TURQUÍA Y SU BÚSQUEDA POR UN NUEVO PAPEL EN LA GEOPOLÍTICA MUNDIAL
Los países del BRIC’S concentrarán 33.6 por ciento de la producción mundial de la riqueza en 2028, en comparación con 27 por ciento del G7, según proyecciones
Desde que la Segunda Guerra Mundial concluyó, muchos fueron los cambios en la conformación de los bloques económicos, los ejes políticos, comerciales; y por supuesto, la manera de entender la estructura social en su conjunto desde la visión occidental. Se podría decir, que el capitalismo en sus diversas formas, triunfó para convertirse en el rasero de aceptación diplomática y económica, bien visto, por la mitad del mundo y otras naciones hasta la actualidad.
Desde aquellas fechas, hasta estos días, la propensión de muchas naciones por tratar de encontrar caminos alternativos a la preeminencia occidental sobre el orden mundial es hablar de la otredad identitaria, política y hasta económica que, muchas naciones en el siglo XXI tratan de alcanzar en favor de sus intereses nacionales. Una muestra de ello es la consolidación de los BRIC’S (una alianza económica y política integrada por Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica y recientemente engrandecida con la adherencia de otras naciones como, Emiratos Árabes, Irán, Egipto, Etiopía y Arabia Saudita).
De acuerdo con las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), los países del BRIC’S concentrarán 33.6 por ciento de la producción mundial de la riqueza en 2028, en comparación con 27 por ciento del G7, esto de acuerdo con algunos análisis realizados por el Bank of América Merrill Lynch y otras calificadoras.
Este grupo tiene una población combinada de alrededor de 3 mil 500 millones de personas, lo que representa 45 por ciento de la población mundial y su economía en conjunto vale más de 28.5 billones de dólares (alrededor de 28 por ciento de la economía mundial).
Por si esto no fuera suficiente, los BRIC’S, producen además alrededor de 44 por ciento del petróleo crudo del mundo, lo que posiciona a este bloque de naciones fuertemente en la discusión por la distribución y la competencia de energéticos y derivados en las décadas que están por venir, disminuyendo drásticamente de esta manera, la influencia de organismos como la OPEP o la misma OCDE.
Turquía ha dado un paso inesperado al frente, el cual puede suponer un hito importante en la situación geopolítica mundial, por la importancia que tiene el país, situado en una encrucijada geográfica que une Oriente con Occidente. El gobierno de Recep Tayyip Erdogan habría solicitado oficialmente entrar a formar parte de los BRICS, el grupo que representa el bloque rival de Occidente, la OTAN y, en general, los países llamados desarrollados que se encuentran dentro de la órbita estadounidense.
Será a finales de octubre cuando se producirá una cumbre de los BRICS en Rusia y todo apunta a que se debatirá entonces la anexión de Turquía a este bloque de naciones.
China, que tiene posibilidades de convertirse en la primera economía mundial en los próximos años y necesita el apoyo de nuevos socios para poder hacer frente al enorme reto que se le plantea y por supuesto Turquía y su preciada ubicación geográfica, podría fungir como la puerta de acceso a Europa para la comercialización masiva de productos y servicios de este gigante asiático en todo el viejo continente de manera nunca vista. Mientras que para el presidente Erdogan, la búsqueda de nuevos socios comerciales, podría ser la clave para volver a revalorizar su moneda dado el contexto adverso que ha tenido que enfrentar en los últimos años, producto de la pandemia y las contracciones económicas en la región.
La nueva identidad que el primer ministro turco quiere darle a su nación, es una jugada de dos bandas; busca generar una respuesta también, por parte de la UE, ante la solicitud de ingresar a este bloque, algo negado durante años.
“Será a finales de octubre cuando se producirá una cumbre de los BRIC'S en Rusia y todo apunta a que se debatirá entonces la anexión de Turquía”.