Biden contraprograma a Trump y los dos visitarán mañana la frontera con México
▸ El presidente de EE.UU. tiene urgencia por cambiar el debate sobre inmigración
La inmigración es uno de los temas más calientes de la elección presidencial en EE.UU. y el mejor ejemplo se verá mañana en Texas, uno de los estados que hacen frontera con México. Donald Trump tiene programado un acto político en Eagle Pass, una localidad fronteriza, desde la semana pasada. Ahora se ha conocido que Joe Biden ha contraprogramado con una visita a la misma frontera el mismo día: será en la ciudad fronteriza de Brownsville, también en Texas.
El presidente de EE.UU. tiene urgencia por cambiar el debate sobre inmigración, en el que por ahora lo tiene todo en contra de cara a la cita con las urnas del próximo noviembre. Su primer mandato se ha visto agitado por el caos migratorio, después de llegar a la Casa Blanca y prometer una política «humana y ordenada» y regularizaciones masivas. El número de detenciones de inmigrantes indocumentados en la frontera ha batido todos los récords y la presión migratoria ha disparado la presión en ciudades gobernadas por demócratas, como Nueva York, Chicago o Washington, donde han recalado cientos de miles de inmigrantes en poco más de un año.
Biden buscará ofrecer un contrapunto con Trump, que ha elegido Eagle Pass porque es el centro de disputas entre las autoridades locales y las autoridades federales de la frontera.
El expresidente ha endurecido en los últimos meses su discurso. Repite que EE.UU. sufre una «invasión» y ha dicho que los inmigrantes «envenenan la sangre de este país».
En una reedición de su ascenso al poder de 2016, que tuvo como mensaje central la construcción de un muro con México que pagaría el país vecino, Trump ahora habla de emprender la «mayor deportación de criminales ilegales en la historia de EE.UU».
Echar la culpa a Trump
El mensaje que tratará de imponer Biden es que la solución para el caos fronterizo no llega por culpa de Trump y de sus aliados republicanos en el Congreso. Este año, su Administración impulsó un acuerdo en el Senado que tuvo apoyo de legisladores de ambos partidos y que aparejaba miles de millones de dólares para la frontera con paquetes multimillonarios de ayuda militar a Ucrania e Israel.
El año pasado, muchos republicanos dijeron que no aprobarían dinero para la guerra en Ucrania si no se reforzaba la seguridad en la frontera. Pero ahora el acuerdo, que incluye esos términos, ha saltado por los aires porque Trump se ha opuesto. Y, con él, muchos republicanos de la Cámara de Representantes.
Trump sabe que eso sería un triunfo legislativo sobre inmigración para Biden y lo ha combatido con fuerza, defendiendo que sería «un regalo para la izquierda radical».
El anuncio de la visita de Biden, que ha ido una vez a la frontera desde que es presidente, ha sido criticado con dureza por la campaña de Trump. Lo califican de «intento de última hora e insincero de Biden por perseguir al presidente Trump» y defienden que la razón por la que va es porque «va perdiendo por mucho» en la campaña. Para mejorar sus perspectivas electorales, la Administración Biden ha filtrado que se plantea la aprobación de decretos presidenciales para limitar la capacidad de los inmigrantes para pedir asilo, la razón por la que muchos logran quedarse en EE.UU. Pero eso le supondría problemas con la facción izquierdista de su partido. Una de sus representantes, la diputada Alexandria Ocasio Cortez ha defendido que el asilo «es un derecho de todo el mundo» y que, en referencia a Trump, «no podemos cargarnos nuestros principios ante una amenaza autoritaria».