Sevilla se resigna con el puente de la SE-40 y exige ya que empiecen las obras
▸ El alcalde, la consejera de Fomento, la patronal, arquitectos e ingenieros reaccionan a la evaluación ambiental
Resignación. Es la palabra que podría englobar las distintas reacciones que se han producido en las últimas horas desde la sociedad sevillana tras conocerse el pasado lunes, 1 de enero, la Declaración de Impacto Ambiental del anteproyecto del puente de la SE-40 que cruza el Guadalquivir entre Dos Hermanas y Coria del Río. El Gobierno central ha enterrado definitivamente la alternativa del túnel, que era la idea original, para abogar por un viaducto de 70 metros de altura y tres kilómetros de longitud. Ante esta decisión, basada en una cuestión puramente económica y que cierra el debate sobre la mejor la solución para cerrar el arco sur de la SE-40, el alcalde de Sevilla, ingenieros, arquitectos, empresarios y la patronal de constructores exigen, al menos, que la construcción del puente comience ya, sin más demora.
Un tono distinto es el usado por la consejera de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda, Rocío Díaz, quien criticó ayer el Gobierno publicara la resolución el día de Año Nuevo para evitar hablar de la SE-40 y de la opción desechada, la del túnel, validada ambientalmente hace más de veinte años.
La decisión del Ministerio de Transportes de parar la obra fue «injustificada, al igual que su decisión de cambiar el túnel por un puente, que tiene un enorme impacto paisajístico para poblaciones cercanas, como Coria del Río, además de situarse a las puertas de Doñana». Y añadió Rocío Díaz la afección a la base militar de El Copero, de la que nada se dice en la Declaración de Impacto Ambiental. «El único argumento real es reducir al mínimo el coste, mientras en otros territorios se puede permitir actuaciones de mayor montante».
«Esta obra no es una prioridad para el Gobierno de Pedro Sánchez, que niega soluciones a los andaluces y sevillanos que son viables en otras comunidades», recordó Díaz, que mantiene que desde la Junta siempre se ha defendido la opción del túnel como la más factible desde el punto de vista técnico.
Por último, expuso que el Ejecutivo «no está ayudando a agilizar la terminación de la SE-40», pues «en los más de cinco años de Sánchez en La Moncloa no ha licitado ni un sólo kilómetro de la futura ronda. No ha sacado a concurso ninguno de los tramos que, año tras año, se compromete para avanzar por el Aljarafe Norte, pese a que los pinta con partidas en los presupuestos».
Por su parte, el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, como el presidente de la Cámara de Comercio, Francisco Herrero, o el gerente de Gaesco, Juan Aguilera, criticaron que el único argumento del Gobierno del PSOE y Sumar para optar por un puente en lugar de los túneles es el «ahorro en la inversión». Por ello, reclamaron al Ejecutivo que «inicie de una vez» las obras y asuma públicamente un compromiso presupuestario para este mismo año. «La única razón es invertir menos en Sevilla», dijo Sanz, toda vez que el Gobierno admitió años atrás que la solución del puente reduciría la inversión necesaria a unos 458 millones de euros frente a los 1.077 y 1.826 millones de las opciones de túneles (sin contar el coste del mantenimiento) y que el puente podría estar listo en 2028 y los túneles entre 2032 y 2036.
El alcalde ha pedido una reunión con el nuevo ministro de Transportes, Óscar Puente, para abordar de forma urgente la situación de las infraestructuras que Sevilla tiene pendientes desde hace varias décadas.
La decana del Colegio Oficial de Arquitectos de Sevilla, Nuria Canivell, fue contundente: que se haga «lo más rápido posible y bien». Es la sensación que predomina. «Háganlo ya». Y lanzó un mensaje a la ciudadanía sevillana: «a veces tenemos lo que nos merecemos», poniendo como ejemplo el puente del Centenario, cuya reforma no arreglará el problema del tráfico.
Por último, tras lamentar el trasfondo económico que tiene la decisión del Gobierno de apostar por el puente en lugar del túnel, advirtió de que hay otras ciudades que están adelantando a Sevilla en inversión en infraestructuras, como Bilbao o Valencia.
En la misma línea se pronunció la Cámara de Comercio de Sevilla, quien a través de su presidente, Francisco Herrero, reclamó un compromiso real al Gobierno para ejecutar el puente de la SE-40. Es «necesario que se consigne en los Presupuestos Generales del 2024 una partida económica significativa que favorezca la credibilidad de la propuesta de esta solución, ya que de otro modo estaríamos ante otra promesa más incumplida por el Ejecutivo central». Lamentó que la solución del puente sea
por «cuestiones económicas», por lo que ahora pide que se ejecute «en el menor tiempo posible y se complete la SE-40».
La Asociación de Constructores y Promotores de Sevilla (Gaesco), va más allá en su análisis de la Declaración de Impacto Ambiental. A juicio del gerente de la patronal, Juan Aguilera, la resolución «evidencia una falta de respeto y de consideración» del Gobierno con las instituciones y colegios profesionales que presentaron sus alegaciones, que no han contestado.
Más relevante para Gaesco es que «la resolución declare que sólo será recurrible en vía judicial, lo cual impide ‘de facto’ que se pueda realizar cualquier aclaración, matización o sugerencia sobre su contenido». Pero la patronal, para la que es «difícilmente creíble la validez de la solución del puente, la admite si el Gobierno se compromete de manera «firme» en la dotación de los recursos económicos que requeriría la obra. Y ello sin olvidar tampoco que la SE-40 tiene abierto otro flanco en su arco noroeste. Al hilo de esto, Aguilera criticó la estrategia del Gobierno de demorar las grandes infraestructuras de Sevilla, como pasa con la conexión Santa Justa-aeropuerto.
Pietro Tucci, representante territorial para Sevilla del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, lo tiene claro: no es momento de hablar de nuevo de túnel o puente, porque «sería la excusa perfecta» para el Gobierno para volver a retrasar el proyecto, del que pide su ejecución ya.