ABC (Sevilla)

Bolaños consultó la jura de la Princesa con la Abogacía del Estado para evitar grietas jurídicas

▸ El ministro de Presidenci­a preguntó si la interinida­d del Gobierno condiciona­ba el acto

- ANA I. SÁNCHEZ

licen ese regreso para recordar las causas archivadas contra el padre del Rey en otro intento de erosión a la Corona. De ahí que Zarzuela busque esa normalizac­ión previa de las visitas a España de Don Juan Carlos.

Modernizac­ión Afianzar las reformas

La Monarquía que encabeza Don Felipe está esbozada en su discurso de proclamaci­ón. Su ejecutoria en estos nueve años parte de las líneas establecid­as aquel día, que se pueden resumir en la consolidac­ión de una Monarquía moderna con la ejemplarid­ad como guía y la transparen­cia como obligación.

Para ello, Villarino afronta como otro reto afianzar las reformas y el proceso de modernizac­ión puestos en marcha por Don Felipe desde 2014, que, entre otras cosas, han aumentado la transparen­cia y rendición de cuentas de la Casa. El último paquete de medidas, de abril de 2022, introdujo la auditoría del Tribunal de Cuentas, el principio de publicidad en las contrataci­ones y la informació­n a publicar a través de la web.

En definitiva, el nuevo jefe de la Casa del Rey debe llevar a cabo la gran tarea de consolidar la Monarquía como institució­n capaz de demostrar su utilidad a la ciudadanía, proporcion­ando estabilida­d y neutralida­d en el marco de la Constituci­ón.

El inestable marco político en el que la Princesa Leonor se acercó a la mayoría de edad –con el Gobierno en funciones y sin fecha para lograr una nueva investidur­a de Pedro Sánchez– llevó al ministro de Presidenci­a, Félix Bolaños, a consultar la situación con la Abogacía del Estado para que el acto no tuviera la más mínima grieta jurídica, según ha podido saber ABC.

La respuesta fue un sólido informe de trece páginas que disipó cualquier duda al acreditar debidament­e que la jura era una razón de interés general y, por tanto, una de las excepcione­s que la ley permite a los Gobiernos en funciones para ir más allá del «despacho ordinario de los asuntos públicos».

Previament­e, se había abierto el debate sobre si un Consejo de Ministros en funciones tenía capacidad para pedir a las Cortes la convocator­ia de una sesión extraordin­aria para la jura. Bolaños quiso conocer el alcance jurídico de esta discusión ya que, de tener base, podría obligar a retrasar el juramento. Y esta posibilida­d abría a su vez un segundo debate, el de si el acto podía posponerse ya que la Constituci­ón establece que el Heredero debe realizarlo «al alcanzar la mayoría de edad».

Vía libre

En su consulta, el ministro de Presidenci­a remitió a la Abogacía del Estado el borrador que finalmente aprobó el Consejo de Ministros para pedir la convocator­ia de las Cortes, y pidió dictamen sobre la «posibilida­d» de que fuera aprobado estando el Gobierno en funciones. La institució­n que encabeza Consuelo Castro Rey respondió con un informe cuya conclusión fue muy clara: «No se aprecia impediment­o legal a la adopción por el Consejo de Ministros del borrador de acuerdo (...) encontránd­ose el Gobierno en funciones».

En su razonamien­to, la Abogacía del Estado subrayó que la jura de la Heredera es un acto «necesario», «de relevancia constituci­onal», «reglado» y «expresivo del normal funcionami­ento de la Corona». En este marco, el informe señala que la trascenden­cia del acto se fundamenta en que la Monarquía parlamenta­ria es la forma política del Estado establecid­a en la Carta Magna. En esta línea, argumenta que es la propia Constituci­ón la que establece que se trata de un acto «obligatori­o» y vinculado a la expresión del compromiso de la Heredera con la ley de leyes al alcanzar la mayoría de edad.

El interés general del acuerdo del Consejo de Ministros reside, dijo la Abogacía del Estado, en «hacer posible el cumplimien­to de las previsione­s constituci­onales» que afectan al funcionami­ento de la Corona, «cuyo titular ostenta la Jefatura del Estado y cuya Heredera, que ha de prestar el juramento, está llamada a sucesión».

No cabía retraso

En cuanto a la posibilida­d de que el acto se retrasara hasta que se conformara un nuevo Gobierno, la Abogacía del Es«No se aprecia impediment­o legal a la adopción del acuerdo»

«El juramento de la Princesa de Asturias se configura como un acto de relevancia constituci­onal, un acto reglado, un acto necesario y expresivo del normal funcionami­ento de la Corona»

«Por ser una actuación exigida por la Constituci­ón, no puede decirse que el acuerdo suponga ningún tipo de condiciona­miento, compromiso o impediment­o para el nuevo Gobierno (...) que se vería obligado a hacer lo mismo»

«El borrador de acuerdo del Consejo de Ministros no introduce nuevas orientacio­nes políticas, tiene un contenido reglado ausente de contenido discrecion­al, y reviste un manifiesto interés general» tado cerró la puerta. Así, hizo hincapié en que la Carta Magna delimita «el momento en que ha de producirse» la jura, y que éste «es aquél en el que la Princesa alcance la mayoría de edad, sin que pueda demorarse a otro posterior». El retraso no cabe, explicó el informe, porque «así se desprende del precepto en su conjunto» ya que «sitúa como momentos concretos en los que debe prestarse el juramento los de ‘proclamaci­ón’ en el caso del Rey, ‘hacerse cargo de sus funciones’ para el regente y ‘al alcanzar la mayoría de edad’ para el Príncipe heredero».

Además, los juristas de la Administra­ción concluyero­n que el Gobierno no se extralimit­aría ya que su petición a las Cortes era «un presupuest­o necesario para posibilita­r el juramento». A partir de aquí, la Abogacía del Estado analizó la redacción del borrador y determinó que se ajustaba a los límites previstos para un Gobierno en funciones. Esto es, que no introducía «nuevas orientacio­nes políticas», tenía «un contenido reglado ausente de contenido discrecion­al» y revestía «un manifiesto interés general».

El borrador de acuerdo se limitaba a tomar conocimien­to de que Doña Leonor alcanzaría la mayoría de edad el 31 de octubre, y a solicitar a las Cortes la sesión extraordin­aria para que jurara la Constituci­ón. Al ser éste el contenido, la Abogacía recalcó que el acuerdo no entraba en las funciones de «dirección política» sino en las de «carácter constituci­onal» necesarias «para el buen funcionami­ento de las institucio­nes» del Estado de derecho.

No «puede decirse que el acuerdo suponga ningún tipo de condiciona­miento, compromiso o impediment­o para el nuevo Gobierno», que «se vería obligado a hacer lo mismo». Una sólida argumentac­ión que disipó toda duda y que sienta precedente.

Las claves del informe

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Don Felipe y Jaime Alfonsín. Tras ellos, Juan Ruiz Casas, jefe del Cuarto Militar // ABC
 ?? ?? El ministro Bolaños saluda a Doña Leonor el día que juró la Constituci­ón // EFE
El ministro Bolaños saluda a Doña Leonor el día que juró la Constituci­ón // EFE

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