El regalo que todos merecemos
El amor es un regalo que todos merecemos.
Cada vez más veo adolescentes, especialmente niñas entre 12 y 15 años, destrozados en cuanto a sus amistades y relaciones sociales. La mayoría tiene una gran presión para pertenecer a un grupo social y tener algunas amigas cercanas con quienes pueda salir y compartir su vida. Sin embargo, muchas de las adolescentes viven un calvario al recibir una gran cantidad de mensajes: “fulanita está hablando mal de ti”. Esto les genera inseguridad, sentimientos de soledad, falta de apego y baja autoestima.
El COVID-19 provocó un retroceso en el desarrollo social en la mayoría de nuestros hijos. Las escuelas, directores, coordinadores y maestros manifiestan una gran preocupación por los nuevos estilos de interacción de muchos de sus alumnos como impulsividad, conductas desafiantes, rumores destructivos y hasta agresividad hacia sus compañeros y hasta sus maestros. El problema no termina aquí, sino que además algunos padres de familia muestran las mismas conductas hacia los docentes y administradores escolares. Hace pocas semanas, varios directores expresaron su desilusión ante las reacciones sociales destructivas por pequeños conflictos hacia los maestros. Entonces, ¿qué ejemplo social damos a nuestros hijos?
Esta Navidad todos merecemos el mejor regalo de todos: Dar y recibir amor. Deseo publicar una carta que me escribió una adolescente buscando recibir el mejor regalo: ser amada.
“Querido Santa, todo lo que quiero para Navidad es amor y la gente en mi vida para ser amada también. Santa, ¿por qué los demás no me aman también? ¡Sólo quiero ser amada esta Navidad! Tenía 12 años cuando decidí escribir una carta a Santa Claus, ya que sufría depresión y pedía ser amada y sentirme amada por alguien. Siempre pensaba que Navidad es una de las épocas más hermosas del año para compartir regalos, pero me sentía que nunca fui amada a cambio”.
Todos merecemos ser amados. ¿Qué hace que un ser humano se sienta no amado? ¿Qué hace que una persona a una edad temprana sienta que no es amada por otros? ¡Todavía estoy tratando de entender esto, incluso ahora, mientras escribo esta historia abierta y honesta! Con esta pequeña nota que me hizo llegar la adolescente, ahora con 15 años, mi corazón se partió en mil pedazos. Todos sin excepción necesitamos amar y ser amados, especialmente nuestros hijos adolescentes que están creando su propia identidad y fortaleciendo su personalidad para la vida adulta.
Hoy los adolescentes reciben una gran presión en sus amistades por su estatus social y económico, existe poca empatía y compasión por sus compañeras, se burlan y generan rumores para ridiculizar. Recuerdo que cuando fui estudiante de secundaria no era importante las posesiones materiales o el tipo de ropa para ser aceptados por los demás. Nunca me fijaba qué tipo de carro tenían los papás de mis compañeros. Lo importante era convivir, jugar y platicar de la música o de las películas. Dábamos y recibíamos afecto sin discriminación y había muchísima tolerancia. Observo con mucha tristeza que muchos adolescentes tienen una alma llena de rencor, inseguridad y envidia, y no permiten que otra persona pueda ser mejores que ellos.
¡Si pudiéramos dar cualquier regalo en este mundo a otra alma! Mi respuesta es siempre amor por otro ser humano. El amor es el regalo más grande en este mundo, y sé que no soy la única persona que ha dicho esto. Sé que hay otras personas en este mundo que sienten lo mismo. Mi deseo de Navidad siempre será que alguien me ame y también mostrar amor a otra persona. Siento que el amor es lo más valioso que podemos dar a los que nos rodean. Es lo que cura un corazón roto y conforta el alma de otra persona necesitada.
¡Feliz Navidad! Oro para que todos ustedes sean amados y sientan el amor que realmente merecen en su vida.