Sin mano alzada, democracia sindical En 1912
Madero formó el Departamento del Trabajo, permitiendo el 15 de julio de 1912 la creación de la Casa del Obrero Mundial, el 12 de mayo de 1918 surgió la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), el 24 de febrero de 1936 se crea la Confederación de Trabajadores de México (CTM), en 1952 la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), y en 1979 se crea la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE)
Actualmente existen más de 5 millones de personas sindicalizadas, gracias a la reforma que se dio el 1° de mayo de 2019 que adiciona y derogan diversas disposiciones de la Ley Federal del Trabajo (LFT), dando pauta a la creación en 2020, del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL), quien es la autoridad responsable de sustanciar el procedimiento de conciliación prejudicial en materia individual, colectiva y registral a nivel federal.
¿Cómo podemos conformar un sindicato? de 2017 y reglamentaria a la LFT en 2019, la democracia sindical poco existía en nuestro país, algunos líderes sindicales eran nombrados “a mano alzada”, con compra de votos, amedrentamientos, siendo una consecuencia de estas prácticas líderes que no representaban a la base trabajadora, sólo recibían cuotas sindicales de cientos y miles de trabajadores, no existía transparencia en el uso de los recursos.
Antes de la reforma laboral, las personas trabajadoras interesadas en formar un sindicato tenían que sortear una serie de obstáculos. Ahora con la Reforma Laboral cambió esta situación, la selección para nombrar Secretarios y a toda su plantilla tiene que ser realizada a través del CFCRL lo que es llamado como la “toma de nota”, esto permite que los trabajadores conozcan que se va a realizar una elección para el cambio de directivas, elegir secretarios que representen los intereses de los trabajadores, a través de su voto personal, libre, directo y secreto, así como, votar por el Sí o No del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT).