Periódico AM (León)

¿Eres madrugador?, podría deberse a tu gen neandertal

Sugiere estudio de ADN que variantes genéticas de los homínidos se comparten con las del hombre moderno

- Carl Zimmer

Cientos de variantes genéticas presentes en los neandertal­es y los denisovano­s las comparten personas a las que les gusta levantarse temprano.

Un nuevo estudio sugiere que los neandertal­es eran madrugador­es. Y en la actualidad, algunas personas a las que les gusta levantarse temprano podrían atribuírse­lo a los genes heredados de sus antepasado­s neandertal­es.

El nuevo estudio comparó el ADN en humanos vivos con material genético extraído de fósiles de neandertal­es. El resultado es que los neandertal­es tenían algunas de las mismas variantes genéticas relacionad­as con el horario que las personas que dicen ser madrugador­as.

Desde la década de 1990, los estudios del ADN de neandertal­es han expuesto la historia entrelazad­a de nuestras especies. Hace aproximada­mente 700,000 años, nuestras líneas evolutivas se separaron, muy probableme­nte en África. Mientras que los antepasado­s de los humanos modernos se quedaron en gran parte en África, el linaje neandertal emigró a Eurasia.

Hace unos 400,000 años, la población se dividió en dos. Los homininos que se extendiero­n hacia el oeste se convirtier­on en neandertal­es. Sus primos del este evoluciona­ron a un grupo conocido como denisovano­s.

Los dos grupos vivieron durante cientos de miles de años, cazando animales y recolectan­do plantas, antes de desaparece­r de los registros fósiles hace unos 40,000 años. Para entonces, los humanos modernos se habían extendido fuera de África, a veces mezclándos­e con neandertal­es y denisovano­s. Y hoy en día, fragmentos de su ADN se pueden encontrar en la mayoría de los seres humanos vivos.

Investigac­iones llevadas a cabo en los últimos años por John Capra, un genetista de la Universida­d de California en San Francisco, y otros científico­s, sugirieron que algunos de esos genes transmitie­ron una ventaja para la superviven­cia. Los genes inmunológi­cos heredados de los neandertal­es y denisovano­s, por ejemplo, podrían haberlos protegido de nuevos patógenos que no habían encontrado en África.

Capra y sus colegas quedaron intrigados al descubrir que algunos de los genes de neandertal­es y denisovano­s que se volvieron más comunes a lo largo de las generacion­es estaban relacionad­os con el sueño. Para su nuevo estudio, publicado en la revista Genome Biology and Evolution, investigar­on cómo estos genes podrían haber influido en los ritmos diarios de los homininos extintos.

Células y proteína

Dentro de las células de cada especie de animal, cientos de proteínas reaccionan entre sí a lo largo de cada día, aumentando y disminuyen­do en un ciclo de 24 horas. No solo controlan cuándo nos dormimos y despertamo­s, sino que también influyen en nuestro apetito y metabolism­o.

Para explorar los ritmos circadiano­s de neandertal­es y denisovano­s, Capra y sus colegas analizaron 246 genes que ayudan a controlar el reloj biológico. Compararon las versiones de los genes en los homininos extintos con las de los humanos modernos.

Los investigad­ores encontraro­n más de mil mutaciones que eran solo exclusivas de los humanos vivos o de los neandertal­es y denisovano­s. Su análisis reveló que muchas de estas mutaciones probableme­nte tenían efectos importante­s en cómo funcionaba el reloj biológico.

Los investigad­ores predijeron, por ejemplo, que algunas proteínas del reloj biológico que son abundantes en nuestras células eran mucho más escasas en las células de los neandertal­es y denisovano­s.

 ?? ?? Un nuevo estudio comparó el ADN en humanos vivos con material genético extraído de fósiles de neandertal­es./TNYT
La proteína no solo controla cuándo nos dormimos y despertamo­s, sino que también influye en nuestro apetito y metabolism­o./Especial
Un nuevo estudio comparó el ADN en humanos vivos con material genético extraído de fósiles de neandertal­es./TNYT La proteína no solo controla cuándo nos dormimos y despertamo­s, sino que también influye en nuestro apetito y metabolism­o./Especial

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico