«Yo con el dopaje estoy fuera de peligro, cumplo la normativa»
Mariano García Campeón del mundo de 800 metros en pista cubierta
París 2024 «Me he imaginado muchas veces ganando en los Juegos»
Mariano García (Cuevas de Reyllo, 1997) comparece a su cita con ABC silbando como un pajarillo, imitando los sonidos que escucha en los campos por donde entrena a diario. Es la misma técnica que utiliza para quitarse presión en la cámara de llamadas antes de cualquier carrera, y ya pueden imaginar el desconcierto de sus rivales. Se le ve fino, el rostro enjuto. Y acaba de raparse. «Por aerodinámica. Así cojo mejor las curvas», dice con sorna este enamorado de la F1. «Si corro mucho este fin de semana, me dará tiempo a ver la carrera de Baréin», continúa vacilando quien, en realidad, está completamente enfrascado en la posibilidad de revalidar su título mundial de los 800 metros en pista cubierta (rebautizada pista corta). Glasgow es la primera cita de un año realmente intenso en el que también defenderá su oro europeo al aire libre, y que culminará con los que deben ser sus primeros Juegos Olímpicos. El murciano se perdió los de Tokio por una inoportuna apendicitis de última hora, y no hay día en el que no sueñe con vivir esa experiencia. Pero lo primero es lo primero.
—¿Cómo llega a Glasgow?
—Las sensaciones son bastante buenas. También tengo muchas ganas, que es lo importante en una gran competición.
—¿Llegar como vigente campeón le añade responsabilidad o confianza? —Esto es como un videojuego. Cuando llegas al final de una pantalla te dan una copa y pasas al siguiente nivel. Y según vas subiendo cada vez es más difícil. Ahora me toca pasar otra pantalla.
—Hubo una pugna muy dura entre Adrián Ben y Mohamed Attaoui por acompañarle a Glasgow. —No sé. Yo he estado en mi casa, en mi pueblo, y ahí estoy desconectado. Me llevo bien con los dos. Ahora le ha tocado venir a Attaoui, que en pista cubierta es nuevo en la selección. Va a debutar como yo hice en 2019, a la misma edad. Y hará un gran papel, seguro.
—¿Cómo lo definiría como atleta?
—Hay que tener mil ojos con él; siempre se te puede colar por dentro o pasarte por fuera en un cambio de esprint. Cuando te descuidas, te pasa. Y si lo hace, piensas: «mierda, ya no lo pillo».
—Esa competitividad en el 800, ¿hace que todos saquen su mejor versión?
—Ese nivel hace que no nos relajemos. Cuando corres con gente que está a cuatro o cinco segundos, sabes que tienen que mejorar mucho para ganarte. Pero cuando te enfrentas a gente que está a medio segundo, sabes que en cualquier descuido te quitan las pegatinas.
—El capricho del calendario ha hecho
que tenga que defender dos títulos en una misma temporada.
—Es una motivación extra. No sé si en la historia se habrá dado una situación parecida y si alguien habrá podido revalidar dos títulos consecutivos. Pero ¿por qué no ser yo el primero? Y luego conseguir un tercero, hacer un triplete estaría muy bien.
—¿Cuánto piensa en París?
—Vamos paso a paso. Ahora mismo sólo estoy pensando en el Mundial porque es lo más cercano. París está muy bien, pero antes tengo que clasificarme en el Campeonato de España, que es donde tengo que estar al cien por cien. Me he imaginado muchas veces ganando en los Juegos. Pero claro... En la vida real todo cuesta su trabajo. Igual que cuando de pequeño te costaba conseguir unas zapatillas para poder correr. Paso a paso.
—Usted tiene de entrenador a Gabi Lorente, que también lo es de Mohamed Katir. ¿Cómo le ha afectado la sanción de su otro pupilo?
—En los últimos días no hemos tenido mucho trato porque él ha tenido varias competiciones de sub-18 en Cartagena y yo estaba ya pendiente del Mundial. Pero estamos bien, confiados. Vendrá conmigo a Glasgow y me dará esa confianza que me hace falta de verlo a pie de pista. Conmigo no muestra aspecto de desilusión ni nada. Tiene siempre la misma cara. Esté alegre o triste. No he tenido que animarlo.
—Y en su tierra, ¿cómo ha caído lo de Katir?
—En mi pueblo no me han dicho nada. Al final estoy en un lugar descuidado que me conocen las ovejas y los ciudadanos de allí y yo he seguido igual, entrenando con mucha motivación para el gran campeonato que viene.
—¿Por qué no aparece su firma junto a la de los 98 atletas que escribieron al CSD exigiendo medidas contra el dopaje?
—No sé la razón. Me enteré tres o cuatro días después de que saliera la noticia. Ni me avisaron. Aparte, que me hubiera leído eso y a lo mejor no hubiera entrado al detalle de firmar porque no quiero meterme en jaleos. Yo quiero evitar las polémicas porque mi trabajo es cumplir la normativa. Yo estoy fuera de peligro porque sé que hago mi trabajo como corresponde. Lo demás se lo dejo a los que están por encima. Que ellos se calienten la cabeza. Y yo, a hacer grandes entrenamientos y campeonatos. Igual cuando acabe la temporada miraré esos temas, pero ahora mismo no los quiero ni pensar. Mejor estar centrado, sin pájaros en la cabeza. Que además del deporte estoy estudiando y estoy muy feliz porque este primer cuatrimestre he hecho pleno en la universidad, que en la vida lo había conseguido.
—Haga un pronóstico para la final del 800.
—Seguro que va a haber dos españoles, y espero que los dos estén en el podio. Y luego, pues quien quiera está invitado.