Presidente se niega a testificar
EL JEFE DE GOBIERNO SE AMPARÓ EN LEY QUE PROTEGE AL CÓNYUGE
El Presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se resguardó ayer a su derecho de no testificar contra su esposa, Begoña Gómez, en el marco de una investigación por presunta corrupción, con una audiencia que duró apenas unos minutos en el Palacio de la Moncloa.
El juez Juan Carlos Peinado, que se desplazó hasta la residencia presidencial para tomar la declaración, recibió de Sánchez una negativa a testificar, amparada por la ley que exime a una persona de declarar contra su cónyuge.
La investigación se centra en la presunta implicación de Gómez en actos de corrupción relacionados con su marido, quien, según la denuncia, pudo haber ejercido tráfico de influencias.
Pedro Sánchez, a través de la Abogacía del Estado, criticó que el magistrado insistiera en su declaración en persona en lugar de aceptar su solicitud de hacerlo por escrito, alegando que la ley le permitía optar por esta última modalidad debido a su posición de Presidente del Gobierno.
En el documento, Sánchez argumentó que la solicitud del juez no responde a una necesidad judicial legítima, sino a un "abuso", y que la decisión de Peinado de citarlo como esposo
de la investigada es un intento de "dar cobertura jurídica a una causa política".
La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, describió la situación como un "montaje" político, insistiendo en que se está utilizando la justicia para fines partidistas.
Por su parte, Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular (PP), principal oposición, exigió la dimisión del Presidente, la convocatoria de elecciones y lo criticó por no haber querido colaborar con la justicia española.
Este evento marca solo la segunda vez en la historia reciente de España en que un jefe del Ejecutivo en funciones es citado a declarar ante un magistrado, siendo la primera el expresidente Mariano Rajoy en 2017, por un caso de financiación irregular del PP.