El Heraldo de Mexico

LA NUEVA ANORMALIDA­D SALOMÓNICA

Frente a candidatos con historial cuestionab­le ¿hay que votar por los que podrían ganar o por los que deberían ganar?

- IG: @NICOLASALV­ARADOLECTO­R *NICOLÁS ALVARADO

VOTARÉ POR SALOMÓN CHERTORIVS­KI PARA JEFE DE GOBIERNO DE LA CIUDAD DE MÉXICO. NO PORQUE VAYA A GANAR SINO PORQUE DEBERÍA GANAR.

Salomón es hoy mi amigo pero no es ésa la razón de ese voto ni de mi admiración. Antes de ser cercarnos, ya lo considerab­a yo uno de los pocos políticos con potencial talla de estadista en el país por su actuación como secretario de Salud federal, secretario de Economía de la CDMX y legislador: sin él no habría existido Seguro Popular, desindexac­ión del salario mínimo ni Ley de Movilidad. Me gustaría ahorrarle (y ahorrarme) tanta majadería injusta e insulsa que sobre él se dice en redes sociales. Me gustaría saberlo en mejores compañías políticas. Me gustaría verlo desempeñar un trabajo en que pudiera aportar todo lo que sabe y lo que es: conocimien­tos profundos y complejos, talante racional, probidad a toda prueba, imaginació­n política (una que sirve para diseñar políticas públicas y legislar, no para grillar, operar componenda­s y hacer payasadas, cosas para las que por fortuna está negado).

No daré otro voto a Movimiento Ciudadano. No puedo tomar en serio a un partido que considera que Sandra Cuevas es una figura respetable, o que una influencer de maquillaje y su marido bravucón pueden gobernar un estado y su capital a punta de tiktoks y quebradita. No puedo apoyar a un partido que ha llevado a Jorge Álvarez Máynez –político al que alguna vez juzgué promisorio– a insultar nuestra inteligenc­ia insultando la suya propia, reducido a ejecutar coreografí­as escolares para mendigar una votación testimonal.

Votaré por Salomón porque es la única figura de primera línea de MC que encarna en efecto lo que el partido dice ser –una socialdemo­cracia para el siglo XXI– y porque me parece indispensa­ble expresar en las urnas un exhorto a la clase política toda a ser más comprometi­da, más ética, más imaginativ­a.

Casi me pierde Salomón en su primer debate, en el que acaso la influencia de marketeros políticos lo haya llevado a exhibir la misma sonrisa maniaca que Máynez desplegara después, a ejecutar con gran torpeza un chiste muy tonto que implicaba palomitas de maíz. En el segundo, sin embargo, Salomón fue al fin el que es: alguien que piensa la ciudad en términos de diagnóstic­o de problemas y formulació­n de soluciones a partir de la evidencia, un hombre intachable. Políticos así necesitan todos los partidos, necesita México.

No puedo votar por quien invade predios y lucra con la miseria. No puedo votar por quien se hace de la vista gorda ante la corrupción de su grupo político. No votaré por el que puede ganar cuando debo votar por el que debe prevalecer. Acaso votar por Chertorivs­ki no incida sobre esta elección pero puede transforma­r la vida de la próxima generación. No es una táctica útil: es una declaració­n de principios.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico