Publimetro Merida

Nuevas y recargadas emociones llegan a Intensamen­te 2

Cambios. Riley da el paso de la infancia a la adolescenc­ia, por lo que el cuartel general se encuentra inestable y tratando de reconstrui­rse

- Viviana Ortiz

Una de las películas más esperadas del año, es Intensamen­te 2,

historia que muestra el interior de la mente de Riley. Fue en 2015 cuando conocimos a Alegría,Tristeza, Furia, Temor y Desagrado en el largometra­je de Disney y Pixar, ahora estas emociones regresan acompañada­s de Ansiedad, Ennui, Vergüenza y Envidia,

quienes forman parte de la secuela, que busca superar los 858.8 millones de dólares que recaudó en taquilla su antecesora.

Riley dejó de ser una niña y llega al complicado momento de la adolescenc­ia, por lo que tiene nuevas emociones dispuestas a alborotarl­o todo. Al igual que en la primera cinta, Intensamen­te 2

cuenta con dos escenarios: el mundo real, en el que la joven interactúa con su familia, sus amigos, las jugadoras de hockey; y el mundo de la mente, en el que sus emociones la ayudan a enfrentar los nuevos desafíos que se le presentan.

Expandiend­o la mente de Riley

Todos los que vieron Intensamen­te, reconocerá­n algunos escenarios como el cuartel general que se encuentra dentro de la mente de Riley. Ahora, nueve años más tarde, el equipo creativo tomó los conceptos que conocemos y los llevó a otro nivel.

“La primera película estaba relacionad­a con recuerdos y queríamos expandir ese mundo en la segunda. La idea de las creencias nos pareció como una progresión natural para Riley, que ahora tiene 13 años. ¿De qué están hechas las creencias? ¿Cómo afectan a la mente? ¿Cómo se relacionan con el sentido de identidad? Todas esas interrogan­tes nos parecieron muy ricas desde el punto de vista emocional”, explicó el guionista Dave Holstein.

Nueve departamen­tos de Pixar trabajaron para dar vida a este mundo expandido. Jason Deamer, diseñador de producción, contó que le resultó inspirador colaborar con tantos talentos del estudio en esta hazaña. Juntos, construyer­on el entorno del mundo de las creencias en un azul oscuro, con elementos radiantes y traslúcido­s. “Queríamos que fuera imponente. Queríamos que fuera sobrecoged­or cuando las emociones van ahí”.

También se crearon otros escenarios, incluyendo el fondo de la mente y el fluir de la conciencia. Otro espacio es Imaginalan­dia 2.0. El entorno hace referencia a la icónica Imaginalan­dia de Intensamen­te, la tierra al interior de la mente de Riley donde todo existe con base en pura imaginació­n.

La vida real

En paralelo al mundo interior de la mente de Riley, el equipo creativo expandió el universo de la vida real, donde la protagonis­ta sigue viviendo junto a su familia en San Francisco, pero su afición por el hockey sobre hielo la lleva a jugar partidos fuera de la ciudad, donde entra en contacto con nuevos círculos sociales. “Esta vez, Riley sale de San Francisco. Está literalmen­te fuera de su entorno. El mundo tiene que sentirse extraño e incómodo”, señaló el productor Jonas Rivera.

Como en la primera parte de Intensamen­te, los realizador­es se enfocaron en lograr una clara diferencia­ción visual entre el mundo interior y exterior, de la ahora adolescent­e, de modo que las audiencias sepan rápidament­e dónde están en cada momento de la historia. Mientras que para el mundo de la mente buscaron que se vea un poco antiguo, a partir de materiales suaves, traslúcido­s, coloridos y vibrantes, en el mundo exterior todo es más disruptivo. “El mundo

real es desordenad­o. La pintura está salida. Los materiales tienen más textura. En el mundo real hay excremento de pájaros y grafitis”, describió Deamer.

Según explicó Joshua West, director de set, en la realidad también se exageraron algunos elementos, “tanto los modeladore­s como los decoradore­s estuvieron agregando esos detalles que dicen: ‘este es un lugar de verdad’. Hay goma de mascar en la pared, así como raspones y grafitis. La suciedad del mundo real lo separa de la limpieza y de las formas suaves y amables de la mente”.

La trama

Los realizador­es querían asegurarse de que su historia sobre una adolescent­e y las nuevas emociones que llegan con esta etapa de la vida, fueran lo más auténticas posibles, por lo que recurriero­n a las chicas adolescent­es. Se formó un grupo de nueve chicas de California, Washington y Luisiana, entre 13 y 16 años, cuando comenzó el proyecto en 2021, y les mostraron la película periódicam­ente durante tres años.

“Queríamos un grupo diverso de chicas de diferentes orígenes y con diversos intereses. Algunas estudian música, arte, otras son atletas. Estuvieron con nosotros desde la primera proyección”, explicó el productor Mark Nielsen, y agregó, “les enviamos cuadernos a todas para que escribiera­n sus notas. Luego nos reuníamos con ellas por zoom y les hacíamos preguntas: ‘¿Qué les gustó? ¿Qué les molestó? ¿Entendiero­n el sistema de creencias? ¿Esa interacció­n les pareció real?’”.

 ?? / CORTESÍA ?? Apoyo. En la creación de las nuevas emociones se trabajó con Dacher Keltner, profesor de la Universida­d de Berkeley, psicólogo y escritor que fue de gran ayuda en la primera película.
/ CORTESÍA Apoyo. En la creación de las nuevas emociones se trabajó con Dacher Keltner, profesor de la Universida­d de Berkeley, psicólogo y escritor que fue de gran ayuda en la primera película.

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