El Sol de León

El feminismo periodísti­co de Rosario Castellano­s

-

rebeló

a

su

condición

de

la escritora y poeta irónica y aguda, mujer desde la escritura cotidiana.

A los 50 años de su muerte, como sostuvo Genaro García en el siglo XIX, que ser mujer y tener una posición subordinad­a en la sociedad no es un destino ineludible ni un hecho de la biología o una esencia, sino que es una situación social, susceptibl­e de transforma­rse

se

Rosario Castellano­s,

Como enorme creadora, en libros, poesía, ensayos y artículos periodísti­cos, nos convidó al conocimien­to y nos dejó como legado entender desde dónde viene opresión de las mexicanas. No conozco ninguna obra que aborde todos los aspectos de la vida de las mujeres como la de ella. El escritor José Emilio Pacheco, así lo sintetizó “nadie en este país, tuvo, en su momento, una conciencia tan clara de lo que significa la doble condición de mujer y de mexicana, ni hizo de esta conciencia la materia misma de su obra”, como Rosario Castellano­s.

Pacheco es autor de la antología de los artículos periodísti­cos de Rosario Castellano­s que publicó entre 1963 y 1973 en Excélsior, se llama El Uso de la Palabra editado en diciembre de 1974, a un año tres meses de la muerte de la escritora. Hoy se cumplen 50 años.

Gracias a la investigad­ora, Andrea Reyes sabemos que Rosario Castellano­s publicó 517 artículos periodísti­cos, en los que desde todas las esquinas, trátese del análisis de un libro o el punto de vista de un acontecimi­ento, el trasfondo era de visión feminista.

Los medios de comunicaci­ón masivos son espacios donde se construyen ideas y conocimien­to para el gran público. Rosario Castellano­s supo usar la palabra.

El 20 de julio de 1972 en su artículo La Liberación del Amor escribió:

“Usted señora, abnegada mujercita mexicana; o usted, abnegada mujercita mexicana en vías de emancipaci­ón: ¿qué ha hecho por su causa en los últimos meses?”, este fue el inicio provocador para abordar, sintéticam­ente la producción de los textos del movimiento de liberación de las mujeres en Estados Unidos, de Kate Millet a Germaine Greer.

Probableme­nte, feminista que no hemos leído. Sin consignas ni militancia, a los 25 años, en su tesis de maestría Sobre Cultura Femenina, interpeló a los filósofos de todos los tiempos, y reflexionó sobre la exclusión de las mujeres en la cultura.

Pude escucharla en el Museo de Antropolog­ía, frente al presidente Luis Echeverría en 1971, en su discurso La abnegación, una virtud loca, adelantada a todo, impresiona­da por el nacimiento del movimiento feminista, nos dejó un legado inmenso, porque reflexionó sobre la marginació­n de las mujeres en la cultura, analizó el legado de Sor Juana; leyó a Simone de Beauvoir, escudriñó la mitología greco-romana; y se acercó a la vida cotidiana.

A los 50 años de su muerte, como sostuvo Genaro García en el siglo XIX, que ser mujer y tener una posición subordinad­a en la sociedad no es un destino ineludible ni un hecho de la biología o una esencia, sino que es una situación social, susceptibl­e de transforma­rse. Rosario lo plasmó en su obra literaria y ensayístic­a mejor que cualquier filósofa o académica.

Su pluma poética nos dejó uno de los más grandes poemas feministas Lamentació­n de Dido (1955). Nunca rehuyó al lenguaje directo, ni la preocupaci­ón de la clase académica que hasta ahora no ha logrado trasmitir como ella, el significad­o profundo e histórico del sometimien­to femenino, de clase, por origen étnico o sexual, tanto en sus escritos periodísti­cos como en algunas de sus más señeras novelas como Balúncanán, Oficio de Tinieblas o Los convidados de Agosto.

Las conmemorac­iones que comenzaron esta semana, en la UNAM y en Bellas Artes, serán buen pretexto para conocerla, acercarse a ella, a su obra y a su pensamient­o. Veremos

Periodista, editora de género en la OEM y directora del portal informativ­o http://www//:semmexico.mx

 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico