El agua regenerada aumenta los nutrientes que recibe el olivar Valoran de forma positiva el decreto de sequía
▸ Reutivar 2.0 crea un modelo predictivo que permite mejorar este tipo de riego
El riego a través de vías no convencionales es uno de los puntales del futuro del olivar. La asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía, Feragua, está trabajando en el proyecto Reutivar 2.0, que analiza la viabilidad del uso de las aguas regeneradas a partir de tres variables: su impacto sobre el suelo, sobre la calidad de los cultivos y sobre la variación espacio-temporal de la calidad dela gua en la red de riego.
Precisamente sobre este tercer aspecto, ya hay resultados concluyentes que, además, son prometedores, según detallan sus impulsores.
«Como era de esperar, los análisis han evidenciado que, dentro de la red, se dan fenómenos de nitrificación que alteran la composición de nutrientes en el agua que reciben los agricultores en sus parcelas, y condicionan el plan de fertilización», aseguran los investigadores. En el proyecto, además de Feragua, participan la Universidad de Córdoba, Aguas de Montilla, la Comunidad de Regantes Tintín.
Dicho de otra forma, el uso de aguas regeneradas supone aportes adicionales de nutrientes que no se producen con aguas convencionales y que, además, varían de unas parcelas a otras, incluso a lo largo de la campaña.«Esto es una buena noticia porque, bien gestionadas, las aguas regeneradas pueden ayudar a disminuir la inversión de los agricultores en nutrientes vegetales», aseguran desde Feragua.
Pero, para que esto sea así, el agricultor necesita predecir esa variación en la composición de nutrientes que se da a lo largo de toda la red de riego. Ese es, precisamente, el objetivo de Reutivar 2.0, y la razón por la que han desarrollado un modelo predictivo, Nitrinet, para predecir la concentración de nitrógeno amoniacal y nitrógeno nírico. Estas son las dos principales formas nitrogenadas que absorben las plantas, y el sistema también permitirá predecir el PH en el agua de riego.
En concreto, las simulaciones realizadas con el modelo Nitrinet han logrado predecir la concentración de nitrógeno amoniacal y nitrógeno nítrico con un error medio absoluto de 1.5 mg/L y 1.25 mg/L, respectivamente. «Reutivar 2.0 supone, ya solo por eso, un antes y un después, en el conocimiento sobre el uso de las aguas regeneradas para riego. No solo ha analizado en profundidad cómo la situación de la parcela y la época de la campaña de riego influyen en la cantidad de nutrientes recibida por las aguas regeneradas sino que ha sido capaz de crear un modelo predictivo para preverla, conocer las necesidades de fertilizante de cada parcela en
Feragua ha valorado muy positivamente el cuarto decreto ley de la Junta por el que se aprueban medidas para paliar los efectos producidos por la situación de excepcional sequía en Andalucía. «Todas las medidas que se recogen en él son necesarias y oportunas, si bien es necesario señalar que la mayoría se dedican al abastecimiento urbano y que, las referidas a la agricultura, son medidas de apoyo útiles pero insuficientes para hacer frente a la magnitud de la catástrofe que se nos viene encima», detallan los regantes. Para el sector agrícola, el decreto incluye ayudas a través de líneas directas, exenciones fiscales y nuevas infraestructuras destinadas a aportar la conexión a las aguas regeneradas a los regantes y agricultores.
El proyecto también ha analizado cómo la ubicación y la época influyen en los nutrientes del agua
cada momento de la campaña y, de esta forma, aplicar un fertirriego de mayor precisión en cada una de ellas», insisten desde Feragua. Dado que no existen estudios previos en los que se haya analizado este efecto, esta investigación no sólo ha tenido un marcado carácter innovador, sino que tendrá una gran aplicabilidad al sector del riego, representando un impacto positivo sobre los usuarios potenciales.
Aparte de la calidad, Reutivar 2.0 está investigando también el impacto al regar con aguas regeneradas sobre las propiedades del suelo y sobre la calidad de la cosecha, aunque son campos en los que aún es pronto para establecer resultados concluyentes.
En relación con lo primero, se ha realizado un análisis de suelo antes de la campaña de riego e inmediatamente después de que esta finalizase, con el objetivo de determinar si el riego afecta a las propiedades del suelo (pH, materia orgánica, conductividad…) y a su fertilidad. La intención es volver a repetir este análisis en la próxima campaña de riego al objeto de poder establecer una mayor evidencia científica. En relación con lo segundo, se va a analizar la relación existente entre la composición química del agua regenerada con el rendimiento obtenido en las parcelas piloto (por kg/ha y rendimiento graso del fruto). Aún no se tienen tampoco resultados terminantes al respecto.
Otros objetivos
Asimismo, otra gran novedad del proyecto es el estudio de la aplicación de la energía solar térmica para el secado de los lodos resultantes del proceso de depuración y la elaboración de productos derivados para su aplicación en la recuperación de suelos degradados que potencialmente podrían usarse para el cultivo del olivar.
Actualmente, la producción de los lodos de depuradoras de aguas residuales urbanas es uno de los más serios asuntos encontrados en el tratamiento hídrico. La solución que se plantea en Reutivar 2.0 va encaminada a satisfacer tanto los objetivos en materia de clima y de energía de la UE como la regulación andaluza sobre la utilización de lodos tratados de depuradora en el sector agrario, y consiste en la aplicación de la energía solar térmica de concentración para el secado de los lodos, convirtiendo un residuo en un nuevo producto resultante de fácil manipulación y almacenaje, fácil de aplicar como enmienda agrícola y/o remediación de suelos degradados en los que potencialmente podría cultivarse el olivar, implementando así la estrategia europea de economía circular.
Finalmente, Reutivar 2.0. también está estudiando las implicaciones para el riego supuestas por la entrada en vigor del nuevo Reglamento de Aguas Regeneradas de la UE, ahora mismo en transposición al ordenamiento por parte del Gobierno español, que impone a las comunidades de regantes que usen este tipo de aguas disponer de un plan de gestión de riesgo.