No intentar respirar con el hígado
Votar -en democracia- es dar un mandato a un servidor publico. Se le da poder para gobernar y buscar el bien para todos los ciudadanos de una comunidad civil, observando las leyes. Los electores captan su equidad y su capacidad de sano liderazgo.
Los organismos técnicos, especializados se integran con discernimiento de gente informada, no por mil-usos oportunistas o saltimbanquis. Los aspirantes se pueden someter a exámenes que comprueben su capacitación. Han de ser investigados para comprobar su trayectoria y experiencia suficiente. Elegirlos por votación popular sería como querer respirar con el hígado o digerir con los riñones.
VIRTUD, APTITUD Y ACTITUD
Así como los alumnos no eligen a su profesor, ni los pacientes eligen a los médicos especialistas de un hospital, no es acertado que un organismo como la Suprema Corte tenga ministros elegidos por voto popular.
Hay que distinguir entre lo votable y lo discernible. Que cada aspirante vote por sí mismo y que los resultados de las pruebas digan si tiene virtud aptitud y actitud.
El que quiera ser ministro de la Suprema Corte ofrecerá su trayectoria, su experiencia, sus destrezas y su confiabilidad, sometiéndose a evaluaciones y peritajes que garanticen ser de los mejores… salvo mejor opinión.
TREN, AMPLIACIÓN O ESTRENO
Carretera Saltillo-monterrey nueva, ¿ampliada o tren eléctrico? Haciendo túneles se llegaría -de bajada- a la capital regia en menos de media hora, con alta velocidad de tren moderno. Las perforadoras chinas son imponentes y veloces. Supone eso una considerable inversión.
La inversión para carretera nueva también requeriría un monto de inversión cuantioso. Se está pensando en ampliar la que ahora se usa. Habrá tramos que requerirán una creatividad tecnológica complicada. Eso sí, es más accesible el presupuesto necesario. Quizá, cerca de los años tresmiles, se tendrá un transporte aéreo simplificado, solo sumando superdrones de transporte colectivo.
CAFÉ, TABACO, ALCOHOL Y DROGA
Se vive en el mundo un ambiente de adicciones... a las pantallas, al consumismo, a los deportes, a las series, a los juegos de azar, a la gastronomía. Y en lo corporal, se ha extendido la adicción a la cafeína, a la nicotina, a bebidas dulces y gaseosas, al alcohol y a las drogas.
Todo podría ser sano y aceptable en su justa medida; pero la característica de la adicción es siempre querer más de lo mismo. La templanza, la moderación, la sobriedad son virtudes no muy extendidas y son un gran desafío para la vida familiar y para la educación en todos sus niveles.
PINCHAR LO INFLADO
“Oiga, compadre y usté cómo le esta haciendo ora que todo está más caro”. Es Rosauro que trae la bolsa del mandado a medias.
“No, pos yo le busco para tener más entradas”, responde el compadre Cruz, “si suben los precios, yo busco más billetiza luego, luego. Gano más clientes y ahí le invento y le arriesgo para no tener que apretar el cinto. Eso sí, reducimos gastos que antes eran despilfarro”. “Sí”, comenta Rosauro “mi vieja dice que si hay inflación también hay alfileres para reventarla… ja!…
Atraviesan la calle riendo a carcajadas…