Dentro del gigante
Tras siete años de preparación, el crucero Sun Princess está listo, con un diseño interior de sello escandinavo que busca competir con los paisajes que el barco recorrerá.
Un gran yate requiere un enfoque grandioso al momento de diseñar sus interiores. En Tillberg Design of Sweden (TDoS) lo saben, como consecuencia de acumular más de 60 años en el negocio. Por eso entienden que si desarrollar la embarcación toma siete años, el reto adquiere dimensiones aún mayores. Ocurrió así con Sun Princess, el más reciente integrante de la flota de cruceros Princess, que finalmente salió del astillero Fincantieri, en Monfalcone, Italia.
Desde que el proyecto inició, en 2017, TDoS estuvo involucrado, coordinando a un grupo que incluye arquitectos y diseñadores, quienes se encargaron de áreas como un comedor de tres pisos, un lounge de dos cubiertas y una terraza con piscina infinita incluida. En esos espacios y el resto del barco imprimieron su sello: brillo y luminosidad, en honor a la tradición escandinava que, paradójicamente, implica innovación atemporal. Como se puede suponer de un barco con espacios como esos, se trata de un gigante con capacidad para 4,300 pasajeros.
El reto que supuso para el estudio de diseño fue de las mismas proporciones de Sun Princess, según explica Fredrik Johansson, director ejecutivo de TDoS: “Hubo ocasiones en las que teníamos a más de 25 personas trabajando exclusivamente para este cliente”. Lograr la tarea fue posible, explica, gracias a que el Viken Group
(al que pertenece TDoS) consta de casi 100 miembros: “Nuestro equipo es único tanto por su competencia como por su capacidad de máximo nivel”. La labor del estudio pretende que los espacios interiores rivalicen con las vistas que los huéspedes del crucero podrán apreciar en el exterior.