Insostenible, apicultura en Oriental
Los ejidatarios de la región brindaron una rueda de prensa ayer desde el zócalo de Puebla capital
Productores apícolas de la cuenca Libres-oriental padecen la pérdida de su principal fuente de trabajo a causa de la baja disponibilidad de agua para mantener con vida a sus abejas, así como a la aparente contaminación derivada de la producción ganadera de Granjas Carroll, en Puebla y Veracruz, sostuvo Moisés Moratilla Morales, representante del sector.
En entrevista con medios de comunicación, el hombre aseguró que las condiciones para la industria apícola en la región son insostenibles. “Estamos biológicamente en zona de guerra”, afirmó.
Aunque reconoció que no existe un conteo oficial sobre el número de colmenas pérdidas, refirió que en los últimos tres años la producción de este alimento descendió a mínimos históricos, lo que se evidencia a partir de la reducción de ventas y el encarecimiento de este dulce complemento obtenido de las abejas.
Desde su perspectiva, la supervivencia de estos insectos se ha puesto en riesgo durante los últimos tres años. Aseguró que muchas abejas enfermaron y murieron tras el contacto con agentes químicos y orgánicos derivados de la producción ganadera en Granjas Carroll.
En su caso particular, refirió que hasta hace tres años poseía cerca de 400 cajas de abejas que le permitían la producción de cientos de kilos de miel. En la actualidad la cifra disminuyó a tan solo 80 colmenas.
Dicha situación lo encaminó a dejar de producir miel como actividad económica, es decir, si bien cuenta con algunas colmenas todavía, el producto no es lo suficientemente alto como para abastecer la demanda de sus consumidores. Aunado a lo anterior, la calidad de la miel se ha vuelto tan baja debido a la presencia de agentes contaminantes externos, propios de sustancias de uso veterinario y heces del ganado porcino. Por ese motivo, ahora se encarga únicamente de producir para el consumo de su familia y algunas ventas menores.
Esto, sin embargo, tampoco es sencillo, resaltó Moratilla Morales, pues afirmó que la única forma de mantener con vida a sus abejas es mediante la alimentación artificial. En otras palabras, sus colmenas permanecen en una zona restringida, es decir, no se pueden alimentar fuera de una zona controlada, esto con el objetivo de que no sean expuestas a contaminantes orgánicos y químicos emanados de la planta agrícola.
Según el hombre, la producción de miel ya no es una actividad sostenible para él, pues la mayoría de suplementos para mantener a las abejas son costosos. No obstante, se aferra a dicha actividad debido a que representa una parte importante de su vida y legado familiar.