Multas y más multas
Cuando estábamos
juntando firmas para la candidatura independiente en el 2019, recién empezando llegó el INE a una de las mesas en las que estábamos recabando firmas.
Las firmas se juntaban desde la aplicación del INE, así que teníamos una pluma de las que tienen gomita para que fuera más sencillo que las personas pudieran firmar en el celular, una tabla y la mesa era de las plegables. Quien estaba atendiendo la mesa en ese momento era mi papá y en cuanto llegó el INE le pidió que demostrara que las tres cosas que tenía con él ya estuvieran fiscalizadas (la pluma, la tabla y la mesa).
¿Qué quiere decir esto? Que ya todo estuviera reportado como gasto ante el INE. Las tres cosas que tenía con él las había llevado de nuestra casa, no había sido un gasto adicional que se haya hecho para la campaña, pero todo lo que utilices en precampaña, campaña o en este caso junta de firmas, sea prestado o regalado, tiene que ir reportado a gastos como si se hubiera pagado y tus gastos tienen un tope, es decir, una cantidad de la que no te puedes exceder. Suena exagerado, pero así funciona la parte de fiscalización del INE, la cual trabaja desde su Unidad Técnica de Fiscalización. Ojalá fueran así de estrictos con todos, pero en fin, la razón de este contexto es para entender parte del trabajo de la Unidad Técnica de Fiscalización del INE, la cual hace unos días puso multas a Morena, PT, Partido Verde, PAN, PRI y PRD y es que todos se saltaron la ley haciendo precampaña de la precampaña. Recordemos que por agosto vimos tapizado todo el país con espectaculares, bardas, comerciales y publicidad en general de los que pretendían ser los candidatos a la Presidencia de la República.
Las sanciones fueron de más de 95 millones de pesos por cometer diferentes tipos de irregularidades como omisión de comprobantes y contratos de gastos de publicidad y propaganda, gastos en redes sociales, entre muchísimos otros. Con la cantidad de propaganda y publicidad que vemos de los políticos, pudiéramos pensar que el gasto es ilimitado, pero no es así, tanto tienen un tope como lo tienen que reportar, además hay tiempos y formas para ejercer ese gasto. Todo esto sirve para que, aunque sabemos que en la práctica no es exactamente así, de alguna manera exista un piso parejo entre contendientes.
Sin duda es una gran práctica de transparencia, el problema es que cuando sancionan a los partidos, el dinero sale del bolsillo de las personas. Pero más que centrar la conversación con cuánto hay que multarlos, debe dejarse de permitir el gasto excesivo, el trabajo de las personas debe ser obligar a los partidos y/o candidatos a hacer campañas más limpias, con más orden, sin basura electoral, sin guerra sucia y condenar a quienes despilfarran nuestro dinero.