Por la guerra, Rusia impulsa la natalidad
VARSOVIA. "Quédense en casa y den a luz a más soldados". La Rusia de Putin inició una cruzada de natalidad con el aborto en el punto de mira, después de décadas de crisis demográfica, los estragos del Covid-19 y las pérdidas en el frente en Ucrania.
En consonancia con la doctrina cada vez más conservadora del presidente Vladímir Putin, una multitud de regiones rusas comenzaron este invierno a restringir el acceso al aborto en clínicas privadas e igualmente se volvió más difícil acceder a contraceptivos de urgencia.
Las autoridades sanitarias, por su parte, pidieron a los médicos de establecimientos públicos hacer todo lo posible para disuadir a las mujeres de recurrir a la interrupción del embarazo.
Si bien la Rusia bolchevique fue el primer país del mundo en despenalizar el aborto en 1920, el Kremlin ahora se acerca poco a poco a la línea antiaborto de la Iglesia ortodoxa.
Las autoridades dicen que su objetivo es mejorar la demografía de Rusia, catastrófica desde el fin de la época soviética, a pesar de la evidencia de que restringir el aborto no aumenta las tasas de natalidad y pone a las mujeres en riesgo.
La tasa de abortos en Rusia se redujo "casi 10 veces" desde la década de 1990, según la demógrafa rusa Viktoria Sakevich. Y aunque el derecho al aborto hasta ahora nunca fue seriamente cuestionado, cada vez se elevan más voces a favor de su restricción, en especial desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania en 2022.
"Cuando un país está en guerra, esto se acompaña por lo general de este tipo de medidas", afirmó Leda Garina, una militante feminista rusa que vive en el exilio en Georgia.
Putin se erige en apóstol de las familias numerosas en nombre de los "valores tradicionales" y patrióticos, mezclando moral y problemas demográficos para justificar su posición.
Y presenta a Rusia como el contrapeso a un Occidente decadente: feminista y tolerante con la comunidad LGBTQ+.
Aunque esta semana aseguró estar en contra de prohibir el aborto, insistió en que la interrupción del embarazo iba en contra de los intereses del país ruso.
El presidente de 71 años declaró que quería que las mujeres "preserven la vida del bebé" con el fin de "resolver el problema demográfico".
Putin, que se presenta a un nuevo mandato en marzo de 2024, ha convertido además la defensa de los valores familiares conservadores en un eje mayor de su política.
El Kremlin multiplica desde hace años los incentivos financieros natalistas. Esta política cobró un nuevo significado desde la guerra.
10
VECES se redujo la tasa de abortos en Rusia desde la década de los 90, según demógrafos locales
1920
AÑO en que la Rusia bolchevique despenalizó el aborto, fue el primer país del mundo en hacerlo