Subidón del PP, que se impone en el duelo de la derecha constitucional
▸ Gana 12 escaños, sube hasta los 15 y supera a Vox como cuarta fuerza en el Parlament
«El PP ha vuelto y lo hace con más fuerza que nunca». Con esta frase contundente resumía Alejandro Fernández el resultado electoral del PP en Cataluña, que acabó ayer con una sangría histórica que duraba ya once años. Fin a una caída que comenzó en 2012, el año de sus mejores resultados en esta autonomía, y que se había prolongado hasta este domingo, cuando los catalanes regalaron al PP un impulso suficiente para convertirse en la cuarta fuerza del Parlament con 15 diputados, 12 más que los conseguidos en 2021. Objetivo cumplido. Porque tocaba crecer y hacerlo con el brío suficiente para dejar atrás a Vox, algo que la formación liderada por Fernández logró con holgura, lo que refuerza la figura del tarraconense, envuelto hasta ayer en las dudas que el propio partido había generado a su alrededor con la tardía elección del candidato.
La euforia desatada entre los miembros del PP catalán una vez acabado el recuento de votos evidenciaba el alcance del resultado logrado y también dejaba entrever cierta sensación de alivio. De tensión liberada. Lloraba de alegría el candidato, con un gesto feliz y muy diferente del que lucía cuando llegó al hotel Grand Marina a primera hora de la noche. Entonces, a Fernández se le notaban los nervios, disipados tras desvelarse el primer sondeo, que servía para adivinar un buen resultado. Sin alardes, pero exhibiendo un crecimiento notable respecto a la debacle de 2021, cuando el partido tocó fondo con solo tres escaños. Hubo que esperar, con los resultados ya consolidados, para confirmar y mejorar esos augurios. Respiró entonces el candidato y también todo su equipo. Objetivo cumplido con creces. Por encima del mejor escenario fijado en Génova. Alivio general, sobre todo, porque la última semana había estrechado las expectativas entre los populares, castigados por las encuestas que les situaban en un empate técnico con Vox en los mejores de los casos.
El resultado corta años de caída del PP en Cataluña, donde no mejoraba su presencia en el Parlament desde 2012. Entonces, Alicia Sánchez-Camacho había logrado 19 escaños, techo histórico de un partido que se había ido dejando votos paulatinamente desde ese momento. Una parte de aquellos 471.000 electores que un día eligieron a los populares volvieron a depositar ayer esa papeleta en la urna. En total, el PP logró alrededor de 341.000 votos que conescrutinio. Sus palabras servían de metáfora para entender el alcance de los números y darse cuenta de que, a pesar de la mejoría, el objetivo del PP está incluso más arriba. Ambición que sí exhibió la formación en Cataluña y que no se hizo tan evidente en el País Vasco, en una situación similar de crecimiento sin incidencia en la gobernabilidad. «Hace tres años tocamos fondo y supimos reaccionar. Hay partidos que desaparecen y nosotros decidimos luchar y no darnos por vencidos nunca. La autocrítica fue la primera piedra para afrontar esta recuperación. Y el siguiente objetivo nacerá también de ahí, para estar luchando por la victoria en las siguientes elecciones. Si creemos en ellos, es posible y nosotros creemos en ello», dijo Fernández, que se lanzó un mensaje a los votantes de Ciudadanos, a los que prometió «cuidar de sus principios», pero no mencionó a Vox, al que el PP superó con holgura en la batalla de la derecha constitucional.
Cuca Gamarra, secretaria general, mostró la satisfacción de la dirección nacional por los resultados y se embarcó en la ambición resaltada por Fernández. «El PP ha vuelto a Cataluña y lo hemos hecho para quedarnos y seguir creciendo». Una idea, la de crecer y mirar hacia el PSC y Junts, que también repitió Dolors Montserrat, directora de campaña y candidata del PP a las próximas elecciones europeas. «No nos conformamos y vamos a trabajar para que este apoyo crezca y que en las próximas elecciones, toquen cuando toquen, el PP siga subiendo hasta la victoria», señaló, consciente de que más allá de una posible repetición electoral o una hipotética convocatoria de generales, el proceso más próximo son las elecciones europeas del 9 de junio, a las que ella se presenta como cabeza de lista del PP.
De ahí, que además del crecimiento, el hecho de haber superado con holgura a Vox refuerza las opciones de futuro del PP, que se impone como primera fuerza de la derecha constitucional, lo que tratará de rentabilizar en las campañas venideras. El primer paso está dado. La alegría ha vuelto al PP catalán.