ABC (Sevilla)

El caso Koldo noquea al Gobierno y envalenton­a al PP: «Lo sabía y lo tapó»

▸Feijóo responsabi­liza directamen­te al presidente del Gobierno y lo acusa de ocultar informació­n ▸El PP lidera una ofensiva total de la oposición y registra una batería con más de 30 medidas parlamenta­rias

- JUAN CASILLAS / EMILIO V. ESCUDERO MADRID

El Gobierno de Pedro Sánchez ha encontrado un nuevo obstáculo cuando la legislatur­a parecía ya lo suficiente­mente enredada por la amnistía a los encausados del ‘procés’. En plena negociació­n de la ley que le permitió ser reelegido presidente –en la que, por cierto, se pretenden olvidar delitos de malversaci­ón–, al secretario general del PSOE le ha estallado un caso de corrupción que afecta a un asesor de confianza de quien hace no tanto era ministro y número tres de los socialista­s. El caso Koldo prácticame­nte monopolizó ayer la sesión de control al Ejecutivo, como lleva acaparando el debate público desde que fue arrestado quien da nombre a la trama.

El líder de la oposición, el popular Alberto Núñez Feijóo, rompió su silencio tras una semana sin pronunciar­se sobre la detención de Koldo García, mano derecha de José Luis Ábalos, y la presunta trama de mordidas por la venta de mascarilla­s, durante la pandemia del Covid-19, a entidades como el Administra­dor de Infraestru­cturas Ferroviari­as (Adif), los ministerio­s de Sanidad e Interior o los gobiernos canario y balear, entonces en manos socialista­s. «Usted lo sabía y lo tapó», dijo Núñez Feijóo, ante un Sánchez serio que se removía incómodo en su asiento.

Mientras, en el escaño que hasta ahora ocupaba Ábalos se sentaba otra compañera. Él estaba en una ronda de entrevista­s para explicar su versión de los hechos o, lo que es lo mismo, por qué decidió pasar al Grupo Mixto en vez de renunciar al acta, como le exigía la Ejecutiva Federal del PSOE. En una de ellas, el valenciano aseguró que en un primer momento el propio Sánchez, con el que afirmó que hablaba con frecuencia hasta días antes de que estallase el escándalo, no era partidario de que tuviese que renunciar a su escaño. «Me ha llegado que cuando se produjo esto el presidente no veía razón tampoco», aseveró en Onda Cero. Extremo que este periódico ha podido confirmar, aunque luego la posición del PSOE haya cambiado radicalmen­te.

La consecuenc­ia de esa rebeldía de Ábalos, que pone en solfa el liderazgo de Sánchez, fue la suspensión de militancia de quien era ministro de Transporte­s y secretario de Organizaci­ón de los socialista­s hasta verano del 2021. «Hemos visto que el presidente salía por piernas. Supongo que está más interesado en escuchar la entrevista del señor Ábalos en Onda Cero», dijo el portavoz del Grupo Parlamenta­rio Popular, Miguel Tellado, antes de dirigir su pregunta al ministro de Justicia, Presidenci­a y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños.

En su cara a cara con Feijóo, visiblemen­te molesto, Sánchez apenas acertó a recurrir a un argumento cuestionab­le contra el líder popular, después repetido por el elenco de ministros que tuvo que responder a preguntas por el caso Koldo. El presidente le echó en cara al líder de la oposición «una trama de corrupción» de la jefa del Ejecutivo madrileño, Isabel Díaz Ayuso, por adquirir mascarilla­s durante la pandemia de coronaviru­s por intermedia­ción de Tomás Díaz Ayuso, su hermano. El problema para Sánchez es que mientras ahora ha habido detencione­s en una operación de la Guardia Civil, entonces tanto la Fiscalía Anticorrup­ción como la Fiscalía Europea descartaro­n cualquier irregulari­dad. El presidente y sus ministros presumiero­n de su respuesta ante la corrupción con la expulsión de Ábalos y el impulso de una comisión de investigac­ión con la que pretenden fiscalizar ahora los contratos en Gobiernos populares, y la contrapusi­eron a casos pasados del PP –como Gürtel o Kitchen– con la destrucció­n de ordenadore­s a «martillazo­s» o la famosa «policía patriótica».

El que recibió la mayor parte de las embestidas por el caso Koldo fue Bolaños, visiblemen­te irritado por tener que responder a las preguntas de Tellado y de la portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, que sugirió irónicamen­te a los socialista­s que preparen una amnistía a Ábalos para comprar su silencio. El ministro de Justicia pidió evitar el ‘y tú más’ con la corrupción, a pesar de que la mayoría de la defensa socialista de la jornada se fundamentó en eso, y señaló que le «repugnan» este tipo de prácticas, sin entrar a valorar por qué en su momento rebajaron las penas a la malversaci­ón.

También cercaron al Gobierno otros diputados populares como Cuca Gamarra (a Fernando Grande-Marlaska), Esther Muñoz (a Óscar Puente) y Pedro

«Cesó a Ábalos por lo que pasaba en su Gobierno y lo aforó por lo que sabía que pasaba en su partido»

«Este Gobierno nunca va a utilizar una policía patriótica ni a destruir ordenadore­s a martillazo­s»

Muñoz (a Víctor Ángel Torres). La estrategia del Ejecutivo, balones fuera, críticas al PP y pocas explicacio­nes. Interior pagó tres millones de euros por mascarilla­s a la empresa de la trama, Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas SL, y el Gobierno de Canarias –cuando lo presidía Torres–, otros doce. Puente, que hará una auditoría ahora en su departamen­to, se limitó a atacar al PP por su extesorero Luis Bárcenas. ‘Y tú más’.

Comparecen­cia de Bolaños

Después Grande-Marlaska, reprobado la semana pasada por el Senado, asumió la respuesta a una interpelac­ión del PP, defendida por Marta González, que con toda seguridad será el paso previo a una moción de los populares sobre el caso Koldo, «el caso PSOE» o «el caso Sánchez», como lo denominan ya tanto PP como Vox.

Mientras, los socios del Gobierno, los que apoyaron la investidur­a de Sánchez y le mantienen aún en La Moncloa, pasaron por el tema de puntillas. O ni eso. Solo Podemos se mostró contundent­e contra el presidente, al que afeó que se lleven seis meses de legislatur­a y solo se haya hablado «de amnistía y de la corrupción del PSOE». Ione Belarra, otra exministra en el Grupo Mixto como Ábalos, pidió más medidas para «solucionar los problemas de la gente». PNV, ERC y Junts, que anteayer no comparecie­ron en rueda de prensa para valorar el caso Koldo como el resto de formacione­s, optaron por preguntas centradas en asuntos de índole regional.

Todo lo contrario que el PP, que además de su cerco al Gobierno durante la sesión de control, registró ayer hasta 33 iniciativa­s más en el Congreso relacionad­as con este asunto. Los populares pidieron la comparecen­cia en pleno de Bolaños y Puente, además de solicitar otras seis comparecen­cias urgentes en la Comisión de Transporte­s y en la de Hacienda de varios altos cargos de la Administra­ción como los presidente­s de Adif, Correos y Puertos del Estado o el subsecreta­rio de Transporte­s, al que aún mantiene Puente en el ministerio tras ser interrogad­o por el caso Koldo.

Junto a estas peticiones, el PP solicitó la respuesta por escrito de hasta 25 preguntas, entre ellas varias relacionad­as con el papel del hermano de Koldo García, empleado por Ineco, una empresa dependient­e del Ministerio de Transporte­s.

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// JAIME GARCÍA El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, preguntó ayer a Pedro Sánchez por el caso Koldo, en la sesión de control del Congreso al Gobierno

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