Baja Moody´s calificación crediticia a Pemex
La calificadora Moody's bajó de 'golpe' dos escalones la nota de Petróleos Mexicanos (Pemex) al pasar de B1 a B3 con perspectiva negativa, derivado, entre otras razones, al deterioro de su calidad crediticia.
De acuerdo con la escala de la agencia, la calificación B3 es considerada como Altamente Especulativa. Esto dejaría a Pemex a solo un escalón de ser considerada dentro de la categoría de Riesgo Sustancial de incumplimiento (con las calificaciones Caa1, Caa2 y Caa3).
Al inicio del sexenio, Pemex contaba con una calificación de Baa3, puntuación que había mantenido desde el 31 de marzo de 2016. Fue hasta el 20 de abril de 2020 que la administración de Octavio Romero Oropeza recibió su primera disminución, al caer dos escalones, hasta a Ba2.
Para el 27 de julio de 2021, Moody's bajó la calificación de Pemex a Ba3, mientras que un año después, el 11 de julio de 2022, recibió un recorte adicional hasta B1 con una perspectiva estable.
Con el recorte de este 9 de febrero de 2024, se puede observar una disminución de seis escalones durante la actual administración de Pemex, según la escala global de Moody's.
Ramsés Pech, especialista del sector energético, consideró que tras la decisión de Moody's habrá que estar atento al mercado financiero y al costo de los bonos de Pemex, pues “se está generando mucha incertidumbre, ya no es rentable prestarle dinero a Pemex, y si se le presta, va a depender de muchos términos y condiciones, así que la petrolera tendrá que pagarle más al que le preste dinero, y al momento de hacer su balance financiero, su flujo de efectivo va a disminuir, pues conseguirá financiamiento a una tasa de interés muy alta”, dijo.
ADVIERTEN PELIGROS
Entre los riesgos que enumeró Moody's se puede encontrar que Pemex podría modificar la voluntad de pagar su deuda completa en los siguientes años, derivado a las necesidades de efectivo incrementales de la petrolera, así como las proyecciones de un mayor deterioro de las condiciones fiscales del gobierno en 2024.
“Este deterioro se debe a un aumento considerable del déficit, impulsado por el gasto social, costos de endeudamiento persistentemente altos y gastos elevados en proyectos emblemáticos”, se puede leer en la alerta enviada por la calificadora.
La baja también incorpora el riesgo de que la compañía podría realizar una transacción como un intercambio de deuda, una recompra o cualquier otra transacción que pudiera reducir la deuda a través de un importante descuento de par o cualquier otro cambio que Moody's pudiera considerar como canje de deuda forzoso.
“Lo cual se considera incumplimiento de pago bajo la definición de Moody's”, puntualizó.