El deterioro cognitivo de Biden deja la campaña de EE.UU. en el aire
▸El informe del fiscal revela pérdida significativa de memoria, aunque le exonera de sustraer informes secretos ▸Los republicanos aprovechan para denunciar que está incapacitado para ejercer la Presidencia
Era un intento, a la desesperada, por darle la vuelta a un informe demoledor que la fiscalía acababa de revelar, exonerando a Joe Biden de un posible delito de sustracción indebida de información clasificada pero retratándole como un anciano con un aparente deterioro cognitivo. El presidente apareció en la Casa Blanca, el jueves ya de noche, visiblemente airado, tratando de mostrar a partes iguales brío y enojo. Defendió estar en perfecto estado de salud, muy bien de memoria, poder desempeñarse bien bajo mucho estrés en uno de los cargos más desafiantes del mundo. Al ser preguntado por la ofensiva israelí en Gaza, respondió que había hablado con el presidente de México, Abdelfatá al Sisi. Se trata del tipo de error –se refería en realidad a Egipto– que tiene a los demócratas muy preocupados y a los republicanos bastante optimistas ante las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
El informe del fiscal especial Robert Hur inundó la Casa Blanca de nerviosismo. No debía haber sido así. Era el día, al fin y al cabo, en que el Tribunal Supremo oía por primera vez alegatos en el caso de supuesta incitación a la insurrección por parte de un expresidente, Donald Trump. De forma preventiva, el equipo del presidente había filtrado a varios medios que el fiscal exoneraba a Biden, pero había ocultado los incendiarios hallazgos sobre su estado mental. Ahora, esas partes son el eje central de una campaña donde dos hombres, uno de 81 años –Biden– y otro de 77 –Trump– se miden por volver a ocupar la presidencia.
El informe afirma abiertamente que el presidente tiene sus «facultades disminuidas debido a su avanzada edad», y que su memoria «está significativamente limitada». En los interrogatorios mantenidos en octubre no recordaba cuando fue vicepresidente –de 2009 a 2017– ni cuando murió su hijo mayor – 2015–. Para la Casa Blanca, la noticia era la exoneración. Para los republicanos, incluido Trump, las revelaciones sobre el deterioro cognitivo del presidente.
«Muy preocupante»
El senador republicano Lindsey Graham, amigo de Biden –que fue también senador durante 36 años–, dijo que el informe es «muy preocupante» y que el demócrata «no es alguien apto para ser el candidato de su partido». «¿Es una broma?», escribió en redes sociales el también senador republicano Thom Ti
Biden, tras dirigirse a la prensa el jueves por la noche
llis, con citas literales del informe. En un comunicado, los diputados republicanos en la Cámara de Representantes describieron que «un hombre incapaz de asumir sus responsabilidades por el manejo incorrecto de información clasificada ciertamente no es apto para estar en el Despacho Oval». La fiscalía había hallado que Biden no cometió delito, aunque sabía que los documentos que se había llevado estaban clasificados, y atribuía parte de la confusión a su mala memoria y avanzada edad.
Este informe del fiscal Hur es resultado de un año de investigación. Después de que el FBI se incautara de documentos clasificados en la mansión de Trump en Florida, el equipo de Biden reveló que también este tenía en su residencia privada algunos documentos de cuando era vicepresidente, pero se trataba de un error, y los había devuelto al gobierno federal. El fiscal general, Merrick Garland, le encargó la investigación del caso a Hur, un veterano del departamento de Justicia.
El fiscal Hur se convirtió ayer en objeto de ataques de la Casa Blanca y la campaña demócrata tras publicar el informe, de 388 páginas. Inmediatamente, aliados del presidente y portavoces de todo tipo retrataron a Hur como un republicano que no encontró forma de imputarle un delito a Biden y decidió dañarle haciendo comentarios sobre su edad, que a tenor de las encuestas es motivo de preocu
El estratega político de la era Obama alerta de que este es el talón de Aquiles de un presidente que ha cumplido ya 81 años
pación de los votantes. Pero de todos modos, no fueron sólo los republicanos los que alertaron de la debilidad de Biden, que de renovar el cargo llegaría a cumplir 86 años en la Casa Blanca, en un país donde la esperanza de vida masculina es de 73 años y medio.
Opciones demócratas
David Axelrod, asesor de Barack Obama y tertuliano demócrata en las principales cadenas, advirtió: «Lo más perjudicial en política son pruebas que confirman las sospechas preexistentes de los votantes, es algo que se propaga muy rápido, y es un problema».
Por ejemplo, las falsas sospechas de que Barack Obama había nacido en Kenia. O los temores de que Hillary Clinton era corrupta y había ocultado sus comunicaciones en un servidor de correo electrónico privado. Y ahora, la avanzada edad de Biden. La campaña de Trump ha ido aprovechando todos esos argumentos, y se impuso a Clinton en las elecciones de 2016.
Lo cierto es que Trump también tiene problemas similares. Por un lado, él sí ha sido imputado por la vía penal por sustraer documentos clasificados de la Casa Blanca y negarse a devolverlos. Por otro, da muestras de confusión de forma similar a la de Biden. Hace poco dijo que su rival en primarias Nikki Haley estaba a cargo de la seguridad del Capitolio. En un discurso ininteligible, dijo que EE.UU. es «un instituto en una poderosa pena de muerte».
A Biden le queda solo un rival en primarias, el diputado Dean Phillips, que ha sido muy crítico con la edad del presidente. Aun así, en el congreso del partido en agosto podría aclamarse a otro candidato. Las encuestas reflejan que los gobernadores de California, Gavin Newsom, y Michigan, Gretchen Whitmer, serían opciones válidas. Tienen, respectivamente, 56 y 52 años.