¿Logrará convertirse el pan francés lagunero en patrimonio cultural? 200
La consistencia de este pan es totalmente diferente a la de cualquier otro y puede llegar a confundirse con el bolillo CENTROS DE ADICTOS
TORREÓN, COAH.- Avanzan las gestiones de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa) Laguna que busca declarar al pan francés lagunero como patrimonio cultural gastronómico de la ciudad de Torreón.
Pedro Ávila Aguilera, consejero de la Canainpa, comentó que se hizo la propuesta al municipio de Torreón, la iniciativa está encaminada a que las comisiones correspondientes de Cabildo elaboren el dictamen para que posteriormente lo presenten en Cabildo y declaren al pan francés lagunero como patrimonio cultural de los torreonenses.
Una vez que ya se logre todo eso en forma conjunta con la Canainpa, se emitirán certificados, como lo hace la Secretaría de Turismo del Gobierno del Estado, pues lo que se pretende es que el pan francés se siga elaborando como se hacía de manera artesanal.
”Que cubra todos los procesos que debe llevar un pan para que realmente sea un pan francés lagunero, como el de antaño, con el sabor y lo crujiente que lo caracteriza”, señaló.
El gremio de panaderos espera que pronto se pueda revisar el tema en comisiones, con los regidores, para su posterior análisis en el pleno del Cabildo, pues advierten que esto sería básicamente oficializar algo que la ciudadanía ya reconoce así, pues los laguneros suelen presumir este producto como patrimonio de la región.
Se estima que en la región se tiene una producción diaria de 250 mil piezas de pan francés, que equivale a un 50 por ciento de la producción total, y el otro 50 sería de pan dulce y similares. Se tienen registra
das 220 panaderías en la Canainpa.
INSERTO EN LA HISTORIA
La receta tiene más de 90 años en la región, incluso en diferentes relatos se afirma que los laguneros le dieron el famoso nombre, gracias al parecido que tiene la masa madre con un pan típico de Francia.
De acuerdo a los historiadores de la región, el pan francés tiene su origen en el año de mil 703, cuando los frailes franciscanos que vivían en zonas pesqueras de Europa intentaron recrear un pan similar a las conchas de caracol marino.
Este fue nombrado “moufle”, no obstante, tras su llegada a México perdió este nombre y se le bautizó como “pan francés”, el cual hasta el día de hoy solo se produce en nuestra región de generación en generación.
Está delicia gastronómica de la región es única, ya que no se encuentra en ningún lugar del país, y si algún oriundo del lugar se va a vivir a otro lugar de México o el mundo, lo primero que buscan para probar es estos panes, al ser los más extrañados de la diversificación alimentaria de la Laguna.
Es por esta razón que, al igual que otros panes típicos de otros estados, los agremiados de la Industria Panificadora de La Laguna están buscando declararlo patrimonio cultural gastronómico.