Poderes fácticos
En política existe un enemigo universal. Este villano no tiene cara, pero a la vez, tiene todas las caretas que se le quieran poner. No vive en algún lugar en específico, pero a la vez reside en todos lados. Carece de corporalidad, pero puede hacerse presente en cualquier charla. No tiene nombrepropioniapellidoconocido,perosítiene un apodo por el que todos lo conocen. Alvillanoloapodan“lospoderesfácticos”.
Los poderes fácticos son una creación genialmente mañosa de quienes, desde el poder público, quieren buscarse un enemigo que nunca va a responder. Y no responde por una simple y sencilla razón: el motelequedaamuchos,peroalavezanadie, porque los famosos poderes fácticos en realidad no existen de manera obvia. Pero, ¿qué son los poderes fácticos? Se le llama así a grupos que, aunque no estén formalmente reconocidos como tales, influyen significativamente en las decisiones políticas y económicas de un país ounaregión.
Sin embargo, el término es tan general y a la vez tan anónimo que los famosos poderes fácticos terminan siendo fantasmas. Se parecen mucho a los poderosos grupos de interés que existen en todos los sectores y en todos los países, con una diferencia: a los grupos de interés se les puede ver, tocar y llamar por nombre. Y sí, probablemente pueden influir sobre decisiones públicas que les afectan, pero intentarhaceresoeslegítimoyhastasano encualquierdemocracia.Ylorealesquea veces lo logran, pero la mayor parte de las veces no. El problema radica en que, para evitar controversias, los políticos tienden a llamar a cualquier grupo que no está de acuerdo con ellos, un “poder fáctico”. Eso terminasiendoconvenienteyútilporque encuentran un culpable de algo, sin necesariamenteidentificarlo
Estos malvados poderes fácticos, de acuerdoconlaargumentacióndelospolíticos,puedenhacerlotodo:desdebajarsin piedad a un candidato presidencial hasta calumniar ferozmente a su sucesor. Lo queelprimeronodiceesquenadielobajó, sinoquedecidióregresarasuestadoamaquillar 6 mil millones de pesos que andan perdidos.Loqueelsegundonodiceesque nadie lo obligó a andar emborrachándose enpúblicoyaanunciarloenredessociales. Pero, desde sus ofendidos puntos de vista, ellos no son culpables de nada, no, los perversossonlospoderesfácticos.
Y es así como otra treta más de la política vive y pervive sin existir. De ahí la enorme manipulación que mucha gente sufre desde el abuso del espacio irreal que supuestamente tienen los poderes
semanal._ fácticos, que ni son ni serán y que, incluso si los hay, son tan distintos a la forma en que se les pinta que, si su existencia no fuera mentira, su descripción e influencia sí lo son. Y esta es la reflexión irreal de tu Sala de Consejo