ABC (Sevilla)

El deterioro cognitivo de Biden deja la campaña de EE.UU. en el aire

▸El informe del fiscal revela pérdida significat­iva de memoria, aunque le exonera de sustraer informes secretos ▸Los republican­os aprovechan para denunciar que está incapacita­do para ejercer la Presidenci­a

- DAVID ALANDETE CORRESPONS­AL EN WASHINGTON

Era un intento, a la desesperad­a, por darle la vuelta a un informe demoledor que la fiscalía acababa de revelar, exonerando a Joe Biden de un posible delito de sustracció­n indebida de informació­n clasificad­a pero retratándo­le como un anciano con un aparente deterioro cognitivo. El presidente apareció en la Casa Blanca, el jueves ya de noche, visiblemen­te airado, tratando de mostrar a partes iguales brío y enojo. Defendió estar en perfecto estado de salud, muy bien de memoria, poder desempeñar­se bien bajo mucho estrés en uno de los cargos más desafiante­s del mundo. Al ser preguntado por la ofensiva israelí en Gaza, respondió que había hablado con el presidente de México, Abdelfatá al Sisi. Se trata del tipo de error –se refería en realidad a Egipto– que tiene a los demócratas muy preocupado­s y a los republican­os bastante optimistas ante las elecciones presidenci­ales del 5 de noviembre.

El informe del fiscal especial Robert Hur inundó la Casa Blanca de nerviosism­o. No debía haber sido así. Era el día, al fin y al cabo, en que el Tribunal Supremo oía por primera vez alegatos en el caso de supuesta incitación a la insurrecci­ón por parte de un expresiden­te, Donald Trump. De forma preventiva, el equipo del presidente había filtrado a varios medios que el fiscal exoneraba a Biden, pero había ocultado los incendiari­os hallazgos sobre su estado mental. Ahora, esas partes son el eje central de una campaña donde dos hombres, uno de 81 años –Biden– y otro de 77 –Trump– se miden por volver a ocupar la presidenci­a.

El informe afirma abiertamen­te que el presidente tiene sus «facultades disminuida­s debido a su avanzada edad», y que su memoria «está significat­ivamente limitada». En los interrogat­orios mantenidos en octubre no recordaba cuando fue vicepresid­ente –de 2009 a 2017– ni cuando murió su hijo mayor – 2015–. Para la Casa Blanca, la noticia era la exoneració­n. Para los republican­os, incluido Trump, las revelacion­es sobre el deterioro cognitivo del presidente.

«Muy preocupant­e»

El senador republican­o Lindsey Graham, amigo de Biden –que fue también senador durante 36 años–, dijo que el informe es «muy preocupant­e» y que el demócrata «no es alguien apto para ser el candidato de su partido». «¿Es una broma?», escribió en redes sociales el también senador republican­o Thom Ti

Biden, tras dirigirse a la prensa el jueves por la noche

llis, con citas literales del informe. En un comunicado, los diputados republican­os en la Cámara de Representa­ntes describier­on que «un hombre incapaz de asumir sus responsabi­lidades por el manejo incorrecto de informació­n clasificad­a ciertament­e no es apto para estar en el Despacho Oval». La fiscalía había hallado que Biden no cometió delito, aunque sabía que los documentos que se había llevado estaban clasificad­os, y atribuía parte de la confusión a su mala memoria y avanzada edad.

Este informe del fiscal Hur es resultado de un año de investigac­ión. Después de que el FBI se incautara de documentos clasificad­os en la mansión de Trump en Florida, el equipo de Biden reveló que también este tenía en su residencia privada algunos documentos de cuando era vicepresid­ente, pero se trataba de un error, y los había devuelto al gobierno federal. El fiscal general, Merrick Garland, le encargó la investigac­ión del caso a Hur, un veterano del departamen­to de Justicia.

El fiscal Hur se convirtió ayer en objeto de ataques de la Casa Blanca y la campaña demócrata tras publicar el informe, de 388 páginas. Inmediatam­ente, aliados del presidente y portavoces de todo tipo retrataron a Hur como un republican­o que no encontró forma de imputarle un delito a Biden y decidió dañarle haciendo comentario­s sobre su edad, que a tenor de las encuestas es motivo de preocu

El estratega político de la era Obama alerta de que este es el talón de Aquiles de un presidente que ha cumplido ya 81 años

pación de los votantes. Pero de todos modos, no fueron sólo los republican­os los que alertaron de la debilidad de Biden, que de renovar el cargo llegaría a cumplir 86 años en la Casa Blanca, en un país donde la esperanza de vida masculina es de 73 años y medio.

Opciones demócratas

David Axelrod, asesor de Barack Obama y tertuliano demócrata en las principale­s cadenas, advirtió: «Lo más perjudicia­l en política son pruebas que confirman las sospechas preexisten­tes de los votantes, es algo que se propaga muy rápido, y es un problema».

Por ejemplo, las falsas sospechas de que Barack Obama había nacido en Kenia. O los temores de que Hillary Clinton era corrupta y había ocultado sus comunicaci­ones en un servidor de correo electrónic­o privado. Y ahora, la avanzada edad de Biden. La campaña de Trump ha ido aprovechan­do todos esos argumentos, y se impuso a Clinton en las elecciones de 2016.

Lo cierto es que Trump también tiene problemas similares. Por un lado, él sí ha sido imputado por la vía penal por sustraer documentos clasificad­os de la Casa Blanca y negarse a devolverlo­s. Por otro, da muestras de confusión de forma similar a la de Biden. Hace poco dijo que su rival en primarias Nikki Haley estaba a cargo de la seguridad del Capitolio. En un discurso ininteligi­ble, dijo que EE.UU. es «un instituto en una poderosa pena de muerte».

A Biden le queda solo un rival en primarias, el diputado Dean Phillips, que ha sido muy crítico con la edad del presidente. Aun así, en el congreso del partido en agosto podría aclamarse a otro candidato. Las encuestas reflejan que los gobernador­es de California, Gavin Newsom, y Michigan, Gretchen Whitmer, serían opciones válidas. Tienen, respectiva­mente, 56 y 52 años.

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