Un hombre de Estado con una dilatada carrera internacional
La figura de Camilo Villarino Marzo (Zaragoza, 1964) tiene una amplia experiencia internacional y ha ocupado puestos relevantes en administraciones tanto del PP como del PSOE. Villarino es miembro de la Carrera Diplomática desde el año 1989. Previamente se había licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y realizó el Máster en Estudios Europeos en el Colegio de Europa. Una de sus primeras funciones fue la asesoría jurídica en el Ministerio de Asuntos Exteriores y uno de sus primeros destinos internacionales fue la Embajada de España en Zagreb en 1994.
Entre 1997 y 2002 fue consejero en distintas responsabilidades en la Representación Permanente de España ante la Unión Europea. Tras esa estancia en la capital comunitaria y hasta el 2008 fue jefe de la Unidad de Asuntos Institucionales de la UE en el ministerio y participó en las negociaciones sobre los nuevos tratados.
A partir de entonces protagonizó distintos nombramientos que terminan por elevar su perfil hasta completar el perfil que le lleva ahora a la Jefatura de la Casa del Rey. Durante cinco años, entre 2008 y 2013 fue consejero de Relaciones Transatlánticas y Asuntos de Seguridad y Defensa en la Embajada de España en Washington. Después, durante cuatro años y hasta 2017, fue jefe adjunto de Misión en la Embajada de España en Rabat.
Es entonces cuando da el salto hacia posiciones con proyección pública y más allá de su dimensión en el mundo diplomático. El último ministro de Asuntos Exteriores de Mariano Rajoy, Alfonso Dastis, lo nombró director de su gabinete. Tras la abrupta salida del PP del Gobierno por la moción de censura en junio de 2018, Josep Borrell sustituyó a Dastis como ministro y una de sus primeras decisiones fue ratificar a Villarino. Exactamente el mismo movimiento que reprodujo en enero de 2020 Arancha González Laya cuando fue designada para dirigir la acción exterior española. Es en este puesto donde se vio salpicado por la polémica suscitada por el caso Gali, un incidente que tensionó la relación con Marruecos y que terminó con Laya y su equipo investigados en los tribunales, aunque la causa fue finalmente archivada. Laya y su entorno siempre defendieron que la decisión trascendió sus responsabilidades, pero es obvio que aquello le costó el puesto en julio de 2021. La llegada de Albares rompió la continuidad de Villarino, que saltó al Servicio Europeo de Acción Exterior, el organismo diplomático de la Unión Europea creado en el Tratado de Lisboa. Hasta que su antiguo jefe, Josep Borrell lo reclamó para dirigir su gabinete como Alto Representante de la UE para los Asuntos Exteriores y la Política de Seguridad. Ahora asume una responsabilidad de Estado como jefe de la Casa de Su Majestad el Rey.