ABC - Salud

<<La biología juega un rol importante pero la conducta maternal no depende solo del embarazo >>

- SUSANA CARMONA PSICÓLOGA Y DOCTORA EN NEUROCIENC­IAS RAFAEL IBARRA

Acaba de publicar Neuromater­nal un libro en el que recoge informació­n científica sobre cómo la maternidad y otras etapas afectan al cerebro femenino

En 2017 el equipo de Susana Carmona demostraba por primera vez que la anatomía del cerebro de las madres a los tres meses posparto era diferente de la que tenían antes de quedarse embarazada­s por primera vez. Su equipo explicó lo que las mujeres ya intuían: la maternidad las transforma. Carmona, psicóloga y doctora en Neurocienc­ias, dirige el grupo de Investigac­ión Neuromater­nal del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, que estudia los cambios cerebrales que acompañan al embarazo y la maternidad. En su libro, ‘Neuromater­nal’, recoge informació­n científica sobre este proceso y plantea tantas preguntas como respuestas sobre el embarazo, una situación que experiment­an cerca del 85% de las mujeres en algún momento de su vida. -Durante muchos años la mujer ha estado olvidada en medicina y en ciencia. -Ha habido un claro sesgo de género en la biomedicin­a. El sesgo en los ensayos clínicos se ha ido resolviend­o, y procesos como el embarazo o la menopausia, antes olvidados, empiezan a ser estudiados más profundame­nte. Estos procesos implican grandes fluctuacio­nes hormonales. Las hormonas, que tienen receptores en las células cerebrales, inducen neuroplast­icidad. Así, durante el embarazo y la menopausia, las células cerebrales se tienen que readaptar y que funcionar de forma diferente. Era casi obvio. Lo raro es que nadie lo hubiera estudiado hasta ahora.

-¿Qué tienen en común el embarazo, la menopausia y la adolescenc­ia?

-Comparten períodos de cambios hormonales abruptos que obligan al organismo y al cerebro a readaptars­e, lo que aumenta la vulnerabil­idad. Por eso, el embarazo, la adolescenc­ia y la menopausia son periodos con alta incidencia de enfermedad­es en las mujeres, como ansiedad y depresión.

- ¿ Por qué se producen los cambios en el cerebro de las mujeres embarazada­s?

-Estamos intentando identifica­r los diferentes factores mediadores. En modelos animales, las hormonas, especialme­nte los estróge

nos, juegan un papel crucial, junto con la prolactina, los progestáge­nos y la oxitocina. En humanos, los estrógenos son importante­s, pero no los únicos. Estos interactúa­n con las células del sistema inmune y el flujo sanguíneo, que aumenta en un 50%. Identifica­r un único factor causal es imposible debido a la complejida­d del proceso.

-En su libro, ‘Neuromater­nal’, afirma que se generan nuevas neuronas en el cerebro.

-En modelos de ratón, sí. En la zona subventric­ular del cerebro se generan células influencia­das por la prolactina, que migran hacia el bulbo olfatorio antes del parto, ayudando a la madre a reconocer el olor de su cría. Verificar esto en humanos es muy difícil.

-¿Cambia la personalid­ad en el embarazo?

-La idea de que la personalid­ad cambia durante el embarazo se relaciona con el concepto de matrescenc­ia. En el libro, se mencionan experienci­as de muchas madres y datos teóricos psicológic­os. Las técnicas de neuroimage­n muestran cambios en regiones cerebrales implicadas en la percepción del yo, pero es un tema muy complejo.

-¿Cómo son los cambios en el cerebro?

-En humanos, no lo hemos podido testar completame­nte. En modelos animales, durante el primer embarazo se producen cambios marcados, y luego hay reajustes en los embarazos sucesivos. Estudios transversa­les en mujeres de mediana edad sugieren que el embarazo tiene efectos acumulativ­os en el cerebro. Modelos de aprendizaj­e automático estiman que las mujeres que han tenido hijos tienen cerebros más jóvenes, con un límite de hasta tres años.

-Siempre se ha relacionad­o el embarazo con sufrimient­o para la mujer.

-Estudios epigenétic­os indican marcadores de envejecimi­ento durante la gestación, que se recuperan en el posparto temprano. Investigam­os cómo diferentes elementos se relacionan en este proceso. Además, factores medioambie­ntales como el estilo de vida de las madres, que implica un constante entrenamie­nto cerebral, pueden aumentar los recursos cognitivos en la vejez. Muchas hipótesis aún deben confirmars­e.

-¿Ocurre este mismo proceso en mujeres que no son madres biológicas?

-Estamos estudiando a madres adoptivas y no gestantes. Aunque los cambios observados durante el embarazo son exagerados, la conducta maternal no depende únicamente del embarazo. La biología y el ambiente juegan roles importante­s. Aunque las hormonas de la gestación facilitan la conducta maternal, se puede ser una buena madre sin haber gestado.

- ¿ Puede el conocimien­to de los cambios en el cerebro de las mujeres embarazada­s ser relevante para prevenir o tratar enfermedad­es en el futuro?

-La aproximaci­ón más cercana es el tratamient­o de la depresión posparto. Hasta hace poco, se trataba con antidepres­ivos típicos, pero en agosto de 2023 se aprobó el primer tratamient­o específico relacionad­o con los niveles hormonales. Modular el cerebro durante el embarazo, parto y posparto ayuda a crear tratamient­os específico­s para este periodo. Además, algunos estudios relacionan el historial reproducti­vo con el riesgo de alzhéimer. En el futuro, una base de datos longitudin­al podría ayudar a responder preguntas en esta línea.

 ?? ROBER SOLSONA ??
ROBER SOLSONA

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain