30 AÑOS YA FUE MUCHO
Tres décadas después de su último título, los 49ers están obligados a ganar el Super Bowl. Dominar su división es el primer paso, pero esta vez podría ser más difícil
Se dice que la tercera es la vencida, pero en el caso de los 49ers no fue así. Una vez más cayeron en el Super Bowl y, de esta manera, San Francisco cumplirá en enero próximo 30 años sin levantar el trofeo Vince Lombardi.
La última ocasión que los “gambusinos” se consagraron en el “Súper Domingo” fue en la edición XXIX cuando derrotaron 49-26, el 29 de enero de 1995, a los entonces Chargers de San Diego.
Era su quinto viaje al gran juego y conservaron el invicto en él. Ahora, prácticamente tres décadas después, su récord es de 5-3, pues han perdido en las ediciones XLVII, LIV y LVIII; las últimas dos fueron ante los Chiefs de Kansas City.
Sin embargo, lo último que muere es la esperanza y los “Niners” salen nuevamente como máximos favoritos para representar a la Conferencia Nacional en el Super Bowl LIX.
Lo anterior, porque mantienen un equipo lleno de estrellas, pero al que le urge dar el paso final. El tiempo se agota y la campaña 2024 podría ser la última oportunidad real para que este equipo pueda conseguir un título y emular lo hecho por aquellos conjuntos históricos de las décadas de los 80 y 90.
A la ofensiva, el joven quarterback Brock Purdy lidera un departamento al que no le duele nada. Ya sea por tierra (Christian Mccaffrey) o por aire (George Kittle, Deebo Samuel y Brandon Aiyuk, quien ayer extendió su contrato por cuatro años), los 49ers son letales.
En la defensiva, Nick Bosa y Fred Warner son los referentes aunque este departamento dio un paso atrás la campaña pasada, lo que llevó a la decisión de despedir al coordinador Steve Wilks y ascender a Nick Sorensen.
Así, el head coach Kyle Shanahan, a quien se le ha criticado por tomar malas decisiones en momentos clave, vuelve a tener la mesa puesta para que San Francisco, finalmente, ponga fin a su “maldición”. No conseguirlo sería un rotundo fracaso.
La vida sin Aaron Donald…
Luego de 10 temporadas en las cuales ganó un Super Bowl, se erigió como leyenda de los
Rams y la NFL, el tackle Aaron Donald dijo adiós, por lo que el equipo de Los Ángeles iniciará la campaña sin su máximo referente en la defensiva.
Sin duda, es una baja muy importante, pero el coach Sean Mcvay aún tiene a jugadores con poder ofensivo de sobra y esa será su principal apuesta para trascender en esta temporada.
El pasador Matthew Stafford está de regreso para una cuarta temporada con el equipo, teniendo a Cooper Kupp y Puka Nacua como receptores estelares. Si los tres se mantienen sanos, el conjunto angelino debería estar en la carrera por otro lugar en los Playoffs.
A la defensiva, el lugar de Donald será tomado por dos jóvenes, Jared Verse y Braden Fiske, que poseen una fracción de su talento bajo un coordinador defensivo debutante, Chris Shula.
Sí, los Rams inevitablemente serán peores en la línea de
fensiva, pero en lo que respecta a la secundaria ya no será un “flan” con las incorporaciones de Tre'davious White, Kamren Curl y Darious Williams.
… Y sin Pete Carroll
Así como los Rams tendrán un nuevo comienzo en su defensiva, los Seahawks van más allá, pues arrancarán una nueva era.
Después de 14 temporadas, el coach Pete Carroll fue despedido tras otra temporada mediocre y el movimiento llevó a Seattle de tener el entrenador más viejo de la NFL a presumir al más joven.
A sus 37 años, Mike Macdonald está a cargo después de dos temporadas orquestando la defensa de los Ravens de Baltimore. El joven hereda una plantilla llena de talento, por lo que los Seahawks pueden convertirse rápidamente en contendientes.
De entrada, Geno Smith está de regreso como mariscal de campo y sus objetivos predilectos serán DK Metcalf y Jaxon Smith-njigba. Si el ataque aéreo flaquea, Kenneth Walker III y Zach Charbonnet pueden tomar el protagonismo por tierra.
Eso sí, Macdonald debe mejorar una defensa que se ubicó en el último lugar de la liga el año pasado en casi todas las categorías y fue especialmente mala para detener la carrera. La selección de primera ronda Byron Murphy II debería ayudar junto con una temporada completa de Leonard Williams en el frente defensivo.
La revancha de Murray y Arizona
Finalmente, los Cardinals de Arizona y su entrenador de segundo año, Jonathan Gannon, esperan dar un gran paso esta campaña, al grado de pelear por un lugar en los Playoffs después del récord de 4-13 del año pasado.
Ello se debe a que el quarterback Kyler Murray finalmente está recuperado de la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, que lo hizo perder aproximadamente 11 meses.
El pasador de 27 años regresó a mitad de la temporada pasada y los Cardinals fueron mucho más competitivos con un récord de 3-5.
Además, para potenciar el ataque, Arizona reforzó su plantilla el Draft pasado con el receptor de Ohio State, Marvin Harrison Jr., selección general número 4, y el liniero Darius Robinson, en el número 27.
Por otra parte, la defensa es un trabajo en progreso, pues ha sido una de las peores en las últimas dos temporadas. Por ello, Arizona fichó a Bilal Nichols y Justin Jones durante la temporada baja, con la esperanza de reforzar su línea defensiva, pues tuvo solo 33 capturas de quarterback en 2023.
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