Rodolfo ‘El 400’ Cota
Hace unos días se le rindió a Rodolfo Cota una distinción por llegar a los 400 partidos en la Liga Mx. Esta cantidad lo pone como el tercer portero con más duelos en Primera División por debajo de Chuy Corona (674) y Alfredo Talavera (503).
Cota se ha constituido como uno de los mejores porteros de México, su constancia y palmarés lo avalan. Con el León, incuestionablemente ha sido pilar.
Como dicen, solo para convivir, les pongo mi orden jerárquico de los porteros campeones de la Fiera.
En primer lugar, Antonio Carbajal. Toda una institución como guardameta del León. ‘La Tota’ fue ejemplo de profesionalismo, siempre con el temperamento a flor de piel y con una pasión incomparable por el futbol. Carbajal sumó 406 juegos oficiales, en 16 años, como máxima cantidad acumulada por un futbolista del León. En defensa de la portería esmeralda ganó dos títulos de Liga, una Copa y un Campeón de Campeones.
En segundo orden, Eugenio Arenaza. Si bien es de quien menos referencia tenemos, los que lo vieron recrean que “El Mono” era un espectacular del arco, un fuera de serie para su época.
Arenaza ganó con el León un bicampeonato de Liga, una Copa, un Campeón de Campeones y lo más importante, fue el cancerbero del León Campeonísimo en 1949.
En tercer sitio ubico a Cota. Titular indiscutible desde que llegó al cubil hace cinco años y medio. Me dirán que no ataja penaltis, pero sin duda le ha dado fortaleza al León desde su posición.
Cota suma con la Fiera una Liga, una Copa de Concacaf y el título de la Leagues Cup. Llegó al León siendo un ganador con títulos internacionales con Pachuca y Chivas, con este último ganó también la Liga, aunada a una Copa con Puebla.
Mi cuarto lugar es el Marco Ferreira. Ganó un solo título como Fiera, el que saboreamos todos luego de 36 años de sequía. “El Chato” es recordado por su carisma y la bonita costumbre de saludar a la tribuna repartiendo dulces y muchas cosas más. Supo ser pilar y distinguirse aún cuando había figuras de peso como Tita y Edgardo Fuentes.
Y en el quinto sitio, William Yarbrough. Estuvo en el momento oportuno y lugar indicado dentro de un equipo que cambió el ánimo de toda la ciudad. Con características distintas a la de los arqueros aquí citados sabiendo jugar con el balón en los pies. Eso sí, el sufrimiento cada vez que le tiraban un balón ‘bombeadito’. William fue bicampeón con la Fiera en dos torneos inolvidables.
Escrito lo anterior, felicidades a Cota, un constante en la posición más ingrata que existe en el futbol.
@geraslugo en X