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Carmen Ponce: «Llevamos más de dos décadas poniendo la sostenibilidad en el centro de nuestro negocio»
–2025 es el plazo que trazó Heineken para alcanzar la mayoría de sus objetivos sostenibles. ¿Está previsto que se logren en los próximos meses? –Llevamos más de dos décadas poniendo la sostenibilidad en el centro de nuestro negocio. Bajo nuestra estrategia global, en España seguimos con paso firme nuestra hoja de ruta con objetivos ambiciosos a 2025, 5 años antes que el compromiso global. Somos conscientes que 2025 está cerca, pero a la fecha, los avances son significativos.
Las ambiciones son claras: ser cero emisiones netas en producción (51% de la energía de nuestras cuatro fábricas ya es de origen renovable, un % que a finales de año esperamos escale al 62%); reducir un 30% nuestras emisiones en la cadena de valor (a cierre 2023 redujimos un 24% vs 2018); alcanzar el balance hídrico, conseguido en 2022, y reducir nuestro consumo de agua hasta 2,6l por litro de cerveza (-50% vs 2008 y ya hemos reducido un 40%); ser cero residuos en fábricas (conseguido en 2023) y maximizar la circularidad de nuestros envases, así como ejercer un impacto positivo en la comunidad, principalmente con nuestra Fundación Cruzcampo.
–¿Cuál de esos objetivos supone un mayor desafío?
–Hemos decidido acelerar y liderar la agenda de sostenibilidad a nivel global y en nuestro mercado. Eso implica grandes desafíos. Somos pioneros en muchos proyectos. Ser pionero es excitante pero complejo. Adicionalmente, algunos objetivos no están bajo nuestro control. Acompañar, por ejemplo, a toda la cadena de valor hacia el net zero, implica involucrar a proveedores y clientes, desde el campo hasta el bar. Todo ello superando obstáculos regulatorios y haciendo sostenibles económicamente proyectos que requieren una fuerte inversión en nueva tecnología e infraestructura.
Por ello apostamos fuertemente por la colaboración y construcción de alianzas privadas y público-privadas. Arrancamos con pilotos que nos permitan aprender y construir soluciones innovadoras. Nuestra agenda está llena de grandes ejemplos que nos permiten acelerar aún más nuestros pasos.
–‘Del campo al bar’ es uno de los lemas de Heineken para reducir su impacto. ¿Es necesaria la trazabilidad para la consecución de esos objetivos?
–Del campo al bar ilustra nuestro compromiso con la sostenibilidad en nuestra cadena de valor. Desde finales de 2025 elaboraremos todas nuestras cervezas con cero emisiones netas, gracias a la generación de energía eléctrica y térmica renovable para el consumo de nuestras fábricas. Pero eso no es suficiente. El 90% de nuestra huella de carbono es alcance 3 y depende de nuestra cadena de valor, generándose en el cultivo de la cebada cervecera, la fabricación de nuestros materiales de packaging o en la distribución hasta el consumidor final de nuestras marcas. Por ello una de nuestras ambiciones es reducir un 30% nuestras emisiones netas asociadas para 2025.
Entre los avances de este último año, destacan áreas como la agricultura, con un 92% de materias primas procedentes de cultivos de origen sostenible y una importante alianza con Fertiberia que nos ha permitido impulsar los primeros fertilizantes bajos en carbono del mundo. En el packaging, reducimos nuestra huella de carbono dándole más vidas a nuestros envases, con formatos reutilizables o el uso de materiales reciclados. En la distribución, llevamos a cabo un reparto de última milla con vehículos eléctricos en el centro de ciudades y pruebas piloto en otras. También estamos junto a los hosteleros y hemos instalado un 86% de enfriadores ecoeficientes en bares de toda España.
–¿Cuál es el papel de los proveedores en el proceso de descarbonización? –En sostenibilidad todos tenemos una responsabilidad y los proveedores for
man parte del proceso. En HEINEKEN creemos en el poder transformador de las alianzas. Por eso apoyamos a nuestros colaboradores en su proceso de descarbonización. Estamos acompañando a nuestros proveedores de packaging en su transición a energía renovable. Estamos aprendiendo con nuestros agricultores y malteros sobre el uso e impacto del fertilizante bajo en carbono, siendo la primera y única cervecera que está usando este tipo de fertilizante en el cultivo de nuestra cebada cervecera, gracias a la alianza con Fertiberia.
Asimismo, priorizamos a los que cumplen con estándares sostenibles y aseguran el cumplimiento de una serie de requisitos ambientales, sociales y de buen gobierno alineados con nuestra visión.
–¿La responsabilidad ambiental debe recaer sólo sobre la empresa?
-La responsabilidad ambiental debe ser parte de la estrategia y las operaciones de cualquier empresa. Es importante que las empresas reconozcamos y actuemos sobre nuestro impacto, adoptando prácticas sostenibles y buscando formas de reducir nuestra huella ambiental.
Es necesario destacar que la responsabilidad ambiental es un compromiso compartido y debe ser un esfuerzo colectivo con la participación de todos los sectores de la sociedad. Para ello es esencial unir nuestras fuerzas con nuestros grupos de interés para generar concienciación, conocimientos y sinergias para avanzar en nuestras ambiciones. Por ejemplo, trabajamos en la recuperación de lagunas en Doñana con la Junta de Andalucía. Otro ejemplo es el que hemos consolidado con ENGIE para poner en marcha la primera planta termosolar de uso industrial más grande de Europa, en nuestra fábrica de Sevilla.
Además, hacemos esfuerzos para
transnpardencia una mayor en la comunicación con nuestros consumidores. Desde 2021 contamos con una política global de etiquetado cuyos requisitos esperamos completar este 2024 y aplicamos nuestra Green Policy en nuestras comunicaciones de sostenibilidad para evitar el greenwashing.
–La sostenibilidad supone un compromiso no sólo por parte de la empresa, también de los empleados. ¿Cómo se comunica y se articula internamente? –EN HEINEKEN la comunicación es esencial para facilitar la conexión entre personas y alinear la visión de toda la compañía. Facilitamos canales que favorecen una comunicación bidireccional junto con un plan de comunicación interna para dar a conocer los objetivos que nos hemos marcado y los hitos que vamos alcanzado.
También contamos con un grupo de trabajo, la Green Tribu, con 40 profesionales de distintas áreas que son embajadores de la sostenibilidad y se encargan de impulsar acciones en nuestro día a día. Este grupo es el fiel reflejo de nuestra forma de actuar: siempre conscientes de la importancia de trabajar uniendo fuerzas y ser pioneros en lo que hacemos.
–¿Cómo se busca la rentabilidad? –El crecimiento y el beneficio son importantes, pero nunca a costa de nuestro compromiso con la sostenibilidad. Esto pasa por hacer que la sostenibilidad sea económicamente viable. Inspiramos con esta visión a nuestros proveedores, socios, clientes y a toda la industria, para acelerar esta transición hacia una economía baja en carbono que nos haga crecer y prosperar todos como sociedad y como tejido empresarial.
Buscamos la rentabilidad de nuestras inversiones con una combinación
«En HEINEKEN creemos en el poder transformador de las alianzas. Por eso apoyamos a nuestros colaboradores en su proceso de descarbonización»
«Bajo nuestra estrategia global, en España seguimos con paso firme nuestra hoja de ruta con objetivos ambicios a 2025, 5 años antes que el compromiso global»
de crecimiento orgánico y avances en sostenibilidad. Y hemos implementado iniciativas que no solo reducen el impacto ambiental, sino que también mejoran nuestra eficiencia operativa y crean valor a largo plazo. Asimismo, las alianzas público-privadas permiten también acelerar la transformación gracias a la financiación pública.
–Este año HEINEKEN España y la Junta de Andalucía han renovado el acuerdo del Proyecto Doñana para seguir trabajando en la conservación ambiental de esta reserva de la biosfera. ¿Qué más pasos ha dado la empresa en este sentido?
–El agua es una prioridad, sobre todo en países con estrés hídrico como el nuestro. Un recurso imprescindible para elaborar nuestras cervezas, ya que el 95% es agua. Desde HEINEKEN somos conscientes de la importancia de proteger este recurso en todas las regiones donde estamos presentes.
Con este objetivo trabajamos una estrategia circular que engloba la eficiencia, la circularidad y la compensación, siendo clave la protección de nuestras fuentes de agua. Tenemos la ambición de compensar el agua que utilizamos y continuar retornando a las cuencas de origen toda el agua que contienen nuestras cervezas, un objetivo que ya conseguimos en 2022. Desde entonces, somos la única cervecera en nuestro país que retorna a su fuente de origen toda el agua de sus cervezas: 1.900 millones de litros de agua cada año, gracias a los proyectos en Doñana, Albufera y la ribera del Jarama.
Con nuestras actuaciones hemos logrado reducir desde 2008 un 41% el consumo de agua por litro de cerveza. Como compañía tenemos unos objetivos globales para 2030 que en España hemos adelantado cinco años, algo de lo que nos sentimos profundamente orgullosos.
–La sostenibilidad también abarca el área social de una empresa, no sólo la ambiental. ¿Habría que darle más importancia a esta área?
–Aunque la sostenibilidad ambiental es crucial, también lo es la social. Ambas deben ser priorizadas para lograr un modelo de negocio sostenible y conseguir ese impacto positivo. En el área social las empresas debemos centrarnos en temas críticos que afectan a nuestros colectivos y a la sociedad.
En HEINEKEN estamos comprometidos con promover la igualdad, la diversidad e inclusión, y los salarios justos. Ya hemos alcanzado el 44% de mujeres en comité de dirección 6 años antes del objetivo global. Esto hace que HEINEKEN España destaque en igualdad dentro de nuestra compañía y entre el tejido empresarial español. Tanto es así que la presencia de mujeres aumenta cada año: 30% en el total de la plantilla y más 35% en puestos de liderazgo. Somos una de las empresas incluidas en el Índice de Igualdad de Género de Bloomberg como uno de los lugares de trabajo más igualitarios e inclusivos del mundo.
También apoyamos a las comunidades a través de compras locales, el apoyo a nuestros socios hosteleros y nuestra contribución a la economía. Y vamos más allá, con iniciativas lideradas por nuestra Fundación Cruzcampo dirigidas a jóvenes y colectivos vulnerables para generar oportunidades de empleo y progreso.
–Una de las áreas a la que más importancia otorga la Fundación Cruzcampo es la promoción del talento joven y su empleabilidad. ¿Qué pasos ha dado en ese sentido?
–Así es. La Fundación Cruzcampo es la entidad que canaliza gran parte de nuestra acción social desde 1995. Con ella contribuimos a desarrollar el talento joven a través de la formación en hostelería, para el impulsar la empleabilidad de este colectivo. Así lo demuestra nuestro programa Talento Cruzcampo, que cumple cinco ediciones y cuenta con un índice de empleabilidad del 90%.
–¿Cómo se adapta la formación en hostelería a retos actuales como la digitalización?
–El lanzamiento del Barómetro FUERZABAR de HEINEKEN España, el mayor estudio sobre tendencias de futuro de la hostelería puso de relieve la necesidad de digitalización del sector, que a su vez, puede ayudarles a diferenciarse y a ofrecer una propuesta de valor única. Digitalizar es imprescindible para garantizar la sostenibilidad del sector, porque tiene que ganar eficiencia, productividad, flexibilidad, y evolucionar su relación con el cliente.
Desde HEINEKEN ayudamos a nuestros clientes en este viaje y hemos renovado nuestro compromiso con la hostelería con un ambicioso plan de apoyo integral, centrado en tres líneas: soluciones de negocio, financiación y ayudas, y apoyo en la búsqueda de los mejores profesionales. En 2023 lanzamos Eazle, una de las diez mayores plataformas de ecommerce del mundo. Con Eazle buscamos convertirnos en la cervecera mejor conectada y ayudar a nuestros clientes de la hostelería.
Asimismo, nuestra Fundación Cruzcampo ha incorporado competencias
«Es importante que las empresas reconozcamos y actuemos sobre nuestro impacto, adoptando prácticas sostenibles y buscando formas de reducir nuestra huella ambiental»
«El 90% de nuestra huella de carbono es alcance 3 y depende de nuestra cadena de valor, generándose en el cultivo de la cebada cervecera, la fabricación de packaging o la distribución hasta el consumidor»
en digitalización en sus programas de formación, preparando a los estudiantes y futuros hosteleros para un sector cada vez más digitalizado.
–¿Qué iniciativas han promovido HEINEKEN España y Fundación Cruzcampo para promover la hostelería tras la crisis del coronavirus? –La hostelería es un sector de alta relevancia para la economía andaluza por su peso en la economía y su efecto tractor, duramente golpeado por el coronavirus. ¿Cómo no apoyar a la hostelería, si más de la mitad de los bares de España son clientes nuestros? Bajo la plataforma #FUERZABAR, desde HEINEKEN promovimos varias iniciativas de apoyo al sector que han ido evolucionando según sus necesidades.
En un año muy duro, 2020, no dudamos en aportar 150 millones al sector, y en 2021 esa cifra ascendió a 190 millones para formación, información, asesoramiento, aportaciones de producto, créditos. En todo este tiempo, no hemos dejado de trabajar para nuestros bares con medidas reales y tangibles. Esta crisis ha puesto más de manifiesto que nunca la necesidad de seguir profesionalizando el sector. Además de realizar importantes esfuerzos para apoyar económicamente a nuestros socios, reforzamos y reformulamos nuestra acción social a través de la Fundación Cruzcampo, para poner foco en los jóvenes y los hosteleros, a fin de construir un sector con futuro, atractivo y con opciones de empleo de calidad.