Tecnología ‘barata’ para controlar la calidad del aceite
El sector oleícola, con una reputación ya consolidada tanto en el mercado nacional como en el internacional, no deja de trabajar la excelencia y la mejora en el control de la calidad del producto.
En esta búsqueda se centra el grupo operativo Niroleo, que ha desarrollado un sistema analítico de uso ‘in situ’ y que es capaz de caracterizar y categorizar al instante, y con la máxima fiabilidad, los aceites de oliva.
Se trata de un sistema pionero, puesto en marcha gracias al impulso los componentes del grupo operativo, que son Citoliva (Centro Tecnológico del Olivar y el Aceite) la Asociación Empresarial Almazaras Industriales de Córdoba (Acora), la Universidad de Córdoba y la DOP Baena.
En concreto, ha sido el grupo de investigación AGR-128, de la Etsiam de la Univesridad de Córdoba, el encargado de desarrollar los modelos predictivos para cuantificar parámetros de calidad y perfiles sensoriales, así como modelos discriminantes que permiten clasificar el aceite de oliva según su calidad y categoría comercial.
Para lograrlo, Citoliva ha analizado 600 muestras de aceite de oliva (virgen extra, virgen y lampante), proporcionando información detallada sobre parámetros tanto físico-químicos como sensoriales.
Asimismo, para el análisis in situ, los investigadores de la Universidad de Córdoba evaluaron diferentes sensores NIRS, incluyendo tres equipos portátiles (dos de muy bajo coste) y
Es una tecnología rápida y económica, que proporciona una «huella digital» única para cada aceite producido
un equipo de línea con dos opciones de medida. Además, para contrastar los resultados de los sensores portátiles de última generación, se han utilizaron tres instrumentos de laboratorio de altas prestaciones que marcan el potencial máximo.
Los resultados, «marcan un hito», según Citoliva, y van a ser muy útiles para caracterizar los aceites de oliva , así como para clasificar de forma inmediata aceites de las categorías virgen extra y virgen, aspecto para el que existe una dificultad enorme con las tecnologías analíticas tradicionales, con una fiabilidad del 85% en la discriminación entre ambas.
«Niroleo representa un avance científico significativo al demostrar que la capacidad predictiva de equipos NIRS portátiles y de línea, incluso cuando se utiliza un equipo de muy bajo coste, es similar a la obtenida con instrumentos NIRS de laboratorio de altas prestaciones», aseguran. Esto es especialmente relevante para el sector oleícola ya que, gracias a este proyecto, «los pequeños productores podrían acceder a esta tecnología asequible, garantizando y autentificando la calidad de su producción».
Por su parte, la catedrática de la ETSIAM de la Universidad de Córdoba, Dolores Pérez Marín, destacaba la transcendencia de estos resultados para el sector del aceite de oliva, ya que se pone a su servicio o una tecnología analítica no destructiva, rápida y económica, que proporciona una «huella digital» única para cada aceite producido. «Esto se traduce en una garantía de calidad, seguridad y autenticidad, que podría repercutir en el incremento de la competitividad del sector agroalimentario y de la confianza de los consumidores», aseguró.