La defensa del Sevilla, mejor con Loïc Badé
Ocho clasificaciones europeas firmó el Sevilla en el siglo pasado por las 19 que consiguió en la presente centuria
TALISMÁN ATRÁS
sa etapa que ha llenado de plata las vitrinas del Sánchez-Pizjuán. Ahora el Sevilla FC cierra un ciclo de 11 participaciones consecutivas en Europa. Junto a Real Madrid, FC Barcelona y Bayern Munich, los nervionenses formaban parte de los únicos cuatro clubes del Viejo Continente que venían jugando algún torneo europeo durante diez cursos consecutivos o más. De hecho, los azulgranas tienen el récord de haber disputado cada año las competiciones internacionales desde que se instaurasen en 1955. El Real Madrid se quedó sin presencia europea por última vez en la 1996-1997, mientras que la última ausencia del Bayern Munich se remonta a la 1992-1993.
La marca contemporánea del Sevilla, en este sentido, se queda de momento en 19 clasificaciones europeas en el siglo XXI. Para hacerse una idea del hito, los del Sánchez-Pizjuán únicamente habían logrado ocho clasificaciones europeas a lo largo de todo el siglo XX, algo que van camino de triplicar cuando sólo han transcurrido 24 años del nuevo siglo. Toca en estos momentos dar un pasito atrás para tomar impulso. De celebrar en la Puerta de Jerez aquel citado regreso a Europa en 2004 con Joaquín Caparrós a la última fiesta de Budapest en 2023, que daba al equipo de Mendilibar su séptima Europa League y un billete para la Champions. Antes, habían llegado los entorchados en la segunda competición continental en las recordadas finales de Eindhoven, Glasgow, Turín, Basilea, Varsovia y Colonia.
El trío de centrales que Quique dispuso en Villarreal (3-2) sufrió más de lo esperado. Badé causó baja por sanción y el entrenador del Sevilla FC tuvo que recomponer su defensa tirando de Nianzou, que no jugaba de titular en LaLiga desde el 21 de enero, para incrustarlo en el eje junto a Sergio Ramos y Kike Salas. La solución no salió todo lo bien que deseaba el técnico y el Sevilla FC se topó con muchos problemas en La Cerámica a la hora de contener a los Sorloth, Akhomach, Baena, Guedes y compañía.
Tanto Ramos como el canterano Kike Salas bajaron su nivel de anteriores partidos. El camero salió en la foto de los dos primeros goles del Villarreal mientras que el de Morón sufrió la posible falta de Sorloth en el salto del noruego que se tradujo en el gol de la victoria de los locales. Nianzou, por su parte, no cometió errores graves pero acusó como es lógico su inactividad y se cargó con una tarjeta amarilla demasiado pronto, al cuarto de hora de partido.
No cabe duda de que el Sevilla FC acusó la ausencia de Löic Badé. Más allá de los análisis y las sensaciones, así lo dicen los números. No en vano, de los 10 partidos de LaLiga que no ha jugado el defensor francés, ya sea por sanción como este sábado, lesión o decisión técnica, el Sevilla FC sólo fue capaz de ganar uno de ellos, precisamente en el debut de Quique Sánchez Flores en el banquillo nervionense con la victoria ante el Granada en Los Cármenes (0-3).
El resto de ausencias ligueras de Badé se saldan con unos guarismos bastante impactantes en lo negativo: 7 derrotas sevillistas y dos empates. Y no queda ahí la cosa. El Sevilla FC también perdió los únicos dos encuentros de Champions en los que Badé estuvo lesionado, ante el PSV en Nervión (2-3) y en Lens en la última jornada (2-1). También cayeron los de Nervión eliminados en la Copa ante el Atlético de Madrid (1-0) en un choque disputado en el Metropolitano en el que Quique decidió dejar al galo en el banquillo para apostar por el trío de centrales Ramos, Marcao, Nianzou. El Sevilla FC compró a Loïc Badé el pasado verano, atándolo con un contrato hasta 2027. El central francés, de 24 años, había llegado en el mercado de invierno anterior al equipo hispalense como cedido y tras su importante papel el Sevilla decidió pagar los 12 millones de euros que estipulaba la opción de compra pactada con el conjunto galo del Rennes en su día.