España planta a EE.UU. y solo actuará en la zona por orden de la UE o la OTAN
▸ Comunica al secretario de Defensa que no participará de forma «unilateral»
España ha decidido que no intervendrá de manera «unilateral» en la nueva misión militar que Estados Unidos promueve en el mar Rojo y solo lo hará bajo paraguas de la Unión Europea o de la OTAN. Así se lo trasladó ayer el jefe del Estado Mayor de la Defensa ( Jemad), el almirante general Teodoro López Calderón, al secretario de Defensa norteamericano, Lloyd Austin, en una reunión por videoconferencia en la que participaron también otros 40 países. Bajo el nombre de ‘Guardián de la Prosperidad’, Estados Unidos quiere impulsar una operación que garantice la seguridad del tráfico marítimo en el mar Rojo después de los recientes ataques de las milicias hutíes yemeníes. «España, unilateralmente, no participará en este ámbito. Ese extremo está sujeto a decisiones de la Unión Europea y de la OTAN», detallaron fuentes del departamento dirigido por Margarita Robles.
Defensa está así abierta a la posibilidad de que la Unión Europea o la OTAN decidieran extender a la zona alguna de sus misiones en marcha, como podría ser el caso de la operación europea Atalanta dedicada a combatir la piratería en el Índico. Esta misión, que acaba de cumplir 15 años de vida, tiene el cuartel general en la base de Rota, en Cádiz, y el mando también lo ostenta el vicealmirante español Ignacio Villanueva. Precisamente este mes ha habido un rebrote de la piratería en el Índico tras más de tres años sin casos registrados: a finales de noviembre tuvo lugar un asalto a un buque iraní y actualmente se encuentra secuestrado un barco búlgaro de bandera maltesa que está siendo monitorizado por la fragata española Victoria.
Fue el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, quien anunció el lanzamiento de la operación en el mar Rojo e incluyó a España en ella junto a otros países como el Reino Unido, Bahréin, Canadá, Francia, Italia, Países Bajos, Noruega y Seychelles, alegando que «la reciente escalada en los temerarios ataques hutíes provenientes de Yemen amenaza el libre flujo comercial, pone en peligro las vidas de marineros inocentes y supone un incumplimiento del derecho internacional».
Horas después, el portavoz del Departamento de Defensa estadounidense, Pat Ryder, explicaba que Austin había instado a los países a unirse a las iniciativas internacionales en el mar Rojo, lideradas por el Pentágono, bajo paraguas del Combined Task Force 153 (CTF 153), una de sus cinco fuerzas de seguridad naval, en este caso centrada en la zona del mar Rojo, Bab el Mandeb y el golfo de Adén. «Estados Unidos seguirá consultando y trabajando junto a aliados y socios que comparten el principio fundamental de la libertad de navegación», añadía.
Feijóo pide explicaciones
Ante la posibilidad de que España se implicase en una nueva misión militar, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, avanzó su apoyo pero arremetió contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por comprometer a las Fuerzas Armadas «sin informar al Parlamento». El paso por las Cortes Generales solo sería necesario si se tratase de una nueva operación, pero no si España participa en ella como extensión de alguna de las que ya están en marcha, como podría hacerse según sugiere el Ministerio de Defensa.
Mientras, los hutíes continúan con sus ataques a buques que atraviesan el canal de Suez (dos más ayer mismo) y han avisado de que asaltarán cualquier barco que se dirija a puertos israelíes y que navegue frente a las costas de Yemen, como medida de presión en respuesta a la guerra entre el ejército israelí y Hamás en Gaza.
Estos ataques están teniendo un gran impacto en el comercio mundial, que en un 40% transita por el estrecho de Bab el Mandeb, el corredor que conecta el cuerno de África con la península Arábiga; y son ya varias las navieras que han anunciado la suspensión del paso por el canal de Suez para optar por rutas mucho más largas que suponen rodear el continente africano a través del cabo de Buena Esperanza.
El Pentágono busca alianzas para frenar los ataques hutíes, que ponen en peligro el comercio mundial