A TikTok le quedan 270 días para salir de Estados Unidos
▸Joe Biden firmó ayer la ley que veta la red social, salvo que en los próximos nueve meses China se desvincule y la ceda a una empresa estadounidense
Desde que el presidente Joe Biden promulgó la nueva ley relativa a la Seguridad Nacional de Estados Unidos, la empresa china ByteDance tiene 270 días para vender TikTok. Si no cumple con ese requisito, el 19 de enero esa popular red social de vídeos, con 170 millones de usuarios registrados en el país, quedará prohibida en EE.UU. Si la empresa pide una prórroga, podría contar con otros 90 días, es decir, que el veto final podría caer, si Biden en persona lo autoriza, en aproximadamente un año.
A efectos prácticos, lo que eso supone es que la aplicación desaparecería de la tienda de aplicaciones de Android y del iPhone en Estados Unidos. Ambas son controladas por empresas norteamericanas, Google y Apple, respectivamente, y se enfrentarían a multas si no acatan la decisión del Gobierno. De ese modo, los usuarios de teléfono no podrían acceder a actualizaciones, y poco a poco la aplicación quedaría desfasada. En ningún caso desaparecería de forma automática de los teléfonos donde ha sido ya instalada.
Esta ley –aprobada por la Cámara de Representantes el sábado, respaldada por el Senado el martes y promulgada por Biden apenas un día después– está diseñada específicamente para impedir que los datos personales de usuarios estadounidenses sean transferidos a países adversarios como China. En concreto, el texto legal define «aplicaciones controladas por adversarios extranjeros» como aquellas que sean operadas directa o indirectamente por empresas vinculadas a los regímenes de Corea del Norte, China, Rusia e Irán. La ley detalla además cuáles son los datos sensibles. Entre estos se incluyen la localización geográfica precisa, comunicaciones privadas y la información financiera.
ByteDance, la matriz de TikTok, ha anunciado que llevará esta decisión a los tribunales, lo que hace prever una batalla legal bastante dilatada. La única opción que le da EE.UU. es que venda la red social a otra entidad que el presidente determine que no supone un riesgo de seguridad, y de un modo en que no haya vínculo alguno con China. Según dijo la empresa en un comunicado «es lamentable que el legislativo esté utilizando el pretexto de la asistencia extranjera y humanitaria para impulsar una vez más un proyecto de ley de prohibición que pisotearía los derechos de libre expresión de 170 millones de estadounidenses».
Efectivamente, los diputados ligaron una serie de votos el pasado sábado 20 de abril, y este veto fue aprobado junto a las ayudas a Ucrania, Israel y Taiwan, entre otros asuntos de política exterior, incluida la ayuda humanitaria a la franja de Gaza. ByteDance alega en sus informes que TikTok es un instrumento de negocio de siete millones de empresas y emprendedores de EE.UU., que entre todos generan unos ingresos de 24.000 millones anuales en publicidad.
Esta ley dirigida contra TikTok ha logrado un apoyo bipartidista. La mayoría de republicanos y demócratas se ha unido al considerar que representa una amenaza para la seguridad nacio
nal estadounidense. Las votaciones así lo reflejan: 360 votos favorables de 435 en la Cámara de Representantes y 79 de 100 en el Senado.
El senador republicano Marco Rubio, uno de los mayores defensores de este veto, explica sus motivaciones de este modo: «Durante años, hemos permitido que el Partido Comunista chino controle una de las aplicaciones más populares en América. Eso es una falta de preparación peligrosa, pero afortunadamente estamos despertando ante la amenaza que representan las empresas controladas por China para EE.UU. Debemos actuar más rápidamente en el futuro cuando nos enfrentemos a amenazas similares, porque China no se rendirá».
La Casa Blanca, por su parte, prefiere no hablar de prohibición, sino de desinversión. La portavoz de la presidencia, Karine Jean-Pierre, asegura: «Hay que ser muy claros, no es una prohibición; es una desinversión. Esto garantizaría que la propiedad de estas aplicaciones no esté en manos de aquellos que puedan explotarlas y hacernos daño».
Ese consenso bipartidista no significa, sin embargo, unanimidad. Una serie de diputados y senadores más en la línea libertaria, a derecha e izquierda,
han denunciado este veto y advierten de que China podría responder del mismo modo, aumentando la prohibición de aplicaciones y sistemas operativos en EE.UU. De puertas para dentro, la dictadura comunista ya impone restricciones y todo tipo de censuras a sus usuarios, y siempre favorece el uso de programas que hayan sido diseñados en China y cuyos servidores se alojen allí.
Rand Paul, republicano de Kentucky, denunció en el Senado el martes que el proyecto de ley «violaría los derechos de la Primera Enmienda» de los usuarios de TikTok y «daría al gobierno el poder de forzar la venta de otras compañías». La Primera Enmienda de la Constitución es la que regula la libertad de expresión en EE.UU.
Este no es el primer intento de prohibir TikTok si sigue siendo controlado por China. Ya lo planteó Donald Trump en 2019, pero su partido no se decidió a promulgar el veto entonces. Una primera ley al respecto, que daba plazos más breves, fue aprobada en enero y quedó bloqueada en el Senado.
China se ha opuesto a la venta de TikTok, y de todos modos faltaría encontrarle un comprador que este dispuesto a pagar los miles de millones que puede costar la aplicación.