Liz Taylor, la víctima de la fama de los 60
El documental Las cintas perdidas hace un repaso sobre las adversidades que la actriz enfrentó en su época como celebridad
Aun siendo una de las actrices más reconocidas en su momento, Elizabeth Taylor enfrentó el acoso de los medios de comunicación, la sexualización y la misoginia que predominaba en esa época, y así lo revela el documental
“La estrella de cine era vista como un símbolo sexual, conocida por su imagen de ‘rompe hogares’, y su presencia atrevida y voluptuosa. Sin embargo, ella no se identificaba con esa imagen pública. Era madre, estaba enamorada del amor y sentía profundas inseguridades”, cuenta Nanette Burstein, directora del documental.
Con una duración de 100 minutos, el audiovisual se sumerge en el vasto archivo de más de 40 horas de grabaciones de audio, que incluyen tanto material capturado por el periodista Richard Meryman, como grabaciones personales realizadas por la propia Elizabeth Taylor.
“Para ella era crucial obtener papeles desafiantes en su carrera actoral. Así, había una versión pública y brillante de ella, la versión cinematográfica, y otra más íntima y real, que era muy diferente de la primera”, dijo Nanette Burstein.
A lo largo del documental, ya disponible en la plataforma Max, las cintas nos acercan a la mujer detrás del mito, mostrando cómo manejó su estatus de celebridad en la década de los 60. “Cuando hizo la película
Elizabeth Taylor recibió un millón de dólares, una cifra mayor a la que se había pagado a cualquier hombre o mujer por una película hasta ese momento. A pesar de esto, seguía enfrentando misoginia en público. Entonces, te preguntas: ¿cómo alguien tan poderoso seguía enfrentando una reacción tan negativa sólo por ser mujer?”, cuestiona la cineasta.
Nació el 27 de febrero de 1932 en Londres y falleció el 23 de marzo de 2011. En la década de 1960 Elizabeth Taylor alcanzó el punto más alto de su fama y fortuna.
A lo largo de su vida, enfrentó constante atención de los medios, desde sus ocho matrimonios hasta su transformación en una ferviente activista contra el VIH/sida.
“Fue la primera de las celebridades modernas, lo que significa que enfrentó un nivel de escrutinio público y atención de los paparazzi. Hemos visto algo similar con la princesa Diana, Brad Pitt y Angelina Jolie, y Taylor Swift. Pero ella fue la pionera, así que no había un manual sobre cómo manejar esa fama. En la película se puede ver cómo todo esto se desarrolló y cómo ella luchó con ello”. • pero tenía nietitos que la ayudaba, si tienes a alguien en casa que te esté enseñando es más fácil, yo a duras penas puedo”.
La intérprete de 64 años está inmersa en la memorización, ensayo y grabación de dicha novela de Televisa producida por Pedro Ortiz de Pinedo, que se estrenará en noviembre próximo a las 18:30 horas por Las Estrellas.
“Se llama y lo amargo soy yo, la amargada soy yo, porque tengo una envidia, porque imagínate éste (Andrés Palacios) enamorando a mi nietita tan divina (Ana Belana)... tiene envidia porque de alguna manera fracasó en el amor y la reciprocidad de ese sentimiento”.
Con este rol antagónico, Daniela Romo le rendirá tributo a Ofelia Guillmáin.
“Quería hacerle un guiño a manera de homenaje a su abuela (del realizador). Con ella no compartí escenario, pero sí muchas cosas; la he admirado siempre, me falta mucho para llegar ahí”. •