Cómo Raúl Chávez reinventó su futuro
Empecé con poquita ropa y ahorita gracias a Dios, el negocito va prosperando en una época donde la mejor estrategia para cuidar a tu familia es echarle ganas...”
Pueblo Viejo, Ver.- En una acera del mercado rodante de la colonia California se encuentra el puesto de Raúl Chávez, quien desde hace tres años cambió el oficio de venta de carne enchilada para trompo y dedicarse al de pepenador, con el cual ha logrado llevar el sustento económico a sus seres queridos.
En un diálogo ameno con EL SOL DE TAMPICO manifestó que durante las tardes se dedica junto a su amigo a recorrer las colonias del sur de Tamaulipas y el norte de Veracruz, para separar la basura y recolectar algunos artículos que posteriormente podrá vender a bajo costo.
Mencionó que en algunos casos, en su caminar le hablan los mismos vecinos de estos sectores para ofrecerles productos en buen estado, de los cuales desean deshacerse, en algunos casos vendidos y en otros regalados.
Comentó que esto le ha permitido obtener una gran variedad de productos, los cuales son colocados estratégicamente en una de las aceras de la colonia California de Pueblo Viejo, para ser vendidos en el mercado rodante que se instala los jueves y domingo.
“Empecé con poquita ropa y ahorita gracias a Dios, el negocito va prosperando en una época en donde la mejor estrategia para cuidar a tu familia es echarle ganas. Sin olvidar que a quienes les vendemos son personas de escasos recursos”, dijo.
El oriundo del norte de Veracruz recuerda que hace poco más de tres años se vio en la necesidad de abandonar su primer oficio que consistió en la preparación y venta de carne enchilada para trompo, debido a la caída de la demanda por la pandemia del Covid-19.
“Ya no teníamos las mismas ventas y al ver que mi familia no contaba para comer, acepté la invitación de un amigo que se dedica a pepenar, fue en ese momento que le perdí el miedo y de ahí para adelante todo ha sido satisfacción”, dijo.
Explicó que sus clientes potenciales que acuden al mercado rodante de la California reconocen la calidad de sus productos, los cuales a pesar de no ser nuevos, tienen la garantía de ser a bajo costo y funcional, “ya que si no les llegara a servir con gusto se lo recibimos y cambiamos por otro artículo con el mismo precio”.
Puntualizó el norver-acruzano Raúl Chávez que seguirá ejerciendo el oficio de pepenador hasta el último día de su vida, el cual le ha permitido brindar artículos usados a un gran número de personas, quienes se van satisfechas por obtener algo funcional y a bajo costo.