SEMBRAR FUTUROS LECTORES
Al periodismo le hacen falta niñas y niños. Infancias que sean el centro de las estrategias, que sean consideradas audiencia serias y formales. Considerar en verdad que, con sus pocos años de vida, son personas clave en la generación de contenidos.
Hacer esto, por supuesto, una apuesta al futuro.
Por eso nos preguntamos hoy, ¿qué estamos haciendo los medios para que esto sea realidad?, ¿Qué enfoque les damos cuando cubrimos temas que les interesan?, ¿cómo representamos sus voces?, ¿cómo les volvemos protagonistas?
Ahí la importancia de asumir el reto que de que el periodismo, los periódicos impresos en particular, tenemos la complicada tarea de crear, formar, impulsar a los nuevos lectores. Y tal vez es momento de explorar más allá de las fronteras que nos hacen sentir cómodos, aunque nos tengan contra las cuerdas.
Explorar, quizá con la ficción. Con el humor. Con canciones. Con salir a explorar sitios en la ciudad. Con usar las tecnologías de manera más creativa. Con actividades manuales, como por ejemplo dibujar o pintar.
En VANGUARDIA creemos que ser niño, ser niña, es reírnos de todo, asombrarnos con cada cosa que vemos, que la magia y las sirenas y los extraterrestres son tan palpables como el agua, las montañas y el sol. Creemos que salir a patinar con el viento en la cara puede ser tan divertido como hacer dibujos con inteligencia artificial.
Creemos que somos corresponsables de hacer de nuestras infancias de hoy, ciudadanos responsables mañana y a la par lectores con el criterio suficiente para seguir construyendo una ciudad digna, habitable y feliz.
La edición de hoy busca reflejar eso. Por eso en la portada hay dibujos, manuales y digitales, hechas por niños y niñas. Por eso hay cuentos en todas nuestras secciones. Por eso un podcast. Por eso nuestro Big Vang de todos los domingos. Por eso usamos la esquina de nuestra redacción para los menores la intervinieran con pintura. Porque en VANGUARDIA le apostamos al futuro.
Es una papa que usa una capa de superhéroe roja y tiene el propósito de salvar a Japón de todos los kaijus que vienen del abismo del mar.
Paponcio man necesita un súper robot que no tiene. Y él dice:
–¿Dónde puedo conseguir un súper robot?
Y encuentra a un amigo, o sea, le habla a un amigo y le dice:
–Ah, yo tengo un súper robot de pura coincidencia.
Se lo muestran y se emocionó mucho porque sí lo necesita mucho.
De mientras, en el cuartel general están viendo que los ataques de los callos están siendo más frecuentes en todo Japón. Luego alguien se enlaza con el cerebro de uno y se da cuenta de que sonon como los bichos que se están hablando entre sí y tienen un plan para dominar todo Japón.
Le dicen eso a Paponcioaponcio man, el Bárbaro, y él dice:
–Voy a pelear contrantra esos kaijus.
Y luego en Japón,, Tokio, hay un ataque de un Kaiju nivel 5, el más poderoso. Batalla un chorro. Se destruyó media ciudad. Entonces vuelven al cuartel, pero el kaiju era una mamá y tenía su bebé.bé. Y entonces se comen a un señor.or. Bueno, pobrecito señor.
El kaiju se va al abismo y Paponcio man agarrara una bomba. Y ya cuandoo llega al abismo la lanza. Peroro como que la bomba no funcionó.ncionó. Entonces también descubrie-descubrieron que el Kaiju tienene como un código de barras enn el cuello y se transforma.
Paponcio man entoncesntonces tiene que vencer a un Kaiju nivel 6. Duró un chorroorro de esa batalla y como estabanban en un robot atómico, haz de cuentaenta que se metió al abismo. See autodestruyó con el abismo así los Kaijusus ya no podía pasar.
Paponcio sobrevivióivió porque se puso como en un tipo cápsulapsula que lo llevó hasta arriba del mar a la superficie. Luego, luego 10 años más tarde, todo sigue igual. Arre-arreglaron todos los dañosños y tan tan.