Hay vida más allá de la escuela de diseño del Royal College of Art de Londres
Aunque el Royal College of Art mantiene un prestigio difícil de emular –la escuela afirma que un 95% de los alumnos graduados deben su posición al centro educativo–, existen españoles a la vanguardia del diseño de muchas marcas europeas. Un ejemplo es Noemí Cortizas, que es la diseñadora sénior de CMF –una novedosa disciplina relacionada con los materiales y acabados– para DS Automobiles, la marca con la que Stellantis pretende atacar el mercado premium.
Para Cortizas, originaria de Vigo aunque afincada en París, un motivo de orgullo es la última colección de la marca francesa, un homenaje a Antoine de Saint- Exupéry, que cuenta con una pintura tornasolada que puede convertirse en morada o dorada en función de la luz que reciba.
Cortizas es una entre los diseñadores españoles que no han salido de la célebre escuela inglesa –estudió ingeniería mecánica en Madrid–, porque otro ejemplo es Jacobo Domínguez, un arquitecto que encontró su vocación en los coches y ahora es responsable de Diseño Exterior en Rolls-Royce. Según el directivo, las siluetas del futuro habrán de ser lo más aerodinámicas posibles, lo cual considera que será «una oportunidad para hacer algo nuevamente».
Una de las grandes dudas del diseño es el hacer vehículos que se enfoquen a mercados en concreto. Los gustos de China han de ser considerados –a fin de cuentas, las marcas alemanas venden el 40% de su producción en el país–, pero su diseño, especialmente el de las primeras generaciones, es difícil de asumir para compradores europeos que prefieren líneas más clásicas.
Para los vehículos eléctricos, Cortizas considera que no es necesario distinguirlos estéticamente de un vehículo antiguo. Sin embargo, para la diseñadora gallega –y para todos los diseñadores que han quedado en el olvido– era demasiado tarde. «Los eléctricos son coches que nos permiten usar la calandra como elemento de diseño», afirmó Cortizas, «tenemos más libertad para personalizarlo y convertirlo en un elemento diferenciador del coche».
Arturo Peralta renunció a su puesto de diseño en Volkswagen después de haber dejado su compañía para unirse a Nio, una de las start up chinas enfocadas en el coche eléctrico. «Las marcas chinas son mucho más rápidas que nosotros en Occidente y completan sus proyectos con menos de dos años de antelación».