ABC (Sevilla)

Polémica y épica remontada del Madrid

▸ El equipo blanco regaló la primera mitad y se vio obligado a levantar un 0-2 en una segunda parte con tres revisiones de VAR

- RUBÉN CAÑIZARES OSASUNA GETAFE

Hasta este domingo, el Madrid había jugado 69 partidos en el Bernabéu contra un equipo colista. 64 victorias. Sólo había empatado cuatro y perdido uno, ante el Valencia de Cúper en la temporada 2000-2001. Ayer estuvo muy cerca de sufrir la segunda derrota ante un farolillo rojo. Polémica remontada con un gol épico en el 99, celebració­n con olor a título y una primera parte que hizo buena la peli de tarde de Antena 3.

En esta segunda etapa de Ancelotti en el banquillo blanco, no se habían visto 45 minutos tan lamentable­s. Carrusel de errores no forzados, de pases en largo con destino al rival, de circulació­n de tortuga del balón, de poca ayuda al compañero, de presión invisible y de ceguera hacia la portería rival. Ningún disparo entre palos. La acción más peligrosa fue de Chumi, que en un despeje estuvo a punto de meterse el balón en propia portería.

El numerito comenzó pronto. Muy pronto. En el segundo 38, Nacho regaló un balón en la salida. Arribas robó la pelota antes de que llegara Mendy, inició la carrera, se asoció con Robertone, este con Ramazani, libre de marca ante un Carvajal aún de siesta, y el belga llevó a la red el 0-1 visitante. Quiso disparar el palo izquierdo de Kepa, pero el impacto con la pelota le llevó la contraria. Gol al poste derecho.

Lejos de desperezar­se ante un gol del colista con la gente aún buscando su butaca, el Madrid se acomodó un poco más en el sofá y se puso otra manta, que con una no debía tener suficiente. No había ideas, tampoco demasiadas ganas y el trote cochinero pasó a ser ‘trending topic’. Hasta Kroos fallaba pases y mandaba disparos al segundo anfiteatro.

Todo ello se tradujo en una pitada en el minuto 24, tras una acción de ataque del Almería que volvió a mostrar la apatía de un Madrid con menos ganas de correr que Forrest Gump el día que dejó de hacerlo en el Monument Valley.Los silbidos entraron por un oído y salieron por otro. Sólo Vinicius en un par de arrancadas logró generar una mínima zozobra en la zaga de cinco del Almería. Tan mínima que ni hizo cosquillas al entramado defensivo de Garitano. Maximiano ni se tuvo que echar saliva a los guantes.

Sí que lo hizo Kepa, pero para recoger un segundo balón de su portería. En el 44, otro regalo de Nacho dejó el balón muerto para que Edgar la pusiera en la escuadra izquierda del vasco. Golazo, 0-2, y más pitos camino de los vestuarios. Ancelotti braceaba chicle.

El italiano hizo tres cambios en el descanso, pero segurament­e hubiese gastado los cinco. Una hipotética expulsión o lesión le frenaron. Fran García, Brahim y Joselu, al campo. Mendy, Nacho y Rodrygo, a la ducha.

La minirevolu­ción de Ancelotti dio rápidament­e sus frutos. El Madrid encerró al Almería en su área y Hernández Hernández, árbitro de VAR, puso la primera piedra de la remontada. Penalti por mano de Kaiky, que tenía el brazo extendido en su disputa con Joselu. Era falta de Rudiger en la porfía con Edgar, justo en la acción previa a que el balón impactara en la extremidad del central almeriense. Hernández Maeso, debutante ayer en el Bernabéu, no tuvo la personalid­ad necesaria para llevarle la contraria al canario. Jude lanzó al centro y rasito. 1-2.

Sería la primera de las tres veces que el colegiado extremeño acudió al monitor. En el 62, allí fue de nuevo para anular el 1-3, obra de Arribas, que no celebró. En la semilla de la jugada, Lopy se quitó de en medio a Bellingham con un claro manotazo. Lo grave fue que Hernández Maeso no lo viera, estando a dos metros de la infracción.

El 2-2 tampoco se libró de la polémica. En el 66, un centro de Tchouaméni desde banda derecha lo remató Vinicius con el deltoides de su brazo derecho. El árbitro lo anuló por mano, pero Hernández Hernández le volvió a corregir. Garitano pisaba minas en el banquillo. Le costó la amarilla. En el 97, vería la segunda. Roja.

De ahí al final, veinte minutos más once de añadido. Ahí es cuando se notaron los 42 puntos de distancia entre ambos equipos. Bellingham hizo el tercero en un gran disparo, tras asistencia de Fran García. El lateral estaba en clara posición antirregla­mentaria. Maximiano le sacó un remate a bocajarro a Vinicius y Jude la tuvo de nuevo con una chilena que rozó el palo. La ley de la gravedad acabaría cayendo por su propio peso.

En el 99, un centro de Brahim lo remató Bellingham desde el segundo palo y lo remachó en el primero Carvajal. Camiseta fuera del lateral y celebració­n parecida al 3-1 al PSG. Si la Liga es blanca en mayo, estos tres puntos de enero serán recordados.

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