejos de los actuales postulados de la Iglesia romana. De hecho, no considera legítimo a ningún papa desde Pío XII. En sus post de Instagram dedica más espacio a sus cuentas corrientes y reclamar donativos que a la descripción de su actividad. Para evitar confusiones, en 2019, el obispo de Bilbao, Mario Iceta, decretó su excomunión. Ahora, al acoger a las monjas se reencuentra con Iceta, ya como arzobispo de Burgos, con la intención de engrandecer su reducida comunidad sedevacantista con las 16 religiosas que se suman al cisma.