El funambulismo del PSOE: de Ciudadanos a Podemos y viceversa
▸ La etapa socialista, en cambio, se caracterizó por los acuerdos con distintas formaciones
un buen número de proyectos del gobierno anterior, pese a que insistió durante su campaña que no sería un alcalde «revisionista», como el caso del Casino de la Exposición, el paseo de Torneo o la ampliación del tranvibús de Santa Justa al Centro.
José Luis Sanz presentó inicialmente un borrador de presupuestos que pretendía tener aprobado «antes del 31 de diciembre». Para ello, reiteró que «todos los grupos coincidimos en que hay que solucionar la limpieza, la movilidad, el transporte público, la seguridad, fomentar la inversión en barrios de atención preferente y atender el reto medioambiental», recordando que «este es el objetivo» de su presupuesto, el primero de un mandato en el que busca los apoyos necesarios para sacarlo adelante.
La situación política del actual Gobierno municipal de Sevilla, en lo que respecta a las negociaciones del nuevo presupuesto local, recuerda inevitablemente al anterior mandato socialista, cuando, primero Juan Espadas y después Antonio Muñoz, tuvieron que ejercer de funambulistas para lograr el equilibrio con formaciones radicalmente opuestas, como los pupilos podemitas o la extinta Ciudadanos, con la que firmaron el último pacto presupuestario de Sevilla, vigente en estos momentos.
Antonio Muñoz encontró hace poco más de un año en la situación abismal de Ciudadanos la horma exacta de su zapato, con la que sacar adelante sus primeros presupuestos como alcalde de Sevilla y proyectar una imagen de moderación, evitando así tener que recurrir a la fracturada Adelante Sevilla. Tras la rúbrica de aquel pacto político con el postrer portavoz municipal de la formación naranja, Miguel Ángel Aumesquet, éste le regalo unos calcetines ‘espaciales’, que algunos interpretaron como la escenificación metafórica de la vuelta al calcetín que Muñoz le acababa de dar a la costumbre de su antecesor de mirar hacia su izquierda.
Cabe recordar que en aquel momento Ciudadanos venía de romper con su anterior portavoz municipal, Álvaro Pimentel, al que sus propios compañeros acusaban de tener querencia hacia el grupo municipal del Partido Popular, especulando con un posible acuerdo con el por entonces candidato José Luis Sanz para formar parte de su futuro gobierno municipal, situación que terminó confirmándose, siendo en estos momentos delegado de Cartuja, Parques Innovadores, Empleo, Economía y Comercio. Su sucesor veía con mejores ojos un acercamiento hacia el PSOE, por entonces al frente de la Alcaldía, para intentar proyectarse y recuperar confianza en el electorado, unos meses antes de pasar por las urnas.
Dos años antes de ese acuerdo de Antonio Muñoz con Aumesquet, Juan Espadas alcanzó un pacto «para la reactivación de la ciudad» con Álvaro Pimentel para gobernar con mayoría absoluta durante los dos últimos años de su mandato. El alcalde pasaba a contar con 17 votos a favor en los principales asuntos de gobierno, como los presupuestos, las ordenanzas fiscales o el desbloqueo de grandes proyectos de ciudad. Aunque, lamentablemente para Espadas, aquello quedó en papel mojado tras sentir la formación naranja que los socialistas les habían engañado, incumpliendo gran parte de los acuerdos alcanzados.
Aquello transcurrió sólo unos meses después de que el gobierno municipal de Juan Espadas alcanzara un acuerdo con el grupo Adelante Sevilla para la aprobación del Presupuesto 2020, donde acordaron desarrollar el Plan Estratégico para la Agenda 2030 y avanzar hacia el «compromiso con el gran pacto verde europeo». Ahí nació el finalmente cancelado Plan Respira Sevilla, con el que pretendía poner coto al coche privado en el Casco Histórico y parte de Triana.
Juan Espadas pactó tanto con la fracturada Adelante Sevilla como logró un acuerdo «de reactivación de la ciudad» con Ciudadanos