DEPRESIÓN: ¿CÓMO HABITA EN MÉXICO?
El trastorno de salud mental caracterizado por la tristeza y el desánimo es padecido por millones de personas en México sin que el cálculo sea certero debido a la falta de atención clínica
Asociada con el suicidio, la depresión recorre los ámbitos laborales y sociales de México con un impulso mayor desde la pandemia de COVID-19. Las cifras oficiales dan cuenta de que el padecimiento está presente en la población con amenaza de crecer y sin que las cifras sean certeras dada la poca consulta médica.
El concepto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de ese malestar es que es un trastorno común de salud mental. Las características son una tristeza frecuente, falta de interés en los aspectos de la vida, incapacidad de la sensación del placer en actividades que antes fueron fuente de satisfacción, alteración del sueño y el apetito, cansancio y falta de concentración.
En 2021 el Gobierno mexicano reconoció que por lo menos 3.6 millones de personas adultas tenían depresión en México, de las cuales, el 1 por ciento estaba integrado por “casos severos”, de acuerdo con un estudio de los Servicios de Atención Psiquiátrica de la Secretaría de Salud (SAP).
A su vez, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en su Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (conocida como Enbiare) reportó en 2022 que 16.3 por ciento de las mujeres sentía esa condición casi todos los días de la semana, en tanto que el 9.1 por ciento de los hombres estaba en esa situación. Las personas más jóvenes, de 18 a 29 años, fueron quienes presentaron los porcentajes más bajos.
Por su parte, el Instituto Nacional de Salud Pública refirió que en México, una de cada cinco personas con un trastorno psiquiátrico en 2022 recibió algún tipo de atención para enfrentar a esa condición y más de 75 por ciento de los casos graves y moderados entre adultos no recibió atención médica o psicológica por la carencia de acceso.
En el país, la entidad a cargo de la atención para este padecimiento es Servicios de Atención Psiquiátrica de la Secretaría de
Las cifras oficiales dan cuenta de que el padecimiento está presente en la población con amenaza de crecer
Salud. El organismo coordina seis unidades médicas para la atención de la salud mental, entre las cuales se encuentran los hospitales psiquiátricos Fray Bernardino Álvarez, Dr. Samuel Ramírez Moreno y el Infantil Dr. Juan N. Navarro.
Vista en el espejo de sus contrataciones públicas por año, esta infraestructura donde se atiende la depresión en México concentró sus erogaciones entre 2019 y 2023 en adquisición de bienes terapéuticos, servicios de dietas, adquisición de colchones y blancos para los hospitales, así como mantenimiento y desazolve de unidades.
De acuerdo con una localización de sus contrataciones públicas en Compranet, ese organismo gastó más de 570 millones de pesos entre 2019 y 2023. El promedio por año fue de 115 millones 447 mil 597 pesos. Hay un salto en los gastos de 11 millones 546 mil 196 registrados en 2019 a los 162 millones 300 mil 489 pesos de 2020, el año de la pandemia de COVID-19.
Ley General de Salud se reformó y, por primera vez en la historia del país, fue reconocido que la atención a la salud mental debe ser universal y apegada a los derechos humanos.
La reforma le imprimió a la salud mental y la prevención de las adicciones carácter prioritario dentro de las políticas de salud del país. Además, enfatizó que los tratamientos deben brindarse conforme a lo establecido en materia de derechos humanos en la Constitución y los tratados internacionales.
Con la nueva ley quedaron prohibidos los internamientos forzados. Además, por primera vez se planteó que cualquier persona debe ser atendida por síntomas de malestares asociados con la salud mental como la ansiedad.
Las necesidades en los Servicios de Atención Psiquiátrica (SAP) de la Secretaría de Salud en compras públicas también quedaron marcadas en esta línea de tiempo.
En 2020, esa entidad que concentra la infraestructura de atención de la salud mental, tuvo más gastos entre 2019 y 2024, de acuerdo con lo que aparece en los archivos de Compranet. De hecho, ese año, los SAP firmaron su contrato más grande en cinco años. Fue para el suministro
En abril (de 2022) la Ley General de Salud se reformó y, por primera vez en la historia del país, fue reconocido que la atención a la salud mental debe ser universal y apegada a los derechos humanos
Con la nueva ley quedaron prohibidos los internamientos forzados. Además, por primera vez se planteó que cualquier persona debe ser atendida por síntomas de malestares asociados con la salud mental
de vales electrónicos de despensa para el fin de año de sus profesionales contratados.
También, ese año, se gastó en alimentación de pacientes y personal, así como en adquisición de reactivos y pruebas para los hospitales psiquiátricos Fray Bernardino Álvarez,
Samuel Ramírez Moreno y Dr. Juan N. Navarro. Todo sumó 162 millones 300 mil 489 pesos. Al año siguiente, según el registro en Compranet, la erogación bajó a 124 millones 838 mil 830 pesos, pero en 2022 volvió a subir a 137 millones 890 mil 748 pesos.